capítulo 19

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Las semanas pasaban rápido, todo iba en un abrir y cerrar de ojos. Las finales eran en tan solo tres días y todos estaban nerviosos por eso, los entrenamientos eran duros y estudiaban las jugabas de los Lobos.

Rubius por su parte, conocía demasiado de los Lobos como para repasar juganas que ya sabía de memoria. El mismo estuvo entrenando con ellos por bastantes años, así que simplemente hacía esas jugadas y ayuda a entrenar a sus compañeros.

Después de cada entrenamiento todos se iban a comer o a descansar, los entrenamientos de día completo los agotaba de pies a cabeza entonces preocuraban descansar bien estar regenerados hasta la final.

El capitán terminó se ducharse para comenzar a vestir con algo sencillo, guardó sus cosas y decidió salir pronto. Fargan y Nieves irían con Monica por comida para todos e ir a los dormitorios.

Miró su móvil recibiendo el segundo mensaje de Vegetta.

V:

"¿Podemos vernos?"

Rubius le escribió diciéndole "sí" y espero la ubicación de donde quería juntarse, una vez la recibió fue en busca de su coche para retirarse a la ubicación.

Se aparcó en los estacionamientos de un hotel y solo se adentro sin mirar a los trabajadores, fue hasta la habitación 157 donde estaba el jugador de los Lobos.

Tocó la puerta y fueron solo segundos cuando la puerta se abrió, el azabache estaba dentro la habitación con el cabello muy arreglado y con un aroma a colonia que olía realmente bien. Jaló el brazo de Rubius y la puerta fue cerrada con seguro doble, las cortinas en la habitación estaban cerradas para evitar que alguien los viera juntos y eso era tranquilizante.

Las manos de Vegetta sujetaron su cadera para abrazarlo con fuerza, sus cuerpos muy cerca sintiendo el calor de ambos chocarse.

ㅡ Extrañaba abrazarte ㅡ. Murmuró suave contra los cabellos claros de su chico, rodeó su cintura con sus brazos cuando Rubius rodeó el cuello de Vegetta. ㅡ ¿Cómo has estado?

ㅡ Bien ㅡ. Dijo normal cerrando sus ojos, el aroma y la calidez del cuerpo del azabache le daba tranquilidad. ㅡ Muy bien..

ㅡ ¿Ah, si? ¿Y eso? ㅡ. Dio besos suaves por la sien del capitán y parte de sus cabellos, esto le daba sensaciones extrañas pero de alguna manera le gustaba la atención que tenía Vegetta sobre él.

ㅡ Estaba esperando verte ㅡ. Admitió bajo ocultando su rostro en el cuello de Vegetta, fue alzado por el mayor para recargarlo con la pared y así fuera más sencillo. ㅡ Estoy comenzando a esperar tus mensajes.

ㅡ ¿Ya me extrañas? ㅡ. Soltó una pequeña risa mientras lo sujetaba por los glúteos, el más bajo asintió lento restregandose en su cuello. ㅡ Yo también te extraño diario.

ㅡ Vamos a la cama ㅡ. Pidió y el azabache lo concedió, se subieron a la cama y se recostaron ambos entre las semanas para estar acostados juntos. Rubius se mantenían cerca del azabache.

Odiaba que se sentía seguro con él, era la única persona que hacia ponerlo de esta manera. Compartieron besos pequeños ya metidos en las sábanas, Vegetta acariciaba la cintura del capitán mientras se perdía en la cercanía de su chico.

ㅡ Mi chico ㅡ. Susurró sobre los labios rosados del peliblanco, supo que el contrario se estremeció cuando se alejó casi al instante.

ㅡ No soy tu chico ㅡ. Le miró, no era una mirada molesta pero si era confusa. La sonrisa del azabache era divertida, algo que no podía controlar. ㅡ No somos nada.

ㅡ ¿No? ㅡ. Cuestionó como si supiera la verdadera respuesta, se movió hasta quedar encima del peliblanco para poder besar su cuello con lentitud.

ㅡ M-mierda ㅡ. Jadeo, deslizó sus brazos la espalda del azabache acercandolo más. ㅡ No hagas eso.

ㅡ ¿Seguro? ㅡ. Volvió a cuestionar, era obvio que el peliblanco estaba negándose solo para tener la razón. ㅡ Si adoras que bese tu cuello así.

El peliblanco no pudo decir nada, pero si rodeó las caderas de Vegetta con sus piernas para tenerlo cerca. Mentiria si dijera que odiaba todo esto, porque lo amaba. Ningún chico con los que se había liado lo hacía sentir de esta manera, ninguno hacía que su corazón latiera por mil.

ㅡ Te odio demasiado, espero lo sepas ㅡ. Dijo mientras dejaba que Vegetta lo llenara de marcas otra vez, a este punto parecían parte de su apariencia.

Minutos después Rubius estaba sentado en el regazo del azabache con un vape en la mano, los chasquidos de los besos eran únicamente para ellos. Los dos amaban compartir el humo, ya sea de cigarro o vape, porque era algo que el peliblanco consumía constante. A Vegetta no le importaba mientras sea con Rubius.

Tenía las caderas sujetas con sus fuertes manos mientras continuaba besando a Rubius, reponiendo todos los que no pudieron darse en las semanas.

ㅡ Quédate a dormir ㅡ. Pidió suave cuando Rubius le planto un beso y comenzo a bajarse de su regazo.

ㅡ Los dos tenemos práctica mañana ㅡ. Le recordó el capitán con obviedad, la final estaba a tan solo pocos días de presentarse. ㅡ Y tu equipo es más estricto que el mio.

ㅡ Podemos salir temprano, el hotel no esta lejos de mi universidad y tampoco de la tuya ㅡ. Dijo, aunque el soccer era demasiado importante para Vegetta y daría todo por el, también quería pasar el mayor tiempo posible con Rubius cada que podía.

¿Sería más fácil estando en el mismo grupo? Totalmente, pero aún así apenas veía al capitán de los osos por enfocarse en los juegos. Dormir juntos no era mala idea, solo era pasar la noche juntos e irse en la mañana a sus respectivos entrenamientos.

ㅡ ¿Por eso elegiste este? Se me hacía raro que fuera tan cerca ㅡ. Le miro inexpresivo pero Vegetta entendía sus verdaderas emociones, lo recosto sobre él mismo para rodear su cintura dejando a Rubius recostado sobre su propio pecho.

ㅡ Sí, simplemente para eso.

ㅡ Sí, simplemente para eso

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flawless ★ rubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora