Capítulo 50

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Min Yohn y sus tripulantes deciden quedarse un rato en la isla de So Far Away y los padres del pirata, o más bien príncipe, no pueden estar más contentos. El capitán toma estos días para meditar sobre todo lo sucedido, trata de darle espacio a su omega, aunque su instinto no se lo permita. Desea estar con él a cada segundo, solo hay algo que lo tiene un poco asustado, la señora Park.

—Ya deberías enfrentarla. —James juega con su propio cabello, está un poco más largo de lo habitual, tanto tiempo encerrado lo cambió físicamente, está un poco más delgado, pero Ricardo y Daniel hicieron un buen trabajo cuidándolos—. Debería decirle algo así como: "Disculpe, solo tomé prestado a su hijo porque me pareció encantadoramente sexi, al igual que usted, ya sabemos de dónde sacó su belleza.

—Debes estar bromeando... Tanto tiempo encerrado te quemó el cerebro. —Min agita su sombrero en el aire, se ha negado a usar sus túnicas de príncipe—. Son las consecuencias de permanecer más de una hora en el mismo sitio con Oliver.

Ambos alfas se ríen entre ellos, como si de hermanos se tratara, se extrañaban y había tantas cosas que contarse, tanto misteriosas, mágicas y por supuesto terrenales historias. James y Oliver están algo molestos porque no estuvieron presentes en la boda y se han puesto de parte de los reyes para realizar la sucesión de la corona. Los monarcas sienten que ya están muy viejos para seguir gobernando, pero su hijo se niega a tomar las riendas del lugar. Jun se burla de la decisión de Yohn alegando que éste no acepta el cargo real porque hay demasiada gente en el pueblo y Min apenas puede con la pobre tripulación del Whalien, por eso no se encargará del reino.

Todo el mundo de Yohn ha dado un brusco giro, sin mencionar el de su amado omega. En estos días que se han quedado en el dormitorio de los príncipes, creyó que él sería el nostálgico pero se equivocó, la verdad es que la persona que más lloró y se quebró ante al alfa fue Javier, recordando toda su infancia, y a las personas que lo rodearon, incluso llegó a meter a Ethan al cuarto para conversar y desahogarse con él, Min lo tranquilizó, al menos Sergio tiene una buena relación con el omega, si es o no Ethan su pareja predestinada, ellos lo sabrán, no deben meterse más en una relación ajena.

—Yohn... capitán... ¿Cuánto tiempo le queda a Javier para que tenga su cachorro? —La pregunta de James desubica un poco a Min—. Javi se arriesgó mucho al venir a la batalla.

—No me recuerdes eso, James, y para ser sincero no sé cuánto tiempo tiene con exactitud, pero... debe estar por... nacer, o le deben faltar un par de meses. —Min siente que se forma un nudo en su garganta al recordar el tiempo de espera para conocer a su cachorro, se imagina cómo será, seguramente con cachetes regordetes y ojos afilados como los suyos—. Estoy algo asustado, no sé si estoy preparado para eso.

Ahora deben enfocarse en ellos, especialmente en Javier que se atrevió a ponerse en riesgo gracias a su terquedad, solo les queda esperar que todo salga bien.

Mientras tanto, la habitación que usan Javier y el capitán Min, está siendo ocupada por el omega y la madre de éste. Javier se siente explotar, luego de la batalla parecía que iba a desfallecer, no podía seguir poniendo en peligro a su cachorro que últimamente se mueve demasiado, haciendo que vaya muy seguido al baño a vomitar. Su madre se encarga de cuidarlo, pero no olvida quien es el responsable de que su bebé esté así.

—Mamá, ya cálmate. —Javier se cubre la cara con la manta, su hermana se encuentra durmiendo justo al lado abrazando su creciente panza—. Voy a tener un bebé... Un cachorro hermoso de mi alfa.

—¡Ese hijo de la grandísima p... ! ¡Te secuestró y seguro te violó! —Está un poco histérica—. No sabes cuánto lloré por tu partida. Luego de la muerte de tu padre no recuerdo nada, como si mi mente estuviera de un color negro... Ahora que regreso consigo a mi bebé marcado y a punto de tener un hijo. Y lo peor no es eso, ¡con el pirata que lo secuestró!

—Ya, mamá... Sí, lo sé, pero lo amo y quiero conocer a mi cachorro. —Javier se sienta ocasionalmente, es molesto tener que estar acostado, pero el doctor del reino recomendó el descanso absoluto por haber abusado de su condición entrando a una pelea—. Quiero ver a mi alfa...

—Aquí estoy, pastelito. —El omega sonríe al ver a su media naranja caminar hasta la cama, sentándose a un lado de él, tratando de no ver a su suegra a los ojos, eso significa peligro—. Hola, señora Park, ¿cómo sigue usted?

—Con mejor memoria que nunca. —El temible alfa, el capitán Min, tiembla ante la furiosa mirada de la madre de su omega, sabe de lo que son capaces—. Intentando pensar que manera sería mejor para cortarte en pedacitos, por secuestrar y embarazar a mi hijo... Serás un buen alimento para los cocodrilos.

—¿Es verdad que existen cocodrilos en el castillo? —Min quiere jugar con fuego, y no le importa molestar a su suegra—. No creo que yo sea de su gusto.

—En serio no tiene moral "capitán". —Min tuerce la boca en una mueca extraña, Javier se vuelve a enroscar en las mantas evitando contacto visual con los dos—. ¿Debería decir príncipe? Así se refieren a usted esos dos betas que vienen de vez en cuando a ver a mi bebé.

—Mis padres son los reyes de este lugar —mete la mano halando la manta para descubrir el rostro de Javier—, pero soy el capitán del Whalien que navega en altamar, sin rumbo fijo, solo buscando la felicidad, aunque la encontré en un omega que me robó el corazón.

—Capitán... Usted me robó a mí el corazón —murmura el omega totalmente colorado y tomando la mano del alfa para enroscar sus dedos. Ese simple contacto es todo lo que necesita.

—Querrás decir que te robó a ti de nuestra casa, Park Javier. —Su madre está casi púrpura de la furia—. Te alejó de tu madre, no te imaginas cuánto sufrí...

—¿Qué tengo que hacer para que me acepte señora Park? —Min Yohn está dispuesto a negociar con ella.

—Acepta la corona. —Eso es sin dudas un balde de agua fría para el alfa, se esperaría cualquier otra cosa menos eso—. No quiero que mi nieto nazca en un barco sin los cuidados necesarios. ¿Qué educación va a tener? ¿Acaso nunca pensaste en que puede suceder algo incluso durante el parto?

—Yo... —No puede mentir, el alfa nunca llegó a esas conclusiones. ¿Si pasaba algo como sucedió con Liam? Tuvieron suerte gracias al elixir, pero ya eso no está de su parte, sin contar que se agotaron sus recursos mágicos, por así decirlo. Voltea a ver a su omega, aquellos ojos castaños que lo enamoraron desde el primer día, esos ojos que cuando su omega se hace presente se vuelven de un tormentoso y hermoso plateado. Nota además cómo su cabello ya no posee aquel tono oscuro, se ha vuelto completamente rubio por el polvo de hadas del lago que visitaron. Nunca supo el motivo de ellas para hacer eso, pero debe admitir que se ve hermoso, sus labios perfectos y aquel cuerpo de ángel que fue creciendo para darle espacio a su cachorro. Debe pensar muy bien las cosas antes de precipitarse y subirlo al barco nuevamente—. Yo no había pensado en nada de esto...

—Yohn, siempre te apoyaré y te seguiré al fondo de la tierra de ser necesario... Solo... déjame quedarme por siempre contigo. —Javier tiene la voz temblorosa y su madre gruñe inconscientemente—. Si quieres o no ser príncipe sabes que respetaré tu decisión, porque te amo. Te amo, Min Yohn.

—Yo te amo mucho más de lo que imaginas, mi pastelito, mi Min Javier. —El capitán Min sabe que debe tomar una decisión rápida, al omega no le debe quedar mucho, aunque no sabe con exactitud cuántos días, lo que sí sabe es que su omega difícilmente puede moverse por sí solo, sabe que debe actuar y dejar de ser el orgulloso, su omega y su cachorro deben estar por delante de cualquier cosa.

Porque a veces debemos sacrificar algunas cosas para poder hacer nuestros sueños realidad...

Altamar // EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora