Capítulo 18

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Julieta 

Detrás de las puertas doradas, había una fiesta privada a la que solo unos pocos afortunados habían sido invitados. Bueno, yo estaba ahí porque Wendy.

Era la élite de los negocios, líderes de imperios financieros y figuras influyentes del mundo criminal reunidos en este exclusivo lugar.

Las luces tenues y la música suave creaban una atmósfera sofisticada y misteriosa, mientras el aroma a champán y cigarros caros llenaba el aire, algo que no me agradaba tanto. 

Me sentía fuera de lugar entre tanta gente poderosa y ostentosa. Observaba a los invitados con   curiosidad. Las mujeres, con elegantes vestidos, parecían más bien trofeos que acompañaban a sus adinerados. Sus sonrisas falsas y su falta de espontaneidad me incomodaban.

Yo estaba en un rincón, apartada de todos. Esto me agobiaba un poco, estar con tanta gente. Llevaba un vestido de gala increíble que Wendy me había comprado, aunque yo me había negado, pero ni modo, esa niña siempre hace lo que quiere. El vestido era largo y negro, con un tejido que se sentía suave, elegante y sensual. Me hacía sentir aún más fuera de lugar. Su escote pronunciado y su corte ajustado me exponían a las miradas lascivas de los hombres que me rodeaban, idiotas que me miraban como perros sabuesos mirando su comida.

Los odio.

Mientras tanto, veía a Wendy moverse con soltura entre la multitud, irradiando una energía contagiosa mientras conversaba con los invitados y parecía disfrutar de la opulencia que la rodeaba. Yo, en cambio, me sentía como una intrusa en un mundo que no me pertenecía. De repente, Wendy se acercó a mí, acompañada de un grupo de hombres impecablemente vestidos. Me presentó como su pareja y me invitó a unirme a su conversación. Casi escupo lo que estaba tomando . ¡Se supone que estoy muerta! Aunque el maquillaje y el corte de pelo me hacían parecer poco reconocible, no podía presentarme como "mi novia Julieta". Aclaré mi garganta para saludar adecuadamente a los hombres que me miraban con extrañeza.

Intenté participar, pero me sentía incómoda e incapaz de conectar con ellos. Sus conversaciones giraban en torno a inversiones multimillonarias y negocios turbios, un mundo que me resultaba completamente ajeno.

Bueno, no tan ajeno. Ha pasado un tiempo y he llegado a entender algunas cosas. Wendy había intentado involucrarme en sus asuntos criminales, o al menos ahora sabía un poquito más .

flashback

—Entonces, cuéntame para entender tu 'trabajo'."— Hice comidillas porque esto de ser una mafiosa no es un trabajo

—¡Solo si te callas y escuchas! Porque es muy complejo de explicar y conociéndote ,tú vas a interrumpir—, habló mientras se colocaba delante de la televisión.

¿Acaso iba a actuar o qué?

—¿Conoces el juego del padrino? Te digo el juego porque la película no la vi—, decía moviendo las manos. Asentí.

¿Quién no ha jugado a eso?

—Bien—, me sonrió. —Pues así es como funciona este mundo, es un juego de poder, un juego de supervivencia y solo los más fuertes, los más astutos, aquellos que saben jugar según las reglas, son los que llegan a la cima.

—Reglas... ¿Qué reglas?—Pregunte , pero Wendy me dio una mirada de muerte—Está bien me cayo

—Las reglas son simples: lealtad, silencio, respeto. Y por supuesto, la fuerza. La fuerza para defender lo que es tuyo, para tomar lo que deseas y para eliminar a aquellos que se interponen en tu camino.

—Pero eso suena...—

—Lo es. Este mundo no es para los débiles ni para los sentimentales. Es un mundo de tiburones, donde solo los más feroces sobreviven. Pero también es un mundo de oportunidades, donde aquellos que son lo suficientemente inteligentes pueden alcanzar cualquier cosa que se propongan. Ejemplo Yo —Dice triunfante con una sonrisa

Amor Bajo Fuego  (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora