Capítulo 20

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El olor a canela que se respiraba en la casa de Suki siempre era agradable y acogedor, el hogar de su amiga fue su lugar seguro desde que se fue de la casa de sus padres, vivieron juntas mucho tiempo hasta que ella empezó a trabajar y compró su propia casa. Durante su estancia en compañia de su amiga había vivido momentos inolvidables, le era imposible no ponerse sensible con ello.

—Sabes, me da nostálgica estar aquí—sonríe la castaña mirando el lugar—Estar contigo aquí lo era todo para mi, Suki—la mira preparar un café a unos metros de ella.

—Siempre sera tu casa, Jane. Eres bienvenida cuando lo desees—se voltea a mirarla—Ademas ¿Cómo te a ido con Gojo?—aprovecha de preguntar.

—Bien, honestamente han sido los mejores días de mi vida a su lado—pequeños recuerdos pasan por su mente haciéndola sonreír—El esta haciéndome muy feliz—.

—Lo noto, luces radiante como nunca antes te había visto—ríe—Tal parece que ya no tendré que maldecirlo—.

—No, porfavor—dice riendo.

Suki guarda silencio un momento y luego ríe tontamente como recordando algo.

—¿Sabes?—dice llamando la atención de Jane—El otro día fui a una panadería, siempre pasaba cerca pero nunca entraba—.

—¿Si?—dice mirándola esperando el punto del asunto.

—Tenía demasiada variedad de cosas—explica y luego niega concentrándose—Perdón, no es a lo que voy. Es solo que me encontré con el hombre más guapo que mis ojos han visto en toda mi existencia—.

—Pensé que te gustaba el tipo del que me hablaste—niega rápidamente.

—Jane después de ver a ese hombre en la panadería, te juro que mis ojos no existen para nadie más—deja su café en la mesa para explicarle mejor a su amiga.

—Suki—ríe Jane—¿Y cómo era ese super hombre?—.

—Era más alto que yo, vestía un traje que lo hacía lucir tan guapo y una corbata extraña pero definitivamente le quedaba—sonríe recordando lo amable que fue con ella al permitirle pagar primero—Y tenía el cabello rubio, sus facciones eran perfectas. Sus ojos no pude verlos porque estaban ocultos por unos lentes, inusuales igual que su corbata pero en él lucían tan bien—.

Jane sonrio mirando lo enamorada que sonaba su amiga por aquel desconocido, no era propio de ella hablar tan entusiasmada de alguien, así que si debió impresionarla.

—Vaya, realmente te gustó ese hombre—eleva sus cejas la castaña.

—Gustar es poco, me fascinó—dice para luego hacer un puchero—Pero no pude hablarle, solo me dejó pagar primero y apenas pude decirle gracias. Soy una estúpida—se lamenta chillando.

—Pero quizás tienes suerte y vuelves a toparlo en aquel lugar—la anima.

—Eso espero, realmente no perdería la oportunidad de hablarle—.

—Me cuentas si vuelves a verlo—Jane se pone pensativa—La verdad no recuerdo conocer a alguien así como para ayudarte pero si lo llegase a ver te lo dire—sonríe.

—Porfavor—le pide—Me da igual si es un hechicero—la mira haciéndola reír.

—Bien, espero que puedas encontrarlo—.

Habían compartido la mañana juntas, Suki había invitado a comer a Jane y ella había aceptado encantada. Pasar tiempo con su amiga la hacía sentir muy bien, entendía que ambas llevaban su vida y que estas ocasiones no siempre iban a ser posible, pero valoraba que se tuvieran presentes pase lo que pase.

Al caer la tarde, Jane se dispuso a ir a casa. Sabía que el camino a casa era largo y quería llegar a tiempo para poder cenar con su esposo.

Mientras conducía a casa recibió una llamada del peliblanco, sonrió y contestó conectando su celular a la bocina del auto para su seguridad.

—El día a sido verdaderamente aburrido—empieza—No sabes cuanto deseo verte, preciosa—.

—Satoru—ríe Jane—Yo también quiero verte, voy a casa ahora—.

—Igual yo—dice sorprendiendo a la castaña.

—¿Tan pronto?—.

—Si, decline una misión y enfureció a los ancianos—lo oye suspirar—No era nada fuera de lo común y alguien más podía encargarse. Además no iba a dejar a mi linda esposa sola durante tanto tiempo—.

—Te encanta molestar a los altos mandos, Satoru—dice Jane negando—¿Qué harás el día que tomen cartas en el asunto y se desquiten? No te gustará—.

—Cielo no hay forma que eso pase, tranquila—ríe restandole importancia—.

Jane sintió una presencia extraña mientras conducía, había entrenado lo suficiente con Satoru como para aprender a sentir la energía de las maldiciones. Fue bajando la velocidad del auto para poder decifrar de que parte venía aquello que sentía.

—¿Amor?—dice Gojo al no escucharla.

—Satoru algo anda mal—alcanza a decir.

Un fuerte impacto hizo que su auto chocará con violencia contra un edificio cercano. La sangre comenzó a correr de la frente de Jane haciéndole perder el sentido y provocando que su vista este borrosa. A lo lejos podía escuchar la voz de Gojo desesperada y preocupada por ella hasta que perdió comunicación.

Como pudo salio del auto, todo a su alrededor parecía lejano y agradecía tener un cuerpo resistente. Si fuera una persona normal ya hubiera muerto. Se arrastro con cuidado  lejos del vehículo, se apoyo en el edificio y aclaro su vista. Pudo ver a la criatura a unos pasos de ella, sin duda era una maldición y una fuerte. No había gente a su alrededor, estaba en una construcción abandonada lo que la hizo sentirse tranquila, nadie saldría lastimado.

Jane respiró hondo antes de levantarse y ponerse en guardia. La maldición seguía quieta como si esperara algún tipo de orden para avanzar, lo que resultaba extraño pero viendo la situación era beneficioso para la castaña. El dolor de cabeza que sentía era realmente potente, le costaba mantenerse en pie pero aún así se concentro en lo importante.

—"Surge de una oscuridad más negra que la oscuridad y purifica todo lo que está impuro"—recita.

Pronto un velo cubrió todo el lugar, la maldición se asusto y se movió inquieta. Lo siguiente fue una patada hacia Jane sacándola volando del lugar hacia las afueras. Antes de que pudiera atacarla nuevamente activo su técnica lanzándo pequeños proyectiles hacia la maldición creados de hielo. Logró dañar su brazo pero no lo suficiente para detenerlo.

Jane no era la más experta en combate cuerpo a cuerpo aún pero se defendía bastante bien gracias a los entrenamientos con su esposo, su técnica le era de mucha ayuda para safarse de momentos cruciales. Recibió bastantes golpes y choques contra el lugar hasta que al fin pudo igualar los movimientos de la maldición. Se las ingenió para engañar a ésta y acorralarla contra una pared de cemento, no perdió tiempo y creo un cristal de hielo que impactó de lleno en uno de los ojos de su rival recibiendo una apuñalada en su pierna como consecuencia de esto, el grito desgarrador de Jane resonó por todo el lugar.

Aprovechó su ventaja y como pudo materializó una daga de hielo la cual cargo con su energía maldita apuñalando la cabeza de la maldición.
Los golpes que recibió le habían pasado factura y vomito sangre mientras recuperaba el aliento. La maldición se esfumó y junto a ella una escritura que tenía pegada en su espalda, Jane estaba cansada como para concentrarse en eso ahora.

Se fijó en el cielo, la cortina que había formado se rompió y pudo ver a una persona acercándose a ella y antes de identificarla se desmayo.

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Dios nadie está cuidando a nuestra kzimerita:((

Ojalá sea de su agrado, he recibido muchos comentarios lindos y quiero decirles que me hacen muy feliz. Gracias por tanto apoyo🤍

nos vemos pronto cieles.

Caro🧚‍♀️

After Hours | Satoru GojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora