Pequeñas cosas [Charles Leclerc|Lando Norris]

XXXII: Esa noticia

Radisson Blu Palace Hotel, Spa, Bélgica
27 de Agosto 2022

Ya había pasado más de un mes desde que había tenido aquella aventura con Lando y había decidió no volver a tocar el tema cuando él intentaba que hablarán de lo sucedido.

Sus conversaciones eran tan monótonas que parecía que nunca había sucedido nada y eso a ella en parte la hacía sentir bien pero luego estaba el inglés tratando de sacar el tema con tanta insistencia que solo podía pensar:

"Parece que nunca tuvo un simple fin de semana de sexo"

Terminaba la universidad en diciembre y gracias a Horner había logrado tener una pasantía en Red Bull a distancia, la excusa que dieron fue que ya conocía el funcionamiento de la escudería y no tendrían que darle capacitaciones, no se iba a engañar a veces solo podía imaginarse a si lista entrando al paddock o peleando con Helmut, como extrañaba a ese viejo xenófobo.

La cabellera rojiza de su amiga se hizo notar con una mueca de preocupación, ambas habían estado dándole vueltas al tema de la fiesta que organizaron llegando a la conclusión de que los números no les estaban cuadrando, había algo que no estaba bien con ellas.

Podían sentirlo.

Podían notarlo.

—No se como me deje arrastrar a esto.

Se quejo el irlandés viendo a sus dos amigas sentadas en el suelo.

—Tú dijiste que te sentías excluido y veniste con nosotras.

Amelia se defendió y de no ser por los nervios estaría del lado estaría riéndose de ellos.

—¿Cuánto tiempo falta?

El chico entendió que la situación tenía a la mexicana en un estado completo de estrés y nervios.

Quería abrazarlas, verlas ahí tan vulnerables era algo que no esperaba en aquella salida misteriosa de la que estuvieron hablando toda la mañana.

El minuto fue eterno pero iba a tratar de mantenerse en calma para ellas. Tomó aquellos objetos por el extremo que sabía que estaba limpio.

—Bueno, tenemos un negativo y un positivo.

—¿Cuál es el positivo, duende?

America pregunto cerrando los ojos con cierta fuerza esperando que su amigo dijera que era una broma todo.

—Azul positivo, rosa negativo.

—Seré madre.

—No estoy embarazada.

Dijeron las dos chicas al mismo tiempo, una de ellas tenía la cara bañada de miedo y confusión.

—Felicidades, Amy, no vas a ser madre.

—Eso no importa, ¿Cómo estás? ¿Queremos al bebé?

La mexicana asintió pero en su cara se podía ver el shock y terror, no sabía que haría pero no estaba dispuesta a pasar sola por otro aborto, además, ¿Qué tan malón sería? Ahora era más madura y no dependía de nadie.

La pelirroja salto de emoción con aquello, sentía que el alma regresaba a su cuerpo después de abandonarla por semanas, sabía que no quería ser madre pero si quería ser tía y saber que su amiga iba a continuar con el embarazo le hizo sentir que tal vez existía la posibilidad de que la soledad iba a dejarla.

—¿Es de Alex?

Preguntó Sean tratando de sacarla de su estado de shock. Los presentes sabían que era imposible porque entre los dos solo había una simple amistad.