Milton Keynes, Inglaterra
–Quiero conocer a la chica de la que tanto escuchó que hablan Max y Checo, invitala a desayunar.
–Amor, no puedo pedirle que venga sin ninguna razón.
–Dile que necesitas que te ayude en algo... Tú sabrás que le dices pero quiero conocerla lo más pronto posible. El viernes, traerla el viernes.
El británico sabía que era imposible hacer que su esposa cambie de opinión cuando una idea se le mete a la cabeza y esta sería una de esas veces.
Solo tenían esa semana antes de la próxima gran carrera y creía conveniente que sea, de ser posible, en la fecha que Geri había elegido, solo esperaba que America no pensara que estaban siendo intrusivos en su vida, después de todo no había pasado mucho tiempo desde que se conocieron y ella siempre había tenido un relación puramente profesional con él.
Así llegó el fin de semana, la pareja Horner se encontraba emocionada por la visita que recibirían aquel fin de semana.
Geri había cocinado algunas recetas de comida mexicana que encontró en internet, nunca se consideró una gran fan de esta pero sabía que sus hijos y esposo eran fanáticos de taco bell, además quería que la joven se sintiera bienvenida a su casa.Todos estaban listos para la llegada de su visita, veían el reloj preguntandose cuánto más tardaría en llegar o preguntando si algo había sucedido, Geri es una mujer que con facilidad puede ponerse nerviosa y eso su esposo lo sabía por lo que trataba de explicarle que el llegar tarde era algo normal de America quien siempre justificaba aquello con un «la puntualidad latina es un concepto diferente a la puntualidad en el resto del mundo».
Mientras el matrimonio trataba de mantenerse en calma, cierta mexicana y estaba del mismo modo solo que fuera del hogar de los Horner, había llegado diez minutos antes de la hora acordada, sus nervios la habían traicionado por lo que se quedó estática ante el imponente portón de la gran y hogareña casa, corrección: mansión del team de Red Bull.–Vamos, America, debes tocar el timbre y esperar a que te inviten a pasar
Se dijo a su misma jugando con el ramo de flores que llevaba para la mujer. Trataba de tranquilizarse, no entendía como unos años atrás fue capaz de discutir con Lewis Hamilton y Esteban Ocon pero quizá era que en este momento en específico no estaba Checo quien siempre le daba confianza o quizá porque aún le faltaba recuperar aquella confianza que se perdió durante su matrimonio.
De pronto escucho aquel timbre resonar y fue cuando se percato de que su dedo estaba sobre aquel botón. No paso mucho cuando la mujer rubia abrió la puerta con un gesto de alivió, era Geri quien rápidamente le dio una sonrisa y enseguida su esposo apareció a su lado.
–Nos tenía preocupados, señorita Montenegro
–Lo lamento, me distraje viendo las bonitas flores que tienen en su jardín delantero - dirigió la mirada al gran ramo de rosas de colores que había comprado en la ciudad- esto es para usted, señora Horner
–Son hermosas, te lo agradezco mucho pero dime Geri
La comida transcurrió con normalidad, llena de bromas por los hijos del matrimonio y de anécdotas que en su mayoría eran para avergonzar al hombre.
Ninguno fue consiente de la hora hasta que los niños cayeron totalmente dormidos sobre la alfombra de la sala de estar.America y Geri habían conectado bien, eso lo sabía Christian al ver como la conversación de ambas mujeres había transcurrido con fluidez.
Ambos insistieron en que pasará la noche en su casa bajo la excusa de que los niños se sentirían muy tristes si la joven hispana se iba sin despedirse de ellos. Entrada la noche el hombre no podía más con el sueño así que se despidió de ambas mujeres quienes tomaban una copa de vino con suave música clásica de fondo.
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Pequeñas cosas [Charles Leclerc|Lando Norris]
Fanfiction[SIN EDITAR] América Montenegro tiene que enfrentarse a una vida que no esperaba vivir. La vida dentro de la F1 no es como lo pensaba y el amor tuvo un nuevo significado cuando dos pilotos pusieron en riesgo la amistad que tenían para poder quedarse...