—Al parecer alguien está ebrio —opinó SeokJin.
JungKook asintió lentamente aun escondido en su pecho.
Realmente no había buscado emborracharse, perder sus filtros, confesar sus secretos, vomitar, ensuciar su ropa ni nada de lo que había sucedido esa noche. Había perdido el control tan paulatinamente que no se percató en qué momento el alcohol se apoderó de sus neuronas. Sin embargo, ahora, con un dolor punzante de cabeza, el sabor agrio empapando su boca y sintiéndose completamente fatigado, se daba cuenta de que se había extralimitado lo suficiente como para confesar más de lo que había confesado nunca.
—Un poco —siseó apenas.
—Sí, claro. Un poco —ironizó SeokJin, conteniendo la sonrisa a la vez que lo encaminaba hacia la parte posterior del coche y abría la puerta.
—Jin, no sé qué te estás imaginando, pero de verdad, de verdad, juro no me di cuenta —le explicó entre balbuceos, mientras se acomodaba en el asiento trasero.
—Dejaré las ventanas abiertas. Apestas —comentó el otro aun conteniendo la risa.
JungKook hizo un ademán con la mano, restándole importancia al asunto y se concentró en su respiración. Ya no sentía náuseas, pero el bombeo repetitivo en el interior de su cabeza hacía que todo girara a su alrededor y a pesar de que SeokJin conducía con calma, la sensación de tambalear sobre una cuerda floja no desaparecía.
—¿Jin? —preguntó con voz ronca después de un tiempo de viaje.
—¿JungKook? —contrapreguntó el mayor, concentrado en el camino.
Y la voz baja de SeokJin provocó cosquillas en la panza sensible de JungKook.
—¿Estás enojado? —quiso saber. Su voz, aunque era ronca, sonó extremadamente cautelosa.
—Puede ser —contestó.
—¿Puede ser?
Esta vez SeokJin no respondió.
—¿Jin? —lo llamó nuevamente.
La única respuesta que recibió fue el ruido de unas llantas deslizándose con lentamente por la autopista.
—¿Jin? —volvió a insistir.
—¿Qué pasa, JungKook? —le preguntó al detenerse en un semáforo.
JungKook permanecía con los ojos cerrados apoyado en el respaldo del asiento, dando inspiraciones profundas. Su pecho subía y bajaba con un ritmo pausado y si no fuera porque no dejaba de decir su nombre, fácilmente pensaría que se encontraba inconsciente de tanto alcohol.
—¿Quieres vomitar? —dijo al voltear—. Estamos llegando, ¿puedes esperar?
—Huyamos juntos —le pidió en un siseo.
—¿De nuevo con eso? —musitó SeokJin—. Ya lo hablamos, esta vez sí va a funcionar.
—¿Sabes que iría a cualquier lugar contigo?
—Lo sé, JungKook.
Volvió a concentrarse en conducir y JungKook dejó que un par de lágrimas se le arrancaran. La noche de verano, el exceso de licor, el efecto nocivo de este en su sangre, la juventud, su inmadurez y todos los pensamientos que lo atormentaban, se expresaban ahora como una mala combinación.
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Misbehavior (JinKookJin)
FanfictionEl profesor Kim SeokJin necesita un trabajo y el estudiante Jeon JungKook de alguien que le dé un poco de ese cariño que la vida le ha negado, así que, inesperadamente y arrastrados por las necesidades de ambos se hacen amigos, pero lo que nace entr...