Capitulo 5

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julieta

Abrí los ojos lentamente ¿Dónde diablos estaba? Parpadeé varias veces, intentando enfocar mi vista, pero todo estaba borroso.

 El frío del asiento del auto me heló hasta los huesos, ahí no era mi cama, eso estaba claro.

Mis intentos por hablar fueron en vano, algo tapaba mi boca, ¿una tela? Mis manos, al tratar de liberarme, se encontraron atadas. La desesperación se mezclaba con el miedo que me hacía temblar de pies a cabeza.

Miré hacia fuera, solo oscuridad. Y entonces, noté a John, con la música a todo volumen, concentrado en manejar como si nada pasara, ajeno a mi despertar.

Intenté soltarme, pero sin querer golpeé el asiento del conductor, sacudiendo a John.

—Al fin despiertas— dijo entre la música, apenas lograba oírlo. —Perdón por eso—señaló hacia mis manos atadas. —Pero no quería que te escaparas.

Los minutos pasaban y el auto seguía su camino sin rumbo claro. No tenía idea de a dónde íbamos ni qué demonios estaba pasando. Solo sabía que mi exnovio se había vuelto alguien irreconocible, completamente fuera de sí.

¡El auto se detuvo de golpe y casi salgo volando! Maldije para mis adentros, esto era una pesadilla.

De repente, John salió del auto y se acercó a mi puerta. Intenté moverme, forcejear, pero era imposible. No había manera de escapar, ¡él tenía todas las de ganar!

—Quédate quieta Julieta—Me regaño mientras me arrastraba hacia una de las casas.

...

La habitación era enorme. Me lanzó a la cama y se largó, cerrando la puerta con llave. ¡El pánico me invadió por completo!

Era como estar en una película de terror que se hacía realidad. No entendía cómo John, mi ex, había llegado a este extremo.

Me revolví en la cama, luchando contra las ataduras hasta que logré liberarme. Miré a mi alrededor, desesperada por encontrar una salida. Pero no había ni una ventana. Mis intentos de abrir la puerta fueron en vano.

La desesperación me llevó a explorar cada rincón de la habitación, buscando algo, lo que fuera, que pudiera ayudarme a salir. Pero no había nada. La falta de opciones me agobiaba y las lágrimas comenzaron a caer. Me sentía atrapada, como en una pesadilla.

Cada intento fallido aumentaba mi sensación de impotencia. Golpeé la puerta, busqué algo que pudiera usar como arma, pero todo fue en vano. ¡Esta situación era una mierda total! Las lágrimas corrían por mis mejillas mientras intentaba controlar mi respiración, tratando de mantener la calma.

¡Todo pasó tan rápido! De repente, John apareció en la puerta con un cuchillo, asustándome por completo.

—Siempre fuiste inteligente, pensé que podrías salir. Te estaba esperando—dijo con una sonrisa que parecía salida de una película de psicópatas.

—¿Jhon, qué quieres? —pregunté, con la voz temblorosa y nerviosa.

—A ti —respondió, acercándose lentamente.

Me alejé de él, intentando mantener distancia, pero el tipo seguía acercándose, como si disfrutara de mi miedo. La puerta estaba abierta detrás suyo y, sin pensarlo dos veces, lo empujé hacia afuera. Y se fue de cabeza al suelo.

Corrí hacia las escaleras con la firme idea de largarme de ahí. Pero la mala suerte se burló de mí: resbalé y terminé deslizándome escaleras abajo, retorciendo mi pie como si fuera de goma.

Amor Bajo Fuego  (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora