XLII: Es muy dulce

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París, Francia
29 de Marzo 2023

Se concentró en mirar por la ventanilla del miniban que rentó Max, se sentía increíblemente incómoda con la presencia de Lando y Magui quienes compartían dos tipos de miradas: culpa y complicidad. Tal vez pensaban que ella aún estaba fuera de sus vidas pero, para ese punto ella solo podía sentir algo de paz al saber que pase lo que pase, Lando iba a avanzar rápido con su vida.

Max con el pequeño Will entre sus brazos la miraba con una sonrisa, no era nuevo que aquel neerlandés era un hombre paternal y agradecía que su hijo ayudaba para que no estuviera molestándola para darle más oportunidades al inglés.

Dio una última mirada su "aun" prometido quien besaba la frente de Ethan mientras aquella modelos acariciaba los pequeños mechones de cabello rizado bebé.

-Dottie, yo...

-Frente a ellos no.

Cerró los ojos mientras su cabeza descansaba en el hombro de Sergio, conocía ese silencio y sospechaba que consideraba que tipo de tortura de la inquisición podría funcionarle para acabar con la vida de Lando de la forma más lenta y dolorosa posible.

-Te veo algo distante de este planeta. -Max reía meciendo al bebé.-

-¿Te encuentras bien?

Esta vez Checo preguntó.

-Todo esta de maravilla, lo que pasa en la vida cotidiana, fui secuestrada; amarrada como si fuera una criminal; también fui tocada sin mi consentimiento; fui obligada a parir y fue la experiencia más traumática; el cuerpo de Ana tenía una perforación enorme en la cabeza; mi ex revivió solo para salvarme...

-America. -Checo sostenía su mano y pudo sentir como comenzaba a temblar.- Por favor.

-... vi a Carla entre el fuego y también vi como moría; creó que la cereza del pastel es que mi jodido prometido aprovechó de mis pequeñas vacaciones para meterse con media población femenina y no menos importante, una de ellas no quita sus manos de MI hijo.

El temblor de sus manos les decía el estrés que le generaba hablar de lo que pasó pero la calma en su voz los tenía algo confundidos, no sabían si iba a reventar o si solo era una emoción pasajera lo que sentía pero ella sabía que no era calma lo que sentía, era el shock por enumerar las cosas que pasó los últimos tres meses de su vida.

No era creyente de la reencarnación pero durante aquel tiempo no dejo de preguntarse que mal hizo en otra vida para que ahora Dios se ensañara con ella haciéndola perder todo lo que más amaba empezando por la paz.

Su mejor amigo no se contuvo más y decidió abrazarla para hacerle saber que ya no estaba sola, que todo aquello había pasado ya, ahora los tenía a Max y a él, aunque odiaba admitirlo ambos la veían como una pequeña hermana.

-Cuando estemos en casa verás que todo está bien.

-Nada está bien, Lando.

*****


Montecarlo, Monaco
29 de Marzo 2023.

Entraron al departamento en compañía de sus amigos, todos se llevaron una gran sorpresa cuando pudieron ver que aquel lugar era un desastre total, tal parecía que las fiestas ahí seguían sucediendo pero no se iba a poner a reclamar nada, después de todo ella solo estaba ahí para tomar las pocas cosas que le quedaban ahí y Lando no le debía ninguna explicación.

Con el pie comenzó a quitar algunos vasos y se encargó de que sus amigos taparan bien a los niños porque aquel olor a alcohol y cigarrillos era demasiado fuerte, hizo un camino para llegar a la habitación que solían compartir meses atrás, aquel espacio ya no se sentía suyo, todo era diferente y de algún modo sabía que había sido profanado, no le dijo nada al inglés que entró detrás suyo, no quería escuchar aquello.

Pequeñas cosas [Charles Leclerc|Lando Norris]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora