Wendy
Después de una ducha fría que calmó mi cuerpo aún cansado, me envolví en una toalla y me dispuse a elegir mi atuendo del día. Mientras dejaba que mi mente divagaba, los recuerdos de la noche anterior inundaron mis pensamientos, convirtiéndola en la mejor noche que había vivido en mucho tiempo. En primer lugar, asistí a una fiesta que, aunque no fue la más emocionante, tenía una buena cantidad de alcohol. En segundo lugar, logré evadir a la policía de una manera que jamás hubiera imaginado posible.
Y en tercer lugar, conocí a Julieta Cruz, la misma joven a la que le debía un favor desde hacía tiempo,parecía ser una chica independiente y solitaria, distante de la escena de fiestas.
A primera vista, parecía encajar en el estereotipo de la chica típica de series y películas que prefiere quedarse en casa en lugar de unirse a socializar con otros. Era alguien que parecía evitar las fiestas y las multitudes. Sin embargo, su apariencia engañaba, ya que contaba con 23 años, aunque bien podría pasar por una joven de 18. Aun puedo recordar su rostro, que parecía la de un perro asustado, mientras observaba a todos esos policías. Luego recordé a su estúpido novio.
Flashback
—¿Quién diablos eres y por qué diablos me atacaste? —gimió el hombre, sus palabras tambaleándose en medio del dolor. La agonía tintó sus palabras.
Sin mostrar ningún rastro de temor, la joven dejó escapar un suspiro de desaprobación.
—Disfrutas acosando a las mujeres, ¿verdad? —cuestionó, su voz resonando con una mezcla de desdén y poder. Su tono transmitía un aire de confianza.
La chica continuó sin prestar atención a su vacilación, dando a sus palabras una resonancia fría y amenazante.
—Oh, por favor, no te hagas el desentendido. ¿No notaste que ella no estaba interesada y tú insistías? —dijo con desdén, tomando al hombre por el cuello y arrojándolo lejos de la fiesta. La expresión desorientada del hombre seguía siendo su única respuesta.
Él intentó forcejear, pero ella le propinó otro puñetazo, dejándolo sin aliento. —No te he dicho que te muevas. — Él solo gruñía de dolor, mirando con furia a la joven.
—Es mi novia, puedo hacer lo que quiera. — Escupió sus palabras.
A pesar de sus esfuerzos por resistirse, ella le propinó otro golpe en el estómago, dejándolo jadeante y doblado por el dolor. Mantenía su mirada fija en él, sin una pizca de compasión, y prosiguió su interrogatorio:
—¿Así es como tratas a tu novia? ¿Golpeándola, amenazándola y demás? —preguntó con firmeza, su voz fría y determinada, como una jueza que dicta su veredicto. Pero el hombre solo estaba en silencio, negando con la cabeza.
La elegante chica de traje golpeó ahora su rostro con fuerza. —Esa es una respuesta incorrecta, intenta concentrarte. —La chica se estaba divirtiendo.
El hombre forcejeaba y miraba serio a la mujer. —¿Qué quieres? —dijo apenas en un susurro.
—Que te alejes de esa chica, y me importa un comino que sea tu novia. No quiero verte cerca de ella, porque si lo hago, te mataré. —Y esta le dio un puñetazo nuevamente en el rostro. —Espero que hayas entendido, ¿has entendido? —El hombre no se doblegaba, y solo la desafiaba.
—Así que no has entendido. —Otro golpe más. —Creo que ahora sí has entendido. —Ahora la cara del joven sangraba. La chica tomó el cabello de este, tirando hacia atrás y acercándose al oído. —No sabes quién soy, ni con quién te metes. Espero no volver a verte nunca más. Porque la próxima vez, te quedarás sin tu amiguito. —Ahora tomó sus partes íntimas para estrujarlas, mientras él gruñía de dolor.
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Amor Bajo Fuego (chicaxchica)
RomanceJulieta Cruz, una destacada miembro de su escuadrón e la hija del sargento más temido y respetado de la ciudad, se adentra en una misión: desmantelar una organización criminal dirigida por Olsson. Sin embargo, la vida de Julieta es mucho más que una...