No sabía en qué momento había pasado un mes con esa rutina, donde almenos cada tres días se escabullía de la Port Mafia para ir a ese pequeño pueblo, donde estaba el castaño. Ese día no era el excepción, por suerte era su día libre y después de desayunar con Anne-San, Kyoka y Atsushi, emprendió camino hacia la gran casa.
No podía decir que su convivencia con los integrantes de la casa había sido de lo más tranquila, lo adolescentes a cargo de sus viejos compañeros de trabajo no perdían ninguna oportunidad de jugarle bromas o de simplemente dejarlo quedar mal frente a Dazai, de cierto modo lo podía dejar pasar. Sabía que los chicos solo intentaban proteger a su maestro (como lo habían escuchado decirle) y era entendible, el haría cosas incluso peores si fuera por su Anne-San.
Era mejor no pensar en que los chicos se estaban conteniendo con él gracias a Oda.
No es que les tuviera miedo, pero podría darse una idea de lo que eran capaces, había sido espectador de algunos de sus días de entrenamiento y no por nada estaban siendo entrenados por el demonio prodigio y uno de los agentes de la Port Mafia.
Llegó al tramo de las escaleras hacia la casa con calma, sabía que aún no era la hora de abrir el café, así que podría llegar tranquilo. No espero ver a la chica Gin esperándolo en la puerta.
- Nakahara-san es mejor que regrese por donde vino.- dijo directamente la pelinegro, interponiendo se entre el y la puerta.
- ¿Que sucede? ¿Donde esta Dazai?.- pregunto, le perturbaba el rostro estoico de la menor.
- Dazai-San está... Indispuesto el día de hoy, no abrirá el café y no quiere ver a nadie.- respondió sin apartarse, intentando no dar demasiada información.
- ¿Que le pasó? Quiero verlo.-
- no es un buen momento Nakahara-san, lo digo enserio.- la chica frunció el ceño, intentado no dar su brazo a torcer. La puerta de repente se abrió mostrando a los demás adolescentes en fila para salir, con Ryonosuke a la cabeza. Este también frunció el ceño.
- Nakahara-san no debería estar aquí.- hablo el mayor mientras salió con los otro 5 chicos a su espalda, cubriendo la puerta de forma consciente.
- díganme que está pasando, ahora.- no quería molestarse con los chicos, intentaba llevarse bien con ellos, pero debía admitir que la desinformación lo estaba cabreando.
- no es de su incumbencia.- respondió Sakura que estaba un paso detrás de Shinji, ella era la más cercana a la puerta en ese momento.
- si se trata de Dazai, claro que lo es.
- por supuesto que no, por si no lo recuerda estuvieron 4 años separados.- esta vez fue Gin.
- lo que pasa entre nosotros no les incumbe a ustedes tampoco.
- si la salud de Dazai-San está en peligro, nos incumbe.- los listones de Rashomon empezaron a flaquear al mayor del grupo, mientras que Chuuya empezaba a brillar en tenue rojo. No podía dejar salir su poder ahora.
- ¿Que se supone que están haciendo?.- Nadie se había dado cuenta de la presencia de Oda, hasta que el mismo hablo. Se encontraba a unos pocos pasos de las escaleras del pórtico, con una bolsa mediana y a Ango justo a su lado.
- Nakahara-san no quiere marcharse.- contestó rápidamente Katsume.
- Se lo pedimos amablemente, pero no escucha razones.- hablo también Sakura, sacando la cabeza desde el fondo.
- Oda no me iré sin ver a Dazai.- se volteó rápidamente al tipo castaño rojizo, que lo miraba seriamente, como si tuviera una batalla interna entre dejarlo o no. Se giró hacia su compañero que miraba todo con ojo crítico y sin despegar la mirada del pelinaraja asintió. Oda solo pudo suspirar.
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Mi Niña Amada
FanficAtrapado Solo Obligado Estaba perdido, sin sentir, sin dignidad, sin derecho a elegir Atrapado en un cuerpo que no le pertenecía, verse al espejo con los diferentes vestidos, maquillajes y lazos en su cabello castaño. Era irreal Extraño. ¿Pero que p...