XXXVIII: El valle de los recuerdos

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Monte Carlo, Monaco
15 de Septiembre 2076

—Espera, ¿Cómo reaccionaron todos con tu desaparición?

Carlota estaba notoriamente preocupada y sorprendida por la calma con la que su madrina estaba contando aquella historia. No dejaba de pensar que ella sería incapaz de superar algo así a lo que admiraba la fortaleza que tenía.

—Eso lo podemos responder nosotros.

—Ya debe saber todo lo que pasamos con su ausencia ¿No es así, Lando?

—Charles, cierra la boca,  era un inmaduro en ese tiempo.

Charles, Lando, Max y Pierre pusieron una silla para cada uno dejando a America en el centro. La mujer los veía con una mezcla de ternura y agradecimiento porque no pensaba que aquellos ex pilotos algún día le contarían la historia, tal vez le hubiese gustado escuchar la versión de Checo pero ahora escuchar la de los otros viejos, tal vez le daría la calma que busco por años.

La mexicana más joven se puso de pie para saludar a los hombres que se refería como tíos desde que era una niña, el monegasco aún tenía esa brillante mirada que lo caracterizaba en su juventud y como todo un caballero besó la mano de la joven mujer recordando que la conoció de forma literal desde que era una recién nacida y ya andaba con sus padres de arriba a abajo por el paddock. El rizado le besó la mejilla, había visto crecer a muchos niños pero Carlota era siempre aquella niña que solía decir algún comentario lleno de imprudencia en el momento menos indicado.

*****

Montecarlo, Mónaco
4 de Enero 2023

Vieron el reloj, había pasado media hora desde que Lando se fue a aquella fiesta con la que consideraba una de sus mejores amigas. El neerlandés se sintió una gran decepción de saber que se había rendido tan fácil porque todos sabían que la ausencia de Montenegro no era posible, no en el estado en el que estaba, miró a su compañero de estuvo y tenía el teléfono en el odio hablando rápido en su idioma natal; el francés caminaba de lado a lado con preocupación, se negaba a que le avisarán a alguien sin que alguna autoridad estuviera al tanto.

—Ya esperamos mucho y Amee nos necesita.

Cayeron en cuenta que habían llegado sin ninguno de sus autos, por lo que no duraron en buscar las llaves del tan conocido Jeep de Lando.

—Toma campeón del mundo, conduce.

Gasly le lanzó las llaves al rubio quien las atrapó pero antes de asentir sintió como el mexicano se las quitaba.

—No soy campeón del mundo pero crecí en México y mi bebé está en peligro.

Mientras el mexicano conducía con una gran velocidad, no podían dejar de pensar en la cantidad de infracciones que tendría que pagar el inglés. Max y Pierre se llevaron una gran sorpresa cuando en el interior de la comisaría estaban los Horner y los Wolf levantando el reporte de desaparición. Sergio lamentaba haber interrumpido la reunión de aquellos matrimonios pero agradecía su imprudencia porque sabía que eran de las personas más influyentes de Mónaco y a ellos no les pondrían peros para comenzar la búsqueda lo antes posible.

Los tres podía jurar que eran un desastre por el gesto de terror en la cara de las dos parejas frente a ellos pero en ese momento lo  que menos le importaba era su aspecto físico.

—Diganle al sargento todo lo que saben, porque mi niña y mis nietos tienen que aparecer lo más pronto posible.

En el rostro de Christian no había ni un rastro de paciencia, vieron a Geri dormida en los brazos de Susie pues desde la llamada del mexicano le había dado un ataque de ansiedad y solo pudieron administrarle un tranquilizante.

Pequeñas cosas [Charles Leclerc|Lando Norris]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora