Capitulo 17

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Advertencia: Este contenido puede contener temas o situaciones que no son adecuados para menores de 18 años. Se recomienda discreción al lector.

En la comisaría, Maite irrumpió sin titubear, arrastrando tras de sí a cierta pelinegra. Ignorando los gritos de la recepcionista que intentaba detenerlas, la joven rubia subió las escaleras con determinación y abrió la puerta de la oficina de la policía de un golpe.

—¿Puedes explicarme por qué mi cara está en todos los noticieros, PAPÁ? —exclamó Maite, su voz llena de furia y confusión, mientras la pelinegra permanecía en silencio a su lado.

Pero su expresión cambió a una de desconcierto cuando, en lugar de su padre, encontró a una mujer de tez morena sentada detrás del escritorio. La mujer, de cabello largo y oscuro, llevaba un impecable atuendo profesional y tenía una mirada firme. Estaba concentrada en la pantalla de la sala, pero al escuchar el alboroto, levantó la vista. Los presentes en la oficina miraban a Maite con sorpresa.

—¿Y tú eres? ¿Dónde está mi padre? —preguntó Maite, confundida, al ver que la sala tenía claramente el letrero "Sargento Cruz".

—Maite, ¿verdad? —habló la mujer levantándose para ponerse a la altura de la joven. Era más alta y su mirada intimidaba a Maite, quien retrocedió un poco, chocando con la pelinegra, que miraba asustada a todos los presentes como si fueran zombis hambrientos.

—¿Y usted es? —inquirió Maite, aún desconfiada.

—Un gusto, Capitán Chris Namus —respondió la mujer con seriedad, extendiendo la mano. La joven rubia la rechazó, manteniendo su mirada desconfiada.

—Su padre fue dado de baja hasta nuevo aviso. Como sabe, es protocolo cuando pasa algo con un familiar directo —explicó la capitán, tomando un respiro antes de continuar— La estábamos buscando. Su padre la denunció como desaparecida desde...

—Sí, ya sé, estoy por todos lados, ni que fuera una niña chica, ¿sabe? Tengo 17, sé cuidarme sola —interrumpió Maite bruscamente—. Además, tengo entendido que la alerta se da luego de 48 horas, no en menos de 24 horas. ¿Por qué son tan exagerados?

—¿Sabe que su hermana falleció? No la veo tan afligida por eso, y fueron solo algunas semanas —dijo la capitán, acercándose de nuevo a la menor de los Cruz.

—¿¡Que no me ve afligida, joder!? ¿En serio? ¡Qué poca empatía tiene usted, señora capitana! —gritó Maite, bastante alterada y perdiendo el control.

 Octavia, que estaba detrás de ella, intentaba calmarla sujetándola del brazo, pero era imposible—. ¿Sabe usted lo que es perder a una hermana? —preguntó, esperando una respuesta, pero la capitán solo la miraba en silencio.

—¿Por qué los policías son tan fríos y tan... agh, los odio! Me largo, saquen mi cara de esos noticieros —gritó, tomando del brazo a la pelinegra para irse, pero la mujer la detuvo sujetándola del brazo.

—Tú no vas a ningún lado —dijo la capitán con firmeza.

—¿Qué? ¿Por qué? Ya aparecí —habló con obviedad.

—Investigamos tu caso, jovencita —informó la mujer, mostrándole a Maite una fotografía que revelaba su identificación falsa, claramente indicando que tenía 21 años. 

Maite maldijo en su interior al idiota que la encontró y la entregó a la policía—. Estar en una fiesta siendo menor de edad es ilegal —dijo la capitán—. Según tú, tienes 17 años, así que muy legal no eres. Y asumimos que has estado bebiendo o consumiendo alguna otra droga. Queda detenida por violación del Código de Negocios y Profesiones de California, Sección 25658, que prohíbe el consumo de alcohol por menores de 21 años, por posesión ilegal de sustancias controladas según el Código Penal de California, Sección 11357, y por uso de una identificación falsa según el Código Penal de California, Sección 470.

Amor Bajo Fuego  (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora