Capítulo 20

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—Min Yohn, otra vez nos volvimos a perder. ¿Tienes el mapa de cabeza? —El capitán Jun golpea el timón, mientras Min cubre su rostro con el mapa que según, los guiaría a Lluvia—. Se supone que tú me guiarías con ese mapa mugriento y la brújula.

—La brújula no para de dar vueltas, por eso me estaba guiando con las corrientes marinas. —Trata de defenderse.

—Tendrás imanes en las manos. —Jun pone su cabeza sobre el timón como esperando una respuesta de parte de éste—. Ahora ni idea de dónde estamos.

—¿Qué sucede, pastelito? —pregunta el capitán Min al notar a un lindo omega vestido de chef llevándoles unos aperitivos. Tiene los ojos un poco hinchados y se nota algo despeinado debajo de su gorro de pliegues, pero sonríe frente a los dos alfas—. ¡Oh...! no tenías que traer nada.

—Sé que tienen hambre y fueron los únicos en no ir al comedor. —Jun se acerca por el olor a comida—. Para usted también, capitán Jun. Buen provecho.

—Gracias, Javi. ¿Cómo está Liam y mi cachorro? —pregunta un preocupado alfa. Siempre que puede se va cerca de su omega, busca atenderlo y cuidarlo, pero no es algo que haga todo el día porque si no, ¿quién va a guiar el Whalien?.

—Están bien, capitán, no se preocupe tanto. Ahora el chef manda mucho más que antes y come cosas más raras todavía. —Javier toca su mentón recordando la extraña mezcla de pasta de tomate con chocolate que se estaba merendando el chef con tantas ganas. Le da náuseas de solo pensar en esa combinación.

—Capitán Min, el mar se encuentra agitado por el paso de sirenas y tritones justo debajo de nosotros. —Tomás se encuentra algo alterado, pero Min no pierde la calma y mucho menos delante de él.

—Unas sirenas y tritones no son capaces de mover la corriente de este modo. Debe haber abajo algo más que esos seres —explica Min al otro alfa como si se tratara de un niño pequeño—. Debes saber que ellos viajan siempre con delfines y ballenas. Posiblemente, hay muchas ballenas acompañándolos.

—¿No será la ballena blanca? ¿La llamada Whalien? —Javier parece interesado en la conversación de los alfas, pero Min niega.

—Si fuera esa ballena y pasara por debajo del barco nos volcaría en unos segundos. —Min se rasca la cabeza, Whalien es una ballena mucho más grande que otras de su especie. Además, su tono de piel se puede identificar a distancia—. Tendremos que soportar el oleaje hasta que pasen, tratemos de que el barco no se desvíe hacia donde van ellos.

El día está transcurriendo bastante tranquilo en comparación a todo lo que sucede en las aguas debajo de la embarcación. El chef decide parar la cocina hasta que las aguas se tranquilicen, porque alguien podría quemarse con los aceites y sustancias que hierven en los diferentes envases.

Javier no se siente del todo bien consigo mismo. Ya puede caminar sin problemas, al parecer su lesión fue muscular, pero el ver a su madre y al señor Sergio le trajo un sentimiento de nostalgia. La verdad quiere mucho al capitán Min, pero no puede ignorar que fue él quien lo alejó de su familia. Sentado en una pequeña banca a un costado del barco, ve, sin temor, a todos los seres que pasan en el agua cerca del Whalien, vive en una lucha constante con su terco omega interior.

—¿Estás bien Javier? —Al voltearse, el omega se consigue con el joven Tomás acercándose y tomando un lugar a su lado—. Te noto algo triste. ¿Es por lo de tu mamá?

—Sí. —Una lágrima corría por su mejilla—. La extraño mucho, a pesar de que aquí me siento como en una gran familia.

—¿Qué harías si te digo cómo encontrarla y huir con ella? —Javier queda estático ante la propuesta del alfa—. Te puedo dar esa opción.

Altamar // EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora