capítulo 42

91 9 0
                                    

Las luces del automóvil lograron encandilarlo mientras salía de la casa por la puerta principal para ver de donde provenía aquel ruido extraño, y fue cuando la maquina se detuvo dejando ver una cabellera blanca salió del asiento del copiloto.

ㅡ ¡Mamá! ¡Estás bien! ㅡ, Rubius sintió el corazón volverle al pecho cuando la miró sonreírle con esa curvatura de labios que tanto le traía tranquilidad. Pero si felicidad terminó al instante cuando otras personas salieron del automóvil segundos después de ella.

Su padre estaba viéndolo fijamente de pies a cabeza intentando descifrar lo que estaba buscando en su propio hijo, detrás de él estaba su hermano con el cual compartía más que similitud de apariencia. El ambiente se tornó pesado en tan solo segundos, su madre se acercó hasta su hijo mejor para sujetarlo de los hombros y verlo fijamente en sus preciosos ojos.

ㅡ Necesito que estés de acuerdo contigo.. ㅡ, Pidió en un susurro evitando que su ex pareja e hijo escucharan aquellas palabras salir de su boca. ㅡ Hubiera preferido que me presentaras tú al muchacho ese, eh.

La señora Gundersen le guiño el ojo con diversión intentando calmar las aguas y la confusión de su albino pero solo basto eso entender a lo que se refería su madre y su presentimiento fue correcto. Al menos no lo fue del todo, le dio un ligero movimiento de cabeza afirmando sus palabras y la adulta le dio el rostro a los invitados a su hogar.

ㅡ ¿Podrías explicarme que haces teniendo una relaciones con uno de mis chicos? ㅡ, Doblas habló firme y Rubius apretó los dientes notando la sonrisa que tenía su hermano en el rostro. ㅡ Mande a unos de mis empleados a buscarlo.

Su rostro quiso reflejar miedo y vulnerabilidad, pero lo que reaccionó fue su corazón latir con fuerza escuchando sus propias palpitaciones por unos largos segundos. No sabía que decir, tampoco es que quisiera decirle a su padre que realmente quería besarse con un hombre hasta que su vida se lo permitiera, pero no cualquier hombre.

Doblas formó una seña por encima del hombro y el coche se volvió a mover siendo una puerta abrirse mostrando una cabellera bastante familiar resaltar a su vista.

ㅡ Oh querido ㅡ, Gundersen volvió a tomar el control de la escena al saber el estado que su hijo a su poder estaba. ㅡ Recuerda que el trato de divorcio, por más que Rubius aceptara ir contigo para tus promociones de dinero no te da el derecho de decirle con quien o no estar.

ㅡ Ninguno de los dos van a ser extraños, ¿No te afecta a ti? ㅡ, Su enojo estaba presente tanto que los ojos reflejaban llamas. ㅡ Esta metido con alguien que me pertenece por bajo de contratos, mi hijo no va andar corriendo por las calles como un asqueroso y dañando la imagen de mi equipo. Mi nombre.

ㅡ No uso el estúpido Doblas desde hace años, soy Rubius Gundersen.

ㅡ No le digas así a tu hijo, lleva tu misma sangre y me lo vas a respetar bajo estas tierras. Noruega no es nada de ustedes, ㅡ Gruñó Gundersen con rabia en su voz.

ㅡ ¿Qué tú preciado hijo es un maricón? Lo que me faltaba, una madre que apoya enfermedades.

Aquellas palabras hicieron que lagrimas salieran del los ojos del albino Gundersen, su vista estaba borrosa y se comenzaba a sentir sucio. Asqueado de su propia persona, quería gritar, quería huir, pero su rostro no reflejó absolutamente nada. Una cara sin emociones con su corazón roto en pedazos.

ㅡ ¿Sabes que es estar enfermo, Noah?ㅡ Comenzó al limite del llanto, ㅡDarme únicamente el maldito divorcio cuando deberías estar en la cárcel, el torturar a niños a temprana edad y jovenes. ¿Crees que Rubius iba a encontrar pasión en un deporte donde solo le repetías que Willy era lo mejor? Pude haberte denunciado, pude haberme ido lejos de ti y llevarme a los dos conmigo si no fueran por tus amenazas de matarme. Me negaba a dejar a los dos contigo y al final solo pude salvar a uno ㅡ, Sus ojos se posaron en Willy quién levanto la ceja en confusión. ㅡ Ahora esta igual de podrido que tú y no por su propia decisión.

Las palabras llegaban al corazón de los hermanos que parecían casi hermanos, a veces recordaban cosas de cuando eran niños pequeños corriendo en casa y soñando en ser jugadores de futbol profesionales en las grandes ligas, pero todo eso cambio cuando su padre extrañamente cambio su actitud y comenzó a sobre explotarlos en una gran cancha oscura con castigos físicos.

ㅡ Han pasado casi 14 años de esas tonterías, no me hagas reír porque no eres santa. No olvides de que familia vienes ㅡ, Se acerco a Violeta apretando sus dientes.

ㅡ Sé de donde vengo, conozco a mi familia y a su gente pero sin embargo no decidí seguir como ellos. Tú quisiste pudrirte en los pasos de tu familia cuando me juraste que querías irte a vivir a las montañas en un pueblo abandonado conmigo, pero nada de eso se cumplió ㅡ, Lagrimas caían por sus mejillas y sostuvo el brazo de su ex esposo en un intento de cachetearla para callar sus palabras.

Willy y Rubius compartieron miradas, por más dolidos que estuvieran por partes separadas escuchar a sus padres discutir era un trauma que tenían presente encima de ellos.

ㅡ Jefe, Vegetta está en camino a su hogar como ordeno, ㅡ El hombre de antes habló por fin rompiendo el incomodo silencio entre la familia separada.

Esas palabras levantaron todas las señales de advertencia en Rubius, no quería que nada sucediera con él por su culpa y se sentía culpable incluso de haberlo besado por primera vez en ese club.

Pasaron minutos, incluso una hora mientras Doblas hablaba con su empleado y Willy le daba miradas de asco a su hermano sin entender completamente sjs actitudes.

ㅡ No le hagas nada, por favor ㅡ, Rubius encontró su voz en ese gran hueco en su estómago. ㅡ Lo voy a dejar, no volveré a verlo más lo prometo. No le hagas nada, de verdad, es lo único que pido.

ㅡ Mi amor, no..

ㅡ ¿Lo vas a dejar de ver? ㅡ, Se escuchó interesado Noah mientras veía a su hijo con las mejillas rojizas al igual que sus ojos. ㅡ ¿Nunca? eso no me bastaría.

ㅡ Haré lo que sea, pero no le hagas daño. Yo inicié todo, el enfermo aquí soy yo.

ㅡ No, mi amor, no digas eso escúchame ㅡ, Las suaves y tiernas manos de su madre acunaron el rostro de su hijo intentando que le pusiera atención, pero sus palabras fueron dichas y escuchadas: aceptadas.

ㅡ Bien. Willy, al auto.

Los dos subieron al automóvil seguidos del empleado para alejarse, se perdieron en la distancia y eso les daba mínimo unas siete horas hasta que llegaran a España. Rubius colapsó en el suelo al tener muchas emociones retenidas por su medicina y su madre lo atrapo rápidamente para llevarlo como pudo hasta el sofa de su hogar, temía que pasaría después de esto.

 Rubius colapsó en el suelo al tener muchas emociones retenidas por su medicina y su madre lo atrapo rápidamente para llevarlo como pudo hasta el sofa de su hogar, temía que pasaría después de esto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
flawless ★ rubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora