Foreste Casentinesi, Italia
13 de Junio 2024—Yo... No... No puedo...
Con discreción Lando estaba levantando los pulgares para asegurarle que los tres Norris estaban del lado de la decisión que fuera a tomar, debía aprovechar aquel ambiente tenso que había creado por lo que con mucho pesar soltó la mano del monegasco y pudo escuchar el sonido de sorpresa por parte de todos y comenzó a reír al ver la cara que había puesto el hombre frente suyo.
—Cielito
—¿Acaso pensaste que solo tú podías hacer bromas de mal gusto? —La cara de todos aún estaba adornada por el gesto confundido pero Arthur pareció entender y comenzó a aplaudir.— Claro que quiero que esta boda se realicé.
—¿Estás segura? Nadie te va a juzgar si decides que no es el momento para esto.
—Con todo respeto pero no mames, es la boda de mis sueños, con el hombre de mi vida y no tuve que hacer nada por la organización.
Unieron sus labios en un corto beso y giraron en dirección de la jueza, aquella mujer se veía imponente con aquel traje negro, en su rostro no reflejaba ningún gesto a ellos pero no dudaba que por dentro queria hacerle daño por estar haciendo que la ceremonia se retrasará unos minutos más.
Aquella ceremonia estaba siendo demasiado larga o así lo sentían ambos porque contaban el tiempo para ser oficialmente el señor y la señora Leclerc. No sabía de que hablaba la jueza porque no podían quitarse la vista de encima, habían pequeños roces de manos con sonrisas cómplices, Charles siempre lograba robarle el aliento y ese día no era la excepción.
—si no hay nadie que se oponga a esta unión, le pido a la señorita que firme aquí y aquí. —Les entrego un bolígrafo y ella fue la primera en acercarse a aquel papel para firmarlo. En cuanto firmó, le extendió el bolígrafo a Charles que no pensó dos veces en firmar, en cuanto dejó el pequeño objeto sobre los papeles recién firmados y tomó la mano de su mexicana besando el interior de su muñeca.— Le pido a los testigos que pasen, por favor.
Carola y Lorenzo se pusieron de pie para acercarse hasta ellos, ambos podían ver como aquellas personas se acercaban lo más rápido que podían, la emoción en sus rostros no podía ocultarse por lo que no dudaron en aceptar ser testigos en aquel evento tan importante para aquella pareja que ya había pasado por mucho.
—Felicidades, chicos.
—Hermano, cuñada, sé que serán muy felices.
Ambos se quedaron de pie a un costado de la jueza quien aclaro su garganta juntando los papeles.
—Es de mi agrado presentarles al señor y la señora Leclerc.
Dicho esto todos los amigos, familia y algunos jefes de ambos empezaron a aplaudirles mientras se daban el tradicional beso de recién casados.
Fue en ese momento en el que tomándose de la mano caminaron por el pasillo, se llenó una gran sorpresa al ver que todos habían hecho un tiempo en sus agendas para estar compartiendo aquel momento tan importante para ellos. Entre las caras que más le sorprendió ver fueron las de: Charlotte Sine, Sebastian Vettel, Toto y Susie, Helmut, Marta y Ricardo estos últimos porque sabia que seguían esperando que el piloto comenzará una relación con Alexandra ya que la consideraban más de su "nivel".
Sintió como su esposo tomaba su rostro y besaba sus mejillas logrando arrancarle unas fuertes carcajadas.
Su esposo. Se dió cuenta lo mucho que le gustaba aquella etiqueta que habían adquirido aquella tarde.
Lando se puso entre ellos para abrazarlos con una de esas bonitas sonrisas que siempre le habían gustado a la mexicana y ahora no se las regalando dando como pareja o interés amoroso, sino como los amigos y cómplices que eran por el bien de aquellos niños que los unirían toda la vida.
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Pequeñas cosas [Charles Leclerc|Lando Norris]
Fanfiction[SIN EDITAR] América Montenegro tiene que enfrentarse a una vida que no esperaba vivir. La vida dentro de la F1 no es como lo pensaba y el amor tuvo un nuevo significado cuando dos pilotos pusieron en riesgo la amistad que tenían para poder quedarse...