Capitulo 10

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Wendy

Grité a las enfermeras y al personal médico para que vinieran a ayudarme con el sargento Cruz, quien había recibido un disparo y sangraba. Varios enfermeros llegaron rápidamente, y una enfermera me pidió que sacara a Julieta de allí, ya que estaba en estado de shock.

Decidí llevarla a otra habitación vacía, la acosté en la camilla y le pedí que me mirara, pero estaba temblando y solo observaba la sangre en sus manos.

—Juls, mírame, él va a estar bien, lo prometo —intenté consolarla, pero ella solo negaba con la cabeza.

Después de unos minutos, una enfermera llegó para administrarle un calmante y que descansara. Mientras la enfermera terminaba de ocuparse de Julieta, me acerqué y la abracé, sintiendo su temblor contra mi pecho.

Poco a poco, su respiración se fue tranquilizando y su cuerpo se relajó en mis brazos. Suspiré aliviada al verla descansar, su rostro ahora más sereno y relajado. La cubrí con una manta suave y me senté a su lado, decidida a quedarme mientras ella dormía.

¡Julieta, qué me has hecho! Siempre he sido la mala de la historia. 

—Agg —suspiré profundamente, sintiendo cómo el torbellino de emociones me arrastraba hacia el feo sillón en el que me desplomé. Minutos después, el agotamiento me venció y me sumergí en un profundo sueño.

1 hora después 

De nuevo en ese incómodo sillón, traté desesperadamente de descansar, pero era como intentar dormir en una silla de tortura. Mis ojos no podían evitar seguir a Julieta, quien dormía plácidamente en su camilla mientras murmullos escapaban de sus labios, seguramente inmersa en algún sueño perturbador.

Había algo en ella que me atraía, una energía que me desconcertaba. Parecía algo irreal. Estuve sumida en esos pensamientos durante unos minutos, sintiéndome como si me hubieran arrojado de lleno en una trama loca, algo que solo ocurre en películas o novelas, no en la vida real. ¿Qué demonios estaba haciendo aquí? Mientras la observaba, me preguntaba cómo terminé en algo tan extraño. 

No era la típica historia que esperarías en tu día a día. Se sentía como si estuviera atrapada en el guion de una tonta novela de Wattpad sin sentido, donde las emociones fluían sin control y todo parecía demasiado surrealista para ser verdad.

Mis pensamientos fueron abruptamente interrumpidos por los gritos desesperados de Julieta cuando despertó de golpe. 

—Tranquila —susurré apenas.

—¿Mi padre? —preguntó, con los ojos buscando respuestas.

—Está bien —respondí, tratando de transmitirle seguridad.

—Que haces aqui? —preguntó, examinando la habitación como si fuera un escenario desconocido.

—Cuidándote  —dije, sonriendo ligeramente para reconfortarla.

—No tienes que cuidarme, sé cuidarme sola —habló, intentando levantarse de la cama.

—¿A dónde crees que vas, Julieta? Quédate quieta —dije, sosteniéndola para que permaneciera en la camilla.

La miré con seriedad.

—Julieta, ¿no entiendes que no te voy a dejar salir de la habitación? Tu padre está bien, ¿entiendes eso? —dije muy seria.

—Me importa muy poco lo que tú digas. Iré a ver a mi padre —dijo, enfadada, para después bajarse de la camilla e irse de la habitación.

Tiene carácter la niña.

Amor Bajo Fuego  (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora