— hola chibi.— dio un pequeño salto, no se esperaba encontrarse con la castaña, y tampoco lo vio venir.
—¿Chibi?.— preguntó viendo como la chica se sentaba a su lado en el banco, con cierta elegancia y soltura, con un simple vestido floral, perfecto para el clima cálido que estaba haciendo ese día
— ¿No te gusta?, es un diminutivo, como eres tan enano.— y allí estaba su típica burla, no dejaría que le molestará era su día libre.
— lo que digas momia, qué haces molestándome es mi día libre.— No quería arruinar su paz, el último mes había estado demasiado atareado con Anne-san para estresarse con las burlas de su compañera.
— bueno creo que hay una ventaja de ser el equipo doble negro, tenemos el mismo día libre, duende.— Lo había olvidado, precisamente hace un mes su jefe lo habia vuelto un equipo, por eso estaba tan estresado en tareas atrasada con su anne-san.
Al parecer su primera misión había salido tan impecable que siguieron trabajando al punto de ganarse cierta fama, no podía negar que era divertido, las organizaciones enemigas los bautizaron como "soukoku" y no podía negar que se escuchaba muy bien.
— entonces puedes ir disfrutar tu día lejos de aquí con tu sombra.— respondió, cerrando el libro que anteriormente estaba leyendo en la banca para irse.
— Odasaku también tiene el día libre, el vino por su cuenta y como lamentablemente mi intento de suicidio no funciono, no quería quedarme solo en la organizacion así que vine con él, encontrarte fue una total coincidencia lo juro.— curvo sus labios en una extravagante sonrisa, justo frente al pelirrojo deteniendo su paso.
— estás loca.— le pasó por un lado para irse
— vamos, la cuerda estaba muy gastada y se rompió, ahora me duele un poco la garganta.— siguió su paso, con pequeños saltos entre cada uno.— ¿que tal si vamos por un helado?.— lo vio directamente con su único ojo sin vendar, ambas miradas se encontraron. Su poder de convencimiento era increíble.
— está bien.— rodó los ojos, el acercamiento con la chica le daba calor.- pero pagas tú.
— ¿qué? Qué clases de modales tienes chibi, ¿harás pagar a una dama?.— se hizo el indignado solo para divertirse.— ¡Nos vemos después Oda!.— grito hacia atrás, para ver al hombre que estaba con un libro bajo un frondoso árbol que le daba sombra, el chico del sombrero no lo había ni topado, estaba bastante cerca de la banca donde estaba. Definitivamente era una sombra
El mayor solo alzó la mirada y asintió a la chica, para después ver duramente al chico del sombrero en clara advertencia, un escalofrío recorrió su espina dorsal.
La persona a su lado, tomo su brazo, para que saliera del trance, caminaron para salir del parque, hablando del libro que el oji-azul llevaba consigo, un libro de los poco que sacó de la biblioteca gracias a Odasaku en sus días de lectura en el parque. Era divertido comentarlo con el pelinaranja.
— Pero tú crees que todo los que narran sea enserio, probablemente sea puro escándalo para hacer de su vida personal un poco más interesante.— comento el menor, mientras le daba entrada a la heladería.
— Eso ya no lo sabremos, el diario es un secreto, no permiten a nadie leerlo, pero para mí todo fue una trampa para condenarlo, aunque sus pensamientos eran algo idealistas.— el castaño se acercó a la barra para elegir un sabor, el chico de la caja se les quedó mirando de forma extraña, incomodándolos a ambos.
— Bienvenidos que puedo servirles.— su mirada, antes indiferente, termino en escrutinio directo hacia su persona, se podía notar la duda y las millones de posibles preguntas que tenía. Y el pelinaranja lo notó.
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Mi Niña Amada
FanfictionAtrapado Solo Obligado Estaba perdido, sin sentir, sin dignidad, sin derecho a elegir Atrapado en un cuerpo que no le pertenecía, verse al espejo con los diferentes vestidos, maquillajes y lazos en su cabello castaño. Era irreal Extraño. ¿Pero que p...