Capítulo 21

1K 102 9
                                    

Los pasos de Gojo no paraban de sonar contra el piso, la imagen de Jane llena de sangre lo tenía realmente perturbado y lleno de ira. Su corazón amenazaba con salir del pecho, quería matar a todo el que se le cruzara, nada le importaba realmente en estos momentos. Se sentía inútil e incompetente frente a la situación, el debía protegerla, el debía cuidarla y ahora viéndo lo herida que estaba, solo hacia que su corazón doliera, doliera como nunca antes lo había echo.

Por primera vez en su vida, Satoru Gojo experimentaba lo que era el miedo.

—¡Carajo!—suelta de golpe con frustración.

—Satoru te voy a pedir que salgas de aquí, no me estas ayudando—dice Shoko regañandolo para que la dejara concentrarse en curar a Jane.

Verlo perder el control de esa forma no era algo que pasara siempre. El ser relajado y confiado que Shoko conocía se había ido. Esto la ponía muy tensa y no debía cometer errores, menos con lo delicada que estaba la castaña recostada en la camilla.

Satoru miro a su amiga unos segundos y suspiró, sabía que no estaba siendo un aporte en nada el día de hoy, pero no quería dejar sola a Jane. Shoko vio como su amigo centro sus ojos en su esposa y suspiro bajando su mascarilla, como podía culparlo sabiendo que, si Geto estuviera en el lugar de Jane ella moriría lentamente.

Lo entendía mejor que nadie pero estaba siendo un dolor de culo para ella y no podía permitirlo más.

—Deja de sentirte culpable por cosas que no estaban en tus manos, no te comportes como un idiota—le pide sin el poco tacto que la caracterizaba—Ella está aquí a salvo, voy a curarla y todo estará bien. Ahora sal de aquí y déjame trabajar—ordena.

Suspiró derrotado y asintió. Al momento que salió del lugar encontró a Suguru apoyado en la pared del pasillo, mantuvo su mirada en el pelinegro quien cambió de posición para hablarlo.

—Así que finalmente te echo—confirma viéndolo llegar a su lado.

Suguru podía saber con solo mirar a Gojo lo mal que se encontraba, le dolía verlo tan destruido, la última vez que lo había visto así fue con el asunto de Amanai, pero siendo honesto, esta vez estaba peor.

—Lo lamento, Satoru. Cuando Nanami me contó lo sucedido vine de inmediato, tuvimos suerte de que él la encontrará—.

Gojo chasqueo su lengua con rabia, seguía frustrado por la situación. Era el más fuerte de todos y no pudo proteger a la persona que más le importa en el mundo, se sentía incompetente. Si tan solo hubiese ido por ella, esto no estaría pasando.

—Te hará mal guardar todo eso, recuerda que Jane esta viva y la maldición muerta. Es todo lo que debe importar ahora—lo mira.

—Esta mal, todo esta mal. No estuve para protegerla, no hice nada para ayudarla y si Nanami no hubiese estado quiza ella...—se queda en silencio apoyando su cabeza en la pared sin poder ser capaz de terminar sus dichos.

El simple hecho de terminar aquella frase le revolvía el estómago y mas aún pensar en perderla. No sería capaz de vivir si algo le pasará.

—Escucha, Satoru—llama su atención Suguru y el peliblanco guía sus ojos a el—No es momento de lamentarse, debemos tener la mente fría y serena. Nanami fue claro, en la escena había mas de una energía residual y ambos sabemos lo que eso significa—explica mirando a Gojo con un semblante serio.

Satoru se quedó quieto unos segundos, su amigo tenía razón. Toda su preocupación lo estaba nublando, algo estaba mal y solo ahora lo pudo notar. Su esposa se encontraba sola, no había gente a quien dañar y tampoco quien pudiera ayudarla. Nadie podría ver lo que sucedía y si no fuera por el velo que Jane puso ningún hechicero sabría lo que pasaba. Esto no era nada bueno, alguien había planeado aquello mejor de lo que esperaban.

Pronto como si de una punzada se tratara, la última conversación con Jane llegó a su mente y lo hizo apretar sus puños con fuerza hasta sangrar.

—Suguru—lo llama con un tono de voz frío—Si descubro que los ancianos tuvieron algo que ver, no dejare a ninguno vivo—sentencia.

—Primero debemos estar seguros, pero dudo que sean capaz de algo como eso. En nada les beneficia que Jane muera—se acerca a él y toma su hombro—Ire a comentarlo con Nanami, lo mantendremos en secreto de momento—le comenta.

Da unos pasos y antes de perderse por el pasillo se gira para ver a su mejor amigo.

—Satoru—lo llama y el lo mira—Si llegase a ser como dices, te aseguro que nadie se salvará—ocupa el mismo tono de voz de Gojo hace unos momentos para luego irse.

Gojo golpeó su cabeza contra la pared cerrando los ojos, dejándose caer en la pared del pasillo hasta quedarse sentado en el piso, siguió el consejo de Suguru y se mantuvo sereno, tenía que estarlo por Jane.

—Satoru—lo llama Tanaka unos pasos lejos de él, levanta su vista para verlo—Los superiores necesitan hablar contigo, es acerca de tu esposa y el incidente—.

Era sabido que el desastre que causo Jane no iba a pasar desapercibido, fue algo imprudente y estúpido a juicio de ellos. Por mucho que se usará un velo o la nula muerte de civiles, esto no lo aceptarían jamás. Su objetivo era arruinar a Satoru Gojo de cualquier forma, empezando por esta.

La puerta se abrió dejando ver a Shoko sin su mascarilla, había terminado de curar a Jane y estaba lista para dejarla descansar.

—Ya esta todo bien, Satoru. Quita esa cara—le avisa tranquilizando a su amigo, se fijo en Tanaka detrás de él y miro al peliblanco para saber que haría.

—Gracias Shoko—la mira con total gratitud para luego cambiar su semblante mirando a Tanaka—En cuanto a los vejestorios, por mi pueden esperar lo que quieran. Lo unico que me importa ahora es mi mujer, si alguno tiene algo que decir al respecto hare que se trague sus palabras ¿He sido lo suficientemente claro?—.

La cara de Tanaka cambió a una de sorpresa, se mantuvo en silencio y sólo atino a asentir. Tenía claro que jugar con Satoru Gojo no era algo recomendable, esperaba que después de lo sucedido con su esposa estuviera más dócil pero pareció darle más huevos que antes.

Su plan no estaba funcionando y si se llegase a enterar que ellos estaban detrás de lo ocurrido, rodarán sus cabezas mucho antes de lo esperado. Pero ya nada podía hacer, quebrarian a Satoru Gojo a como de lugar.

El peliblanco entró nuevamente a la sala en la que estaba su esposa perdiéndose de la vista de Tanaka, antes de irse miro con cuidado a la doctora Shoko quien no había dejado de mirarlo en todo momento durante la conversación.

—¿Tiene algo que acotar? señorita Shoko—pregunta sonriendo mientras ella mantenía su semblante serio.

—Nada importante, solo decir que hay gente que esta jugando con fuego—su mirada lo ponía tenso—Y realmente odiaría ser ellos en estos momentos—finaliza para luego irse.

Shoko no era como Suguru, ella no le daría el beneficio de la duda a los líderes, sabía a gran escala de lo que eran capaz con tal de mantener su poder y dominio. Había trabajado para ellos tantas veces que había perdido todo el respeto por ellos, si es que alguna vez lo tuvo, pero aún así se mantendría al margen. Una cosa era sospechar y otra tener pruebas.

Sabía que bastaba una palabra de ella en este momento para que la mitad de la asociación de hechiceros acabará destruida.

Satoru no iba a perdonar a nadie.

____________________________________________

Ojalá les guste el capitulo, honestamente yo estoy en una tristeza de invierno, hoy van dos meses del mayor desarrollo de personaje de mi vida y es inevitable no agotarse mentalmente.

Espero lo disfruten y perdón de antemano si demoro en actualizar la próxima vez.

Carolina.

After Hours | Satoru GojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora