°28°

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Se encontraba con Itadori y Ijichi en el coche de este siguiendo al tal Junpei a una velocidad lenta. Itadori se encontraba de Copiloto y él se encontraba en los asientos traseros.

-Allí está. -Murmura Ijichi.

-¿Eh? ¿Ropa de calle? -Murmura confundido Itadori.

-Al parecer, lleva un tiempo sin asistir a clases. -Informa Ijichi.

Lo siguen hasta unas tiendas donde detiene su andar cuando el semáforo está de rojo, Deian lo ve algo aburrido y pensar que ese humano podía ser un brujo. El semáforo cambia a verde y ahí es cuando el chico vuelve a avanzar.

-Tendremos que bajarnos aquí. -Dice Ijichi estacionando el coche, los tres bajan e ijichi voltea a verlos- Vamos. -Deian e Itadori asienten leve.

Los tres siguen a Junpei, Ijichi en medio de Itadori y de Deian. El segundo nombrado tiene una jaula con sellos donde en el interior yacen dos maldiciones con alas.

-Sigo diciendo que esto es muy mala idea... -Murmura Deian observando las maldiciones.

[Unas horas antes...]

-¿Se estará pudriendo en el infierno la primera persona que dijo que lo contrario al afecto es la indiferencia? -Murmura curioso Junpei- No puede ser que tratar a otro con malicia sea más apropiado que dejarlos tranquilos. "Lo contrario del afecto es el odio". Los japoneses adoran decirlo. Les encanta vanagloriarse complicando una respuesta simple.

Mahito observa con detenimiento a Junpei mientras lo escucha hablar, aunque teniendo un deje de desinterés en sus palabras.

-Quien acuñó esa frase no era japonés. -Murmura Mahito

-Me refiero al error de traducción. -Comenta Junpei estando sentado en el suelo- La frase original era: "Lo contrario del amor es la indiferencia", ¿no? Como "amor" tiene un sentido muy amplio, "indiferencia" sí cuenta como antónimo.

-Supongo...

-Pero en este país no se usa mucho la palabra "amor". Y es por eso que aquí terminaron cambiándolo a "afecto". -Murmura mientras que Mahito sonríe leve y empieza a caminar pasando por un costado el pilar que tenía tras suyo- Esa versión acabó difundiendo sin  que nadie se detuviera a pensar... -Junpei se endereza para seguir a Mahito-... si "amor" e "indiferencia" seguían siendo opuestos.

-A todos les gusta jugar con las palabras. Al fin y al cabo, los humanos no pueden vivir sin inventar excusas. -Comenta Mahito mientras continúan caminando hasta llegar a una esquina que dobla a mano izquierda, allí detienen su andar hasta toparse con algo que sorprende casi un poco a Junpei.

-¿Y eso?

Delante de ellos se encuentra una maldición metamorfa de color morado tan obesa y gigante que impide el paso.

-Un experimento para ver cuán grande podía volver a un humano. -Mahito voltea a ver a Junpei alzando un poco su mano- Con ese otro, intenté ver cuán pequeño podía volver a uno.

Junpei observa la maldición metamorfa que sostiene en su mano. Con un pensamiento en mente, de que eso pequeño en su mano en realidad era un humano en ese aspecto.

-¿Esto es... Un humano?

Mahito observa la expresión en el rostro de Junpei, aunque no podía decir que era una expresión como tal. El chico estaba tan inexpresivo que no había una sorpresa u horror en sus gestos faciales. Dándole curiosidad.

Debilidad -Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora