1. Solo... tan solo que te vuelves loco

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Las primeras dos semanas fueron extrañas entre el profesor recién contratado y el estudiante de mala conducta. 

Más allá del "Jeon JungKook" dicho cada mañana al pasar la lista o del mismo "Jeon JungKook" repetido en la clase de biología todos los miércoles después de la hora de almuerzo, y de los respectivos "presente", "aquí estoy" o solo "aquí", no existía mayor diálogo entre el profesor y el estudiante. 

A pesar del habitual mal comportamiento del jovencito; quedarse dormido en plena clase de biología, no participar de ninguna actividad y no entregar sus tareas al finalizar la hora, el profesor jamás demostró interés en su mala conducta y tampoco se esforzó por corregirlo.

Ni siquiera cuando a media mañana lo encontraba vagando por los pasillos, huyendo de alguna clase o encerrado en el baño ya fuese fumando o junto a alguna compañerita, el profesor Kim le habló. 

Eso era extraño y JungKook lo sabía, porque lo veía. El profesor Kim era, a pesar de su expresión seria y mirada arrogante muy asequible y afable. Mucho más que cualquiera de sus profesores anteriores. El hombre siempre sonreía y hablaba gentilmente con cada uno de sus alumnos, menos con él. 

Incluso con sus dos amigos era particularmente conversador y eso que YuGyeom y MinGyu estaban prácticamente todo el día esparciendo rumores sobre su vida personal, pero al profesor parecía realmente no molestarle aquello. Aunque con Jeon JungKook era distinto. A él no le hablaba ni lo regañaba. Simplemente no lo consideraba.

Así que ellos no se dirigían la palabra, pero si se miraban mucho. No solo uno miraba al otro, sino que ambos se observaban mutuamente. Mucho más de lo que un profesor y un estudiante se mira normalmente y es posible que, muchísimo más de lo éticamente permitido. 

JungKook sin siquiera percatarse siempre estaba buscando con sus ojos grandes y oscuros al profesor. Lo hacía en el salón de clases cada día a primera hora de la mañana y también los miércoles en la clase de biología. En los pasillos cuando ideaba el momento exacto para toparse con él a la salida de su oficina. En el patio a la hora del receso cuando el profesor tomaba un café y hablaba tranquilamente con algún inspector u otro docente o en el casino cuando almorzaba animadamente con el profesor de filosofía, Kim TaeHyung. 

JungKook lo observaba tanto y tan detenidamente que durante esas dos semanas se dio cuenta de que el profesor se sentaba siempre en la misma mesa, la que estaba pegada al ventanal y frente a las bandejas de postres y también en la misma silla, la primera del lado izquierdo dándole la espalda a la puerta. 

Se fijó que no compraba nada en el casino porque siempre llevaba su propio almuerzo, el que transportaba en una lonchera con estampado de Mario Bros. También notó que los días lunes y miércoles el profesor almorzaba lentejas rojas o porotos negros. Que los martes optaba por los mariscos y que los jueves comía algún tipo de guiso tradicional coreano, casi siempre estofado picante.  

Los viernes eran un día especial al que JungKook no tenía acceso, porque ese día el profesor de biología no almorzaba en el colegio. El de filosofía tampoco lo hacía. 

El estudiante después de esas dos semanas de observar obsesivamente al docente, pensó que el rumor de que ambos tenían una relación extraprofesional podía, en realidad, no ser un simple rumor.

—Se enamoraron y lo mantuvieron en secreto por todo un año —comentó distraídamente YuGyeom una mañana que se encontraban fumando a escondidas en el baño de varones del cuarto piso.

Misbehavior (JinKookJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora