Capítulo 6

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Los pequeños rayos de la mañana causaban una sensación placentera y cálida en las piernas de Jane. Apenas ayer había descubierto la pergola en el jardín detrás de la casa, se había vuelto su lugar favorito cuando quería leer o avanzar algo de su trabajo. Era la parte de la casa más relajante y silenciosa, perfecta para ella.

Durante la noche no pudo dormir bien, había tenido insomnio y fuertes dolores de cabeza. Apenas llevaba tres días en esa casa y todo parecía ir de mal en peor. No hablaba con Gojo, nisiquiera se miraban, bueno, ella lo contemplaba el mayor tiempo durante sus desvelos, pero fuera de eso no tenían contacto. Además, el seguía durmiendo en ese rincón dándole todo el espacio en la habitación.

En uno de sus desvelos decidió dejar la cama y situarse debajo de tan simpático lugar. Había tomado una colcha y se había acomodado en un sillón que se encontraba ahí. Cuando empezó a aclarar decidió retomar la lectura del libro anterior que había encontrado en la biblioteca de la casa.

—Aquí es donde te escondes de tus responsabilidades de esposa—escuchó a un lado.

Levanto la vista encontrándose con la madre de su esposo, ya debía imaginar que no la dejaría en paz tan fácil. Parecía que su pasatiempo era hacerle la vida imposible a Jane.

—Mi hijo lleva todos estos días sin desayunar y a ti parece importarte en los más mínimo—le reclama parándose en frente de ella de brazos cruzados.

—Buenos días—saluda cortés—Su hijo es una persona adulta, él sabe lo que tiene o no que hacer. Imagino que ya se lo comentó y si él no hizo algo al respecto dudo que yo logre algo diferente—explica con la mayor calma del mundo.

—Arriesgamos mucho para que tu matrimonio con mi hijo se llevara a cabo, sobre todo por el poco peso de tu linaje y pareciera que no tomas en cuenta la magnitud de lo que eso significa. Deberías ser mas agradecida con él y preocuparte mas—.

—Aún que mi sangre fuera directa de algún espíritu maldito no serviría para que usted me dejara en paz—suspira—Pero aún así, poseo una técnica que no se a visto en décadas igual que su hijo, quiera o no estamos en el mismo nivel y merezco el mismo respeto—se pone de pie mirándola desafiante.

Estaba harta de que la menos preciara siempre que tenía la oportunidad. Si, Jane no tenía un apellido de peso como los Gojo, o la sangre de uno de los tres clanes, pero era igual de importante que ellos y no dejaría que alguien la hiciera sentir inferior.

—Mocosa inso...—una voz interrumpió desde lejos.

—Madre—se escucha la dura voz de Gojo—Necesito hablarte—.

Jane se atrevió a mirarlo, mantenía su pose de siempre aun que su vestimenta era mas relajada. Su venda negra hacía resaltar mejor su piel y su inusual cabello blanco. Jane odiaba admitirlo pero prefería verlo con aquella venda que con la blanca.

—Ya voy, querido—le responde para voltearse e ir hacia él.

Satoru fijó su vista en su esposa, se acercó con pasos relajados hacía ella pasando por el lado a su madre quien se detuvo al verlo acercarse a la castaña. Jane mantuvo su mirada en él cruzándo ligeramente sus brazos, esperando lo que el haría o diría.

La mirada ámbar de Jane choco contra la venda negra que usaba el peliblanco, noto como su infinito se volvía inexistente al momento que tomó su mano con suavidad rompiendo el agarre anterior que ella tenía.

Jane quería quitar su mano de la suya pero la mirada de su madre estaba fija en ellos y supo que eso sería algo estúpido. Ya suficiente material le habían dado estos días para que sospechara de su farsa, debía mantener la compostura.

—Tengo asuntos importante que resolver con los ancianos del clan, me ausentare hasta la noche. Me llevare a mis padres—explica con cuidado para que solo ella escuchara lo que el dice—He notado que no has dormido bien estos días, sería buen momento para hacerlo—.

—No debes preocuparte por mi, estoy bien—evita mirarlo situando su vista en la mesa de al lado, su orgullo le impedía tomar en cuenta su preocupación.

—No, no lo estas—suelta brusco tomando por sorpresa a Jane quien nunca lo había escuchado hablar de esa forma.

Satoru estaba realmente preocupado y frustrado, el sabía que todo lo que Jane sentía y vivía era por su culpa. Se equivoco al cometer aquella estupidez con Mei Mei y no ponerle freno. Se equivoco en permitir que sus padres la juzgarán y la hicieran sentir inferior. Y sobre todo por dejarla sola todos estos días afrontando todos estos malos momentos mientras él se refugiaba en sus misiones y las tareas de su oficio. Quería enmendar todo y esta vez, por primera vez en su vida quería de corazón pensar en otra persona antes que en él.

—Si estas de acuerdo quisiera que habláramos luego, porfavor—.

Se atreve a besar su mano como si quisiera pedirle permiso a través de ese gesto. Jane no entendía como podía ser un amor y un canalla al mismo tiempo. Pero debía admitir que verlo de esa forma la hacía sentir un poco mejor.

Después de ese gesto no podía negarse, no pretendía olvidar todo tan fácil pero no lograría nada si ella no dejaba de lado su orgullo para llegar a una solución beneficiosa para ambos, era algo que debían hacer antes que pasara más tiempo y siguieran deteriorando todo entre ellos.

—Bien, hablaremos luego—confirmo buscando sus ojos a través de esa fastidiosa venda.

—Gracias—se acerca a darle un corto beso en su cabeza sabiendo lo bien vigilados que estaban y claro, no sería el mismo si no abusara de la situación un poco—Nos vemos—se despide el albino para marcharse.

Jane se mantuvo quieta en su lugar hasta que la ancha espalda del Satoru Gojo abandonará el lugar en compañía de su madre, se recostó una última vez sintiendo como el frío se apoderaba de ella nuevamente debido a las nubes que obstaculizaban al sol.

Quizá debería tomar la palabra de Gojo y dormir un poco, pensó.

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Dios que lindo, estoy muy contenta por los nuevos votos y como a subido la historia. Se los agradezco mucho.

Vamos lento pero seguros🤍

Prometo que ya empieza lo bueno

Caro🧚‍♀️

After Hours | Satoru GojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora