Altamar // EN FÍSICO

Capítulo 45

—Creo que será mejor que lo piensen dos veces antes de entrar aquí, capitán —susurra un guardia real que tiene a Min tomado por el cuello alzándolo contra el frío muro de piedra del castillo—, tú y tus amiguitos serán el alimento de los lindos cocodrilos del rey.

El alfa y sus tripulantes están acorralados en ese momento, la tensión crece puesto que no saben cómo librarse de esto, aunque Min no cuenta con las habilidades ocultas de los alfas que lo acompañan.

Con un movimiento rápido de manos, Kris logra soltarse del corpulento guardia y clavarle la espada en el estómago, no deben estar atentos en ayudar a los demás sino a sí mismos. El primero que llegue al Rey debe asesinarlo, como si jugaran al ajedrez, con la diferencia de que para Min Yohn, su pastelito es el Rey del tablero del Whalien, si el muere, pierde la partida.

Aprovechando la distracción del guardia desangrándose Min le da una patada en la entrepierna a su atacante y logra hacer que lo suelte, corre a cortar el cuello del que está tratando de estrangular a Jude. Se liberan entre todos, dejan unos cuantos cadáveres más y siguen su trayecto hacia el interior del castillo. Todo parece ser tan distinto a como lo recordaba Yohn. Verdaderamente, Louis transformó aquel hermoso castillo que parecía un cuento de hadas en el castillo de las brujas, todo oscuro, tenebroso.. En el ambiente se puede percibir gran cantidad de pesadez, como si aquellas personas que fueron asesinadas por él se hubieran quedado deambulando.

—¿Dónde estarán los cocodrilos? —pregunta Jude curioso, al no ver el lugar donde se ocultan, ni conseguir ningún rastro de esas bestias que nombró el guardia—. Sería buena idea saber para no acercarnos a ese lugar. No me vea así capitán.

—Alec, ¿estás bien? —Dave está algo preocupado por su amigo, tiene un corte profundo en el brazo izquierdo, el nombrado solo asiente mientras se hace un torniquete con un trozo de la camisa.

—Andando. —Creen que será un camino un poco más rápido, pero la vegetación para llegar al castillo es bastante densa, Min quizás no lo diga, pero tampoco quiere ni pretende conseguirse con los cocodrilos, si es que es cierta su existencia.

Las hojas secas que están en el suelo crujen bajo las pesadas botas de los alfas, están sudados y con manchas de sangre sobre sus ropas, tanto propia como del enemigo; cualquier sonido los distrae, saben que posiblemente hay algunos animales en esa extraña selva, pero agradecen que no haber escuchado hasta ahora ningún rugido proveniente de alguno de gran tamaño como un tigre o un león.

Un fuerte gruñido, seguido de un grito, los hace entrar en alerta, un gran guardia que parece un extraño animal gigante se dirige hacia ellos alzando una cuchilla tan grande como su cuerpo, definitivamente pretende rebanarlos en pequeños trozos de piratas. Esquivan los golpes, un silbido de viento se produce cada vez que la gran espada corta el aire. Dave saca sus colmillos y muerde con fuerza la pierna del sujeto, recibe un fuerte golpe en su cabeza como respuesta. Kris lo toma en brazos y lo aleja, pero al parecer no podrá hacer mucho por él en ese momento.

—Ese mocoso. ¡Me las pagará! —bufa el guardia. Coloca la espada sobre su cabeza y comienza a girarla creando una especie de danza, de acercarse mucho, la cabeza de Kris rodará al suelo con gran facilidad.

El guardia, que se puede notar a leguas que es un alfa, es cuatro veces más grande que ellos, los tripulantes del Whalien lucen como pequeñas hormigas ante él. Min está verdaderamente asustado, sus vagos intentos por morderlo o clavar su espada, son en vano. Lo único que detiene sus fuertes movimientos son las posibles punzadas que da a su herida en la pierna.

Kris al darse cuenta de eso corre hacia la espalda del enemigo, brincando y mordiendo con fuerza uno de sus brazos, busca desgarrar el músculo para que no pueda usar su espada.