Capitulo 15

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Wendy

Después de que la pequeña Julieta se desmayara, nos vimos obligados a llevarla a casa. No podíamos simplemente dejarla en el suelo de la fiesta, así que la cargamos.

Una vez en casa, la depositamos con cuidado en el sofá. No solo teníamos que preocuparnos por su bienestar físico, sino también por la situación que ahora iba a generar.

Como íbamos a decirle que Julieta su hermana mayor estaba vivía, y que sólo había fingido su muerte para proteger a su familia.

—Deberíamos haberla dejado en el suelo—, murmuró Octavia mientras se recostaba en la puerta mirándonos con cara de pocos amigos .

—Pensé lo mismo, pero...—, comencé a decir, solo para ser interrumpida por Julieta mayor

—De ninguna manera iba a dejar a mi hermana drogada o borracha en una fiesta de criminales. ¿Están locas ustedes dos?—nos espetó Julieta , mirándonos con sus manos en su cintura , con semblante serio.

—Y ahora, ¿cómo diablos vamos a decirle que en realidad no estás muerta? ¿Le vamos a soltar algo así como que resucitaste de entre los muertos por un milagro divino o qué? —exclamé, agitando las manos con frenesí.

—No tengo ni la más mínima idea —respondió Julieta, visiblemente frustrada.

—Creo que deberíamos pensar rápido, porque parece que está despertando —advirtió Octavia, señalando hacia la chica.

Pero fue demasiado tarde, la chica abrió los ojos y nos miró a todas con incredulidad, aunque su mirada se clavaba especialmente en su hermana, y luego se desviaba hacia mí y Octavia.

—Mai?—susurró apenas Julieta.

—¿Estás viva? —preguntó Maite, algo aturdida y alterada.

—No, no, está muerta —intervine irónicamente.

—Tú... —señaló a su hermana— ¡Estabas muerta, te vi con mis propios ojos! —exclamó, retrocediendo, claramente perturbada.

—Maite... —intentó hablar Julieta, pero su hermana la interrumpió con un gesto enérgico.

—¡Te lloré! —gritó con voz quebrada, lágrimas brotando de sus ojos mientras señalaba acusadoramente a su hermana.

—Lo sé —dijo Julieta con voz temblorosa.

—¿Lo sabes? ¡¿Lo sabes?! ¡No tienes ni idea! ¡Te lloramos, te dimos por muerta, y aquí estás, viva y coleando! —gritó mientras se acercaba a su hermana. El golpe resonó en el aire, como un eco de la incredulidad que se apoderaba del momento.

Con Octavia, observamos la escena como si fuera sacada de una serie de Netflix. La mini Julieta volvía a golpear el pecho de Julieta, quien simplemente se dejaba golpear, sin intentar detenerla. La situación se prolongó durante unos segundos intensos, hasta que Julieta finalmente la abrazó y la pequeña se derrumbó entre sollozos.

Señalé a Octavia para que dejáramos la escena, entendiendo que necesitaban aclarar algunas cosas solas. Era mejor darles su espacio para resolver sus asuntos. Con un gesto silencioso, salimos de la habitación, dejando a Julieta y su hermana a solas.

Julieta

—Entonces, ¿me estás diciendo que te querían matar por algo que hiciste? —preguntó Maite mientras se movía inquieta de un lado a otro.

—Sí, ¿cuántas veces más debo repetírtelo? — respondí, dejando que la fatiga se reflejara en mi voz mientras me desplomaba sobre la encimera de la cocina.

Amor Bajo Fuego  (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora