Pequeñas cosas [Charles Leclerc|Lando Norris]

Extra IV: Colette Fournier

Normandía, Francia
25 de Marzo 2022.

—¿Qué haces aquí, Colette?

—Me alegra saber que estás contento de verme, papá.

Los mayores de los Fournier veían con desagrado a su hija, desde que America regreso a su vida, su hija había decidido tomar distancia con ellos, pues no estaba dispuesta a jugar a la cosita con esa chiquilla que había dejado en cuanto nació y aunque la pareja extrañaban a su primogénita, entendían que la rebeldía que la caracterizaba era el  motivo principal por el cual jamás tomaba sus llamadas o porque siempre fingía que no estaba para no abrirles la puerta de su hogar.

Dominique odiaba hacerlo pero él si veía el gran parecido  físico pero también notaba las grandes diferencia entre su hija y su nieta.

Colette era impulsa, grosera, no le preocupaba absolutamente nada más que su carrera y el dinero que está podía dejarle. Mientras que America aunque lo tenía todo por ellos y por lo que su padre le había dejado, siempre buscaba conseguir todo lo que quería con sus méritos pero también era una joven que se guiaba mucho por el corazón.

Desde que su bichito regresó, la francesa había hecho una rabieta como si fuera una pequeña niña pues argumentaba que ella no estaba lista para ser una "madre", y que esa chiquilla estuviera en la vida de sus padres solo podía significar una cosa y es que tarde o temprano se iban a encontrar, America desearía poder pasar tiempo con ella en cumpleaños, navidad o el día de la madre. Nadie solo ella podía saber como nunca sintió nada por ese bebé que llevo meses en su vientre.

Cuando su ex pareja descubrió que había fingido su muerte advirtió con decirle a su hija, parecía que no tenía el valor porque hasta el día de hoy jamás había recibido alguna señal de que la niña supiera algo.

—¿Dónde está esa chica que me está robando el amor de mis padres?

—Colette, tu hija no está robandote nada, tú decidiste irte.

Camille hablo dándose cuenta de que su hija ya traía algunas copa de vino encima.

—No es mi hija.

—Nació de ti... —intento acercarse a ella pero podía darse cuenta como con Dominique tenían un juego de miradas.— America es una chica buena, tal vez si la conoces.

—Cuando la dejé estaba decidida a que no la quiero en mi vida y hasta ahora estoy segura de eso.

—Ella no tiene la culpa de nada, solo era un bebé.

—Camille, si está irresponsable no quiere darse cuenta que cuando que mientras más tiempo pasé, más complicado será que mi bichito la perdone.

—No necesito el perdón de una niña que nunca quise. Era una niña cuando me embarace.

—ENTIENDE QUE NO ERAS UNA NIÑA, TENÍAS VEINTICINCO AÑOS Y SABÍAS LO QUE HACÍAS.

Elevó la voz ya agotado por su actitud de niña malcriada y sabía que mayormente de la culpa era suya por nunca establecer límites.

Camille estaba apunto de romper en llanto, no quería más de estos enfrentamientos que eran constantes desde que su hija dijo la verdad.

Paris, Francia.
24 de Abril 2003

Estaban celebrando el cumpleaños número 28 de su única hija quien había pedido una fiesta íntima con únicamente su familia. Los sobrinos de Dominique estaban en casa lo que llevó a que la celebración se pusiera algo alocada provocando que los más jóvenes, entre ellos Colette Fournier estuvieran en un estado alcohólico algo elevado.