Capítulo 14

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El miedo invade el interior de la tripulación. Los gritos de los chicos son reemplazados ahora por aullidos desgarradores. Su columna vertebral es modificada y alargada y resulta en una cola. Sin poder levantarse más sobre sus piernas, caen a cuatro patas. Aterrorizados intentan hablar, pero solo salen pequeños aullidos y gruñidos.

Se olfatean entre ellos mientras Min y Javier logran reconocerse, el menor de color castaño y ojos con matices plateados trata de esconder su cuello en el pecho del gran lobo alfa de color negro y ojos dorados. Los otros tres, algo confundidos, se sientan chocando sus espaldas desconcertados ante la abrumadora situación.

El capitán Min intenta hablar, pero solo logra emitir gruñidos. Sin saber qué hacer mira a su omega que busca resguardarse en su pecho, debajo de sus patas.

—Pastelito, no tengas miedo. Aquí estoy. —Es el significado de los gruñidos de Min.

Los aldeanos que los rodean ahora son una manada de lobos hambrientos. El grupo de piratas intenta gruñir y aullar para espantarlos sin éxito. Los lobos enemigos se acercan cada vez más, en especial hacia los dos omegas del grupo.

James y Min se ubican adelante para hacerle frente a la manada de aldeanos, mientras Henrik busca resguardar a los omegas que son mucho más pequeños. Alzan sus lomos al gruñir para aumentar visualmente su tamaño, de pronto un gran número de lobos sale de la pequeña selva detrás de las casas. El grupo de piratas se mira entre sí y asienten para ponerse de acuerdo en algo puntual: huir a la velocidad del rayo.

Correr por sus vidas es la única opción en este momento, ya que no pueden luchar con espadas o armas de fuego. Tampoco es buena idea ir hacia el Whalien que se encuentra con una apertura, teniendo en cuenta que Liam y Jun también se encuentran allí.

James se pone a la cabeza del equipo y aúlla señalando con su hocico la montaña enfrente de ellos; esconderse en esa jungla será su salvación si logran perder el rastro de aquellos aldeanos locos que los persiguen. Desde un principio estuvieron esperando que se transformaran para que los piratas quedarán inofensivos ante ellos, pero Min no iba a permitir que nadie tomara a su lindo omega.

La caminata se hace cada vez más larga, empiezan a jadear por el cansancio de correr lejos de aquellos lobos. La selva camufla muy bien sus aromas, pues se entremezclan con los muchos que hay en ella, pero aun así deben ocultarse en algún sitio donde puedan pasar la noche hasta que acabe la maldición.

De entre los espesos árboles y maleza del lugar sale un gran lobo gris, empujando a Javier contra el suelo y tomándolo del cuello, listo para llevárselo.

—¡No!, él es mío, ¡lobo pendejo! —Los aullidos de dolor de Javier activan los instintos del capitán Min, quien les indica a los otros tres que sigan corriendo. Min busca la manera de enfrentarse a aquel gran lobo,olfatea el ambiente y se da cuenta de que es otro alfa como él. Así que debe darse prisa si no quiere que su pequeño sea marcado

—¡Yohn, ayudaaaa! —aúlla Javier con dolor, no puede soltarse de aquel alfa. El forcejeo solo causa que éste le raspe con los colmillos su pequeño cuello, manchando su pelaje con algunos hilos de sangre.

Min se lanza al cuello del lobo gris, en un intento feroz de atacar sus partes vitales, lo patea con fuerza en su costado después de haber visto cómo intenta montar a su omega. La desesperación ataca al capitán, no tiene la suficiente fuerza para salvar a Javier por sí mismo, pues este alfa es demasiado grande para él, sin embargo, no se rinde tan fácilmente. Min cambia de estrategia y se acerca a la cola del atacante mordiéndola y halándola con fuerza. El lobo enemigo gruñe y suelta al omega en el intento de responderle a Min que le muerde con ferocidad.

Javier se tambalea al ser soltado, su cuello duele y su vista está algo borrosa, pero no puede caer desmayado en ese lugar. Al levantar su mirada ve a ambos alfas peleando, ¡Sí!, una auténtica pelea de lobos. Cuesta creer que aquel lobo negro sea su capitán.

Altamar // EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora