Miedo

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— Hola preciosa, que gusto que estés aquí.— su voz interciopelada, tranquila, con el toque de gustó, no hacía más que revolver su estómago. Indignante.

— usted mando a llamarme Mori-San.— tenía que ser firme, con su cara de póker y voz monótona, muerta en vida.

— por supuesto querida, solo quería ver a mi bella castaña, has estado muy ocupada estos días.— su caminar era tranquilo mientras se acercaba a ella, acarició su mejilla la cual no tenía vendada.— tienes heridas nuevas

— fue peleando contra unos terroristas, lamentablemente en medio de las balas no pudieron matarme, pero me dieron ganas de ir al baño y me caí por una alcantarilla.— hablo con sinceridad, sin despegar la vista del frente, ignorando el temblor de sus manos detrás de su espalda y el sudor frío que bajaba por su cuello.

— es una lástima, no podremos divertirnos como quería, pero no nos preocupemos por ello, ¡mira lo que te traje! los vi en una revista y no pude evitar comprarlos para ti, se te verán tan lindos.— eran dos cajas, de una marca que reconocía, ya tenía varios de la misma, eran vestidos, impecables y caros que su jefe siempre le regalaba y ella, por venganza, no tenía cuidado con ellos, destrozando cada que podía en sus misiones, la única prenda que se salvaba era su inseparable saco

— por qué no se los da a Elise, ella los lucirá más que yo, normalmente arruinó los vestidos al ir a misiones.— busco la alternativa, no le gustaban los elegidos por su maestro.

— No te preocupes, estos no son precisamente para el uso recurrente.—fue claro, disfrazando su tono de forma suave y melosa, casi amable, siendo un acompañamiento perverso con la corvatura de sus labios.— y estos son exclusivamente para ti, después de todo eres mi niña amada no?.— no respondió.— Ahora  pruebalos.— era perturbador. Trago grueso

— pero señor, Odasaku está afuera.— su última carta, estaba sudando frío.

— nadie tiene permitido entrar y si lo hace, sabe que no puede decir nada, o si?.— entrecerró los ojos haciendo más grande su mueca, para sentarse en el sillón para el té y bajar las cortinas del gran ventanal, que dando con una luz tenue en la oficina.

     Sabía lo que venía.

     Y no tenía elección para ello.

~.~

     Salió de la oficina dos horas más tarde, con el semblante pálido y sudorosa; Odasaku se encontraba al final del pasillo, sentado en posición de indio mientras fumaba un cigarrillo, ajeno a su alrededor hasta que vio a la chica caminar hacia él, la misma simplemente lo miro y siguió de largo. Aún estupefacto por su comportamiento le siguió.

     Estuvieron caminando sin un aparente rumbo por alrededor de 20 minutos después de salir de la sede de la Port Mafia, hasta llegar al puente de Yokohama, como siempre, sin importarle un comino los modales, o el yeso en su brazo derecho, la chica de los vendajes termino sentada en el barandal del puente, dándoles la espalda, con los pies hacia el agua, subió una de sus rodilla y la abrazo, sin importar que su falda se subiera, de todos modos pasaban de las 9 y por esa zona no habían muchos transeúntes, a menos que quisiera ser atracado por los maleantes.

     Oda no tuvo más que pararse a su lado y prender otro cigarrillo, ofreciéndole a la menor que sin dudarlo tomó, estaban en el bajo mundo, había consumido cosas peores.

— Odasaku, por qué crees que no me gusta que me llamen Aiko.— preguntó de repente la castaña, sin despegar la vista del río.

— no lo sé, y tampoco me interesa, es tu nombre después de todo.— respondió, no iba a andar de metiche en cosas que podrían ponerlo en peligro. Pero una risa ahogada salió de su acompañante, mientras subía su vista a las estrellas.

— ¿Confías en mí?.—

— Me lo preguntaste ya una vez, llevamos casi un año juntos, si no confiara en ti, ¿aún te llevaría a ver a los niños?.— tenía un punto, era verdad que había empezado a confiar en la niña, y sentía que estaba siendo una buena influencia en ella, bueno, en lo que cabía trabajar en una mafia; tenían gustos parecidos en música y literatura, sus conversaciones eran amenas y su compañía era agradable.

— tienes un punto, pero no me gusta, por que no es mi nombre.— debía admitir que se sorprendió un poco, pero dejo que la chica continuará.— mi nombre real es Dazai Osamu, Mori-San me encontró cuando tenía 8 años, después de la guerra, mis padres habían muerto en el bando enemigo y yo quedé vagando en los barrios bajos. Allí fue donde me halló.

— Y eso que tiene que ver con qué no te guste tu nuevo nombre?.— un viejo refrán dice "la curiosidad mató al gato" pero bueno, el gato al menos murió sabiendo y si el conocimiento se presentaba frente a él ¿Quién era para quedarse con la duda?.

— Por qué ni siquiera soy una chica.— Y soltó la bomba, casi podía ver como el cerebro de su acompañante explotaba, mientras los analizaba de pies a cabeza, sí, Mori había hecho todo lo posible para que el no se desarrollará de forma masculina, al punto de hacerle ingerir hormonas sin su consentimiento durante todo su desarrollo.— se que es algo loco, al parecer soy un remplazo a una niña con la que se encariño Mori durante la guerra, que hullo de él y hasta el día de hoy no encuentra, soy un simple juguete para su diversión.— dijo con ironía, mientras se terminaba su cigarrillo y lanzaba la colilla a un cesto de basura a un metro de donde se encontraban, encestando exitosamente.

     Qué podía decir en esta situación "vaya si que pasas como un chica de verdad", no era un insensible, lo más probable es que la chica, chico.. o lo que fuera, pudiera desarrollar un trauma a estas alturas, no sabía ni qué pensar de esto, pero solo había una respuesta correcta.

— No me importa.— Dazai abrió los ojos, viendo directamente hacia él, que inmutable veía el río.— seas hombre o mujer no importará.— apagó su cigarrillo.— para mi seguirás siendo Dazai, un suicida, loco hijo de puta, asesina, con quién iré los viernes al Lupín. No me importa lo que seas.— termino por dirigirle la mirada al castaño quién estaba sin palabras, solo pudo sonreír y volver la vista al frente, los momento emotivos no eran lo suyo.

-Gracias.-

Holis solecitos, aquí otro cap como siempre espero sea de su agrado había olvidado actualizar, perdón

La verdad no me eh leído las novelas para saber un poco más de la relación canon de estos dos, pero así siento que serían la verdad. Espero que les esté gustando su relación

No tengo mucho que decir hoy así que déjenme alguna duda y se las responderé ya sea en los comentarios o durante el transcurso de la historia

Les gustaría ver cuándo Morí le prohíbe a Dazai hablar con Chuuya?

Bay Bay solecitos

Publicado: 4/Dic/23
Editado: 28/oct/24

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