flawless ★ rubegetta

capítulo 27

Dos semanas después

ㅡ Rubius vendrá conmigo, tiene deberes como un Doblas ㅡ. Dijo su padre con voz fuerte mientras tenía a su ex-exposa en frente.

ㅡ Mi hijo no irá a ningún lado, él no quiere ser un Doblas ㅡ. Atacó la señora mientras veía a su hijo adentrarse al comedor de la casa.

Llevaban discutiendo veinte minutos antes de que finalmente el albino despertara y decidiera investigar que sucedía, pero no fue la mejor sorpresa del mundo.

ㅡ ¿Padre? ¿Madre? ㅡ. Su voz estaba adormilada incluso estuviera consiente de lo que sucedía aquí y sentía que era su culpa nuevamente. ㅡ ¿Qué sucede?

ㅡ Tu madre no quiere que vengas a vivir conmigo un tiempo para tus prácticas.

ㅡ Ehm.. ya había dicho que no me apetecía hacer eso ㅡ. Dijo como pudo en voz alta, la mirada de su padre fue una que le trajo unos malos recuerdos.

En un cerrar de ojos, su padre lo tenía sujetado de las muñecas con fuerza mientras su madre reaccionaba lo más rápido posible para detenerlo, obviamente su padre era más fuerte y solo lo miró con terror en sus ojos cuando comenzó a hablar.

ㅡ Vas a venir conmigo.

ㅡ Suéltalo ahora mismo, no tienes derecho de ponerle una mano encima ㅡ. Amenazó su madre refiriéndose a los documentos legales que indicaban que Rubius estaba únicamente bajo su control como madre. ㅡ Le haces daño te irá bastante mal.

Mordió su labio inferior y negó lentamente sin mirar a ninguno a los ojos, sentía su cuerpo temblar de miedo y vulnerabilidad.

ㅡ Está bien.

ㅡ Rubius, no..

ㅡ Mamá ㅡ. Interrumpió suave y alzó la mirada para verla a ella, las punzadas que sentía en sus muñecas por el fuerte agarre fueron desapareciendo cuando su padre decidió aflojar el agarre. Su cabello cubría parte de su rostro dejando ver solo parte de su ojo izquierdo. ㅡ Está bien, es solo un mes y una semana.

La sonrisa que se dibujo en el rostro de su padre fue inigualable, rápidamente fue y pidió que trajeran las maletas de su hijo para subirlas al coche que llevarían al avión. Su madre lo abrazó con fuerza acariciando sus cabellos y espalda dando consuelo, sentía el cuerpo de su hijo temblar pero no podía hacer nada contra la palabra de su hijo y porque técnicamente contaba como una visita a su padre.

ㅡ Te sacaré de todo esto ㅡ. Le susurró en el oido y Rubius asintió lento, poco después su padre apareció de nuevo esperando a su hijo.

Se despidió de su madre para seguir el paso de su padre hasta el automóvil que era conducido por el señor que vino hace unas semanas, sentía tanto asco al sentirse en la misma posición que antes

...

ㅡ Deberías venir más seguido. ㅡ Comenzó lento ㅡ. Tu habitación fue arreglada acorde a tu edad, puedes quedarte aquí durante el tiempo que desees y las prácticas serán en el estadio de la casa.

Aquello se sintió como algo que no esperaba incluso fuera demasiado obvio que estaría entrenando en el estadio de Los Lobos, sentía su estómago removerse ante aquel pensamiento que decidió tragarlo cuando vio a un hombre llevar su maleta a su habitación.

ㅡ Entiendo.

ㅡ Será lo mismo que antes, espero recuerdes. Mañana inicias tu entrenamiento junto a Willy.

ㅡ Lo recuerdo.

Y sonrió su padre satisfactorio, hizo un movimiento con su mano indicando que podría retirarse a su habitación para así prácticamente salir corriendo escaleras arriba hasta su olvidada habitación.

Cuando entro estaba algo cambiada, pero sus posters seguían igual. Estaba remodelado para un adolescente adulto que para un niño de ocho años y eso le agradaba, no quería volver a ver algo de su infancia aquí.

Suspiro pesado viendo la gran y espaciosa habitación, se sentía frío y olía a aire acondicionado. Todo estaba limpio, pero nada se comparaba a la acogedora casa de su madre con sus aromas peculiares.

Rubius se sentía en un lugar extraño, un lugar donde no podría llamar su hogar incluso haya vivido los primeros años de su vida aquí. Ahora dormiría y viviría en el mismo techo que su hermano, que por suerte estaba entrenando a esta hora.

ㅡ Maldita sea.