Extra VIII: Querido diario [1/2]

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Melbourne, Australia
3 de Abril 2024

Ferrari había logrado la victoria de Carlos Sainz y a su vez un según lugar para Charles, aquello había puesto de buen humor a los pilotos de la escudería italiana quienes la temporada pasada se habían visto la vida de color gris por las malas jugadas que les hacían y por el gran dominio de los Red Bull, dominio que está temporada comenzaba a caerse en pedazos, no le daban muchos detalles ahora que no trabajaba para la escudería pero conocía bien a sus chicos y a su padre Horner, todo les estaba causando incomodidad e incluso se podría decir que algo de miedo pero como era de esperar, lo podían ocultar bastante bien.

Tenían que terminar de empacar para poder moverse esa misma tarde rumbo a Japón donde se daría lugar la siguente carrera y con ella, ella se presentaría por segunda vez ante el difícil público de la fórmula 1 que no hacía más que verla como la fastidiosa novia de Charles Leclerc, también había logrado escuchar unas cuantas veces como le gritaban que Charlotte y Alexandra eran mujeres que no se subirían a un escenario para "provocar a los hombres" que habían comprado boletos para ver autos competir no a una chiquilla que solo quería ser el centro de atención. Lo que le parecía gracioso es que todos esos comentarios venían de gente que no había podido conseguir entradas para la fanzone.

Podía escuchar como el agua de la ducha dejaba de caer, supo que Charles había terminado de darse un baño para poder viajar más cómodo y sin tener la sensación del sudor de su entrenamiento de esa mañana. Tan pronto como termino de ponerle ropa cómoda a los gemelos se escucharon unos suaves golpes en la puesta, frunció en ceño intentando hacer memoria si habían pedido servicio a la habitación, según lo que recordaba es que no era asi, por lo que se apresuró a abrir encontrándose a Christian y Pierre cada uno llevaba consigo un gesto preocupado en la cara.

—Pensé que ya se habían ido.

El director de Red Bull no esperó invitación y entró a la habitación, al ver a los bebés sentados en la cama con sus juguetes se acercó a ellos para besar sus frentes y después abrazó a su ex asistente que ahora estaba más confundida que antes.

—No, su jet nos espera en un par de horas.

—Tenemos que darles algo que puede interesarles.

Su tono de voz la inquietaba pero trataba de mantener la calma aunque sabía podía sentir que su cuerpo comenzaba a picarle por el estrés de no saber nada.

—¿Es algo malo? ¿Papá? —El hombre se encogió de hombros sentándose en el sofá esperando a que el monegasco saliera del baño.— ¿Pi?

—Esperemos a Charles.

Ella asintió a la respuesta que dio su amigos y se sentaron a su lado tomando su mano con suavidad en un intento de darle algo de calma, el hombre le sonrió con dulzura y llevo la delicada mano a sus labios logrando hacerla sonreír por aquel gesto.

Como si de una escena de película se tratará, el piloto monegasco salió del cuarto baño secando su cabello, había escuchado las voces por lo que decidió salir vestido, acarició los rizos de los niños que le sonrieron, una sonrisa que parecía ir de oreja a oreja.

—¿Ya salió? ¿Qué traen?

Se apresuró a preguntar viendo a los dos invitados con curiosidad.

—¿La paciencia no es tu fuerte verdad?

Pierre le dio un ligero empujón que fue respondido con una patada de la joven mexicana.

—No me hagan enojar. —Charles masajeó una de sus cien con los dedos.— ¿A qué se debe su visita?

—Carla.

Se limito a responder el británico.

Escuchar aquel nombre hizo que todos aquellos recuerdos golpearan su cerebro, quería olvidar todo lo sucedido y a pesar de decirle a todo mundo que ya lo había superado, la realidad es que aún podía sentir aquellas miradas que le daba cuando se aseaba o todos los comentarios que hizo sobre ella y su cuerpo, lo único que agradecía era que sus pequeños hizo no iban a recordar nada de lo que sucedió cuando eran recién nacidos.

Pequeñas cosas [Charles Leclerc|Lando Norris]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora