XIII: Viva México y Feliz cumpleaños

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Monza, Italia
10 de Septiembre 2021.

El calor aumentaba, las manos comenzaron a ser inquietas y buscaban poder tocar el cuerpo del otro, la ropa comenzaba a ser un estorbo y ambos sentían como si está hiciera que sus pieles ardieran.

El monegasco besaba su cuello con tanta dedicación que lograba hacerla suspirar por la excitación que no hacía más que subir a niveles inimaginables, cosa que hacía que sus caderas se movieran involuntariamente sobre él.

El sonar de sus celulares se hizo presente pero ninguno de los dos quería saber de nada que pudiera separarlos, pues buscaban solo una cosa y era poder extinguir el fuego que estaba en aumento.

Las manos de Charles subieron por las caderas de su novia hasta poder quitar la playera del equipo para el que ella trabajaba, esta playera de ajustaba bien a casa una de sus curvas. Sus miradas conectaron y ambos vieron como sus miradas se habían oscurecido. La castaña dejándose guiar por sus hormonas llevo su mano al broche de sus sostén quitándolo por completo quedando semidesnuda ante la mirada de su novio quien la veía como si fuera la criatura más hermosa en el planeta. El castaño la tomó con cuidado para recostarla sobre el sofá y él poder posicionarse sobre ella.

-Mi cielito lindo, -murmuro el apodo en español y el tono de su voz golpeo cada rincón del cuerpo de America como si de una corriente eléctrica se tratará. - Quiero que estés segura querer hacer esto.

La joven siendo capaz de poder decir algo tomó su rostro con delicadeza uniendo sus labios en un beso, en su cabeza los comentarios que Diego hacía sobre ella eran reemplazados por todas las palabras y miradas que su pareja le hacía.

Unos golpes en la puerta se hicieron presentes y con ellos las voces de ciertos pilotos amigos suyos pero les era casi imposible entender lo que decían, ambos se mantenían en silencio.

Un golpe.

Dos golpes.

Tres golpes.

Fue cuando se dieron cuenta que sus amigos no se darían por vencidos. El ojiverde la beso por última vez para quitarse de encima suyo con pesar.

Espero a que ella se acomodara la ropa y abrió la puerta con un notorio gesto de molestía.

-¿Qué quieren?

Carlos, Pierre y Checo lo escanearon con la mirada y al fin lograban entender porque tardaban tanto si la chica solo iba a apresurar a Charles quien solo iba a hablar con su madre como su ritual antes de cada carrera.

-¿necesitas ayuda, amiguito?

Preguntó Pierre entrando a la habitación con los ojos cerrados, lo último que quería era que su amigo con una notable frustración, lo matará por ver más de lo que debería.

-ESPERO QUE ESTES PRESENTABLE. -Grito Sergio entrando a la habitación viendo la pared, la cual justo le comenzó a parecer la cosa más entretenida del planeta.-

La castaña se puso roja como jitomate, se puso de pie y camino hasta llegar donde estaba Carlos, si algo admiraba de él era el hecho de que tenía control de lo que su boca quería decir pero está vez el español solo los veía a los dos fijamente.

-Solo venías por tu novio y ahora Tenemos que esperar para que su amigo se vuelva a dormir.

Elevó la voz el español viendo la hora en su reloj, detestaba llegar tarde y ese motivo hizo que dijera las cosas sin pensar.

-Carlos, ya, no se como paso todo esto pero ya, vámonos. Chicos vamos ya.

No era mentira, ninguno sabía como habían llegado a esa situación, solo recordaba que Leclerc había salido sin camisa porque tuvo un cambio de opinión sobre la ropa que llevaría aquel día y después todo era historia, solo te la el recuerdo de los besos y las caricias.

Pequeñas cosas [Charles Leclerc|Lando Norris]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora