✧ Capítulo 28✧

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...... Años atrás.....

-¡Rouse aquí!

Sigo el bajo susurro hasta que finalmente lo veo.

-Aqui estás bobito.

-¿Nadie te vió verdad?

-Nadie.

-¿Ya les comentaste a tus padres sobre dormir esa noche fuera de tu casa?

-Si, sabes que es algo complicado, mamá no me deja pasar la noche en casas ajenas y menos papi, pero los convencí de que pasaría la noche en casa de mi amiga y lo aceptaron, pasarán a dejarme ese día a la casa de mi amiga y vendrán a recogerme al día siguiente.

-Perfecto, entonces pasaré por la casa de tu amiga y después nos iremos a divertir, a la mañana siguiente pasaré a dejarte temprano para que no nos descubran.

Sostuvo mi cintura y me acercó a él.

-Si.

Su mano acaricia mi mejilla con ternura, toma mi mentón y me acerca a él, une nuestros labios, su lengua entra en mi boca, como siempre, sus besos son de lengua, profundos y desenfrenados.

-Estoy ansioso por estar contigo.

-Yo también Chris, ya dentro de muy poco....estaremos juntos toda la noche....

-Lo sé...

Volvió a besarme posesivo y desesperado.

Dentro de dos días pasaré toda una noche con Christian, él y yo solos en su casa.... Será mi primera vez y será especial...como siempre lo soñé.



La noche esperada.....



-Gracias a dios que tu mamá no está en casa y no podrá decir que en realidad no pasaré la noche aquí.

-Lo bueno, por cierto, ¿tu galán no debe de tardar verdad?

-No, ya debe de estar cerca.

El timbre suena, sé que es él.

-¡Ya está aquí! Bueno, si llama mi mamá dile que estoy dormida ¿ok?

-Ok, ¡suerte!

Tomé mi mochila y salí de casa de Belén, mi amiga, al salir me encontré al amor de mi vida esperándome en un taxi por qué él no tiene auto.

-Hola bobito.

-Hola mi niña.

Acarició mi mejilla y nos subimos al taxi, cuando llegamos a su casa, en una pequeña vecindad que se encuentra en silencio por la hora que es.

-Es un lugar humilde, sé que no es un palacio como a lo que estás acostumbrada, pero te aseguro que es muy limpio y-

-Chris,no importa, estaré bien- traté de tranquilizarlo y solo le dí una sonrisa.

Entramos a su casa, todo perfectamente ordenado, unas rosas rojas sobre la mesa resaltan, una gaseosa de mi sabor favorito, limón.

Christian me abrazo por detrás dejando caer sus manos sobre mi abdomen.

-Pedí algo delicioso para comer.

-Está bien, yo traje....unas pijamas de parejas, me parece algo muy lindo y-

-Rouse, tengo 19 años, no soy un niño para usar esas cosas, no me gusta.

-Oh...ok, está bien.

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