El barco luce mucho más grande desde dentro, tiene diversos pasillos y puertas, parece más un laberinto de madera con olor a mar y con pequeñas antorchas que iluminan el interior del mismo.
Javier, con algo de miedo, se deja guiar por aquel joven omega mientras lo toma de la mano.
—¿Cómo es que te llamabas? —le pregunta Oliver
—Javier, Park Javier —responde tratando de ocultar su miedo.
—¡Oh!, ya veo... Por eso te salvas de dormir en el calabozo —comenta mientras puede ver la duda que se dibuja en el rostro de Javier—. Mi nombre es Oliver, pero puedes decirme Oli y tengo veintidós años... No me veas así, tú fuiste el que salvó al capitán hace unos días. Él te estuvo buscando.
—Por eso cuando me vieron en el pueblo gritaron que les serviría —musita Javier.
—Te equivocas, no sabíamos cómo eras. En realidad fue porque vimos cómo robabas, pareces un experto —explica Oliver—. A los esclavos los cambiamos cuando ya no nos sirven: algunos son asesinados y otros son dejados en algún pueblo donde tomamos a otros. Lo único que no hacemos es reclutar alfas.
—Pero además de Min, el otro que estaba contigo es alfa —dice Javier recordando el olor de aquel chico—. Olía como las naranjas.
—Ese es James, mi alfa, mira... —Oliver muestra orgulloso su marca, la cual está plasmada entre la unión de su cuello y hombro—. Algún día el capitán Min te marcará. Acostúmbrate a decirle capitán o te irá mal. También debes saber que hay otro alfa, en total son tres. El resto son omegas y betas.
—Ningún alfa me marcará, ni ese tal capitán Min —farfulla Javier molesto—. ¡No lo permitiré!
—Dudo que tengas otra opción. Cuando lo rescatamos dijo que había encontrado a su omega predestinado. —Oliver ríe al recordar la sonrisa enamorada que tenía el capitán en aquel momento—. Por cierto, esta será tu habitación.
Javier tomó eso con indignación. Él no lo consideraba su alfa, más bien pensaba que era un nuevo amigo, pero se equivocó, era solo un sucio pirata que de no haber ido con él hubiese matado a toda su familia.
La habitación que compartirá con Oliver es pequeña, cuenta con una litera y un escritorio con una antorcha encendida para iluminar.
—Tú dormirás arriba. No sé cómo no caerme cuando el barco se mece por las fuertes olas —le indica Oliver mientras señala la cama de arriba.
Tocan a la puerta y el joven alfa llamado James asoma la cabeza sonriendo.
—Hola, Javier. El capitán me habló muy bien de ti y me mandó a darte esto. —El joven alfa le entrega una botella con un líquido de color verdoso, parecido al supresor que le hacía su madre—. Es un supresor, aunque su aroma es bastante agradable.
—¡Ehmmm...! ¡Gracias! —murmura Javier tomando en sus manos la botella.
—Me llamo James y tengo dieciocho años, soy el menor aquí —dice orgullosamente—. Por cierto, están decidiendo lo que harás en el barco. Lo más seguro es que te toque ayudar a Liam, el chef, en la cocina. A la hora de la cena lo conocerás.
—¿Y ustedes qué hacen? —pregunta curioso el omega.
—Nuestro trabajo es buscar nuevos esclavos cuando visitamos un pueblo y asesinar a los que no sirven —explica un sonriente James.
Los chicos parecen ser agradables, a pesar de todo. James y Javier ríen de las estupideces de Oliver, todo está en paz hasta que un penetrante olor a chocolate inunda la habitación, haciendo que los chicos sonrieran ante aquella presencia, y Javier se congelara como una presa frente a su cazador.
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Altamar // EN FÍSICO
Fantasy[LIBRO 1] VIDA PASADA Javier es un joven omega que ha sido arrastrado al robo y a trabajo precario por haber nacido en dicha casta, hasta que sin buscarlo le salvó la vida a quién estaba destinado para él. Yohn es un pirata alfa cuya vida fue salvad...