°31°

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Los días fueron pasando y Deian era arrastrado por Itadori en cada ocasión que se fuera a juntar con Junpei, luego de aquella noche de películas el trío se comunicaban por teléfono e Itadori invitaba al estudiante ya sea para ver películas en la casa de Junpei o ir al cine, donde allí arrastraba a Deian para que también conociera esos lugares.

Obviamente Deian no decía nada contra eso y tampoco Nanami, puesto que el dúo estaba aparte de pasar tiempo con Junpei lo estaban vigilando; aunque más Deian que Itadori. Y también el de cabellos grisáceos no dejaba detrás el entrenamiento de Itadori, donde después de cada salida se iban al domo del clan Gojo a entrenar combate cuerpo a cuerpo, aunque a veces Yamada incluía energía maldita para ir variando.

Uno de esos días, Deian e Itadori se encontraban en la casa de Junpei, donde el de cabellos rosas estaba preparando aperitivos para ver una película, mientras que él yacía observando a la madre de Junpei cocinar para la cena, según ella debían comer algo saludable antes de ir a ver una película donde solo iban a comer palomitas y demás cosas no sanas.

-Junpei me comentó que no recordabas a tu madre... -Comenta la mujer de repente mientras cortaba unas verduras, haciendo que Deian la mirase.

-Sí... -Murmura el chico.

-Bueno... Yo no tengo ningún problema que seas parte de esta familia... -La mujer esboza una suave sonrisa, Deian alza ambas cejas con sorpresa- Mi hijo estaría encantado con tenerte a ti como su hermano... ¿Sabes? Hace tiempo que no lo veía sonreír de esa manera... Todo gracias a ustedes... Cuando me comentó que quería que tú fueras como su medio hermano y yo tu otra madre... Lo vi muy entusiasmado... Nos encantaría tenerte con nosotros...

Deian observaba a la mujer que sonreía con cariño, teniendo un vago recuerdo nuevamente de aquella dulce sonrisa que le dedica aquella mujer de cabellos grisáceos, una sonrisa tan maternal que le hacía sentirse amado.

-Está bien.... -Murmura el chico bajando su cabeza, haciendo reír leve a la mujer y acaricie sus cabellos grisáceos, haciéndole cerrar sus ojos. No era como las caricias que le hacía Satoru, era una sensación diferente, una a la que no estaba acostumbrado pero podía ir acostumbrándose poco a poco.

Luego de la cena, la madre de Junpei le comentó a su hijo la decision que habían tomado y el chico sonrió entusiasmado mirando a Deian con una sonrisa, Itadori miró sorprendido a su compañero pero luego sonríe calmado.

-Todos debemos ser felices a nuestra manera, ¿no? -Murmura Itadori hacia Deian mientras sonríe, el segundo nombrado sonríe leve asintiendo despacio mientras observa a Junpei con su madre reír.

Pasan unas horas y el trío está riendo por algo que sucedió en una película. Deian reía a gusto puesto que con el pasar de esos días les había agarrado confianza a esos dos locos y amantes por las películas, tanto nuevas como viejas. Eran su amigo y un medio hermano por lo que no tenía por qué desconfiar.

Luego de unas dos o tres películas más Ijichi pasó a buscarlos y el trío se despidió con una leve sonrisa.

-¡Ah! -Exclama Itadori- ¡ijichi-San, sácanos una foto! -Pide Itadori pasándole su móvil a Ijichi con la cámara puesta. Ijichi confundido por la petición la acata al ver a Deian asentir leve.

Los tres se han sacado una foto con una sonrisa plasmada en sus rostros cada uno. Luego Itadori les saca una selfie, él con una gran sonrisa haciendo el símbolo de paz al igual que Junpei que tenía una sonrisa más leve y Deian sonreía leve también mirando a la cámara con una expresión tranquila.

-¡Ahora sí! -Sonríe Itadori, mandando las dos fotos al grupo que tenían los tres.- ¡Nos vemos Junpei!

-Adiós... -Se despide Deian con un ligero movimiento de su mano y Junpei sonríe leve despidiéndose abrazándolo, tomando de sorpresa a Deian, Itadori y a Ijichi que se puso nervioso.

Debilidad -Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora