Mi Niña Amada

simplemente Dazai

Podía concluir que su nueva tarea, que hasta ahora sabía que respondía por el nombre de Aiko, era la ejecutiva más joven de la port Mafia, al parecer consentida de su jefe, era un cascarón sin emociones.

Ya llevaba con ella al menos un mes, y si le había dirigido una frase cada tres días era decir mucho, se notaba molesta con su presencia, dando a entender su desacuerdo de que ahora era su niñera, no entendía el porqué su jefe le mando a cuidarla, hacía su trabajo de forma impecable, sin remordimiento alguno a la hora de alzar su arma contra alguien, sin Dudar ni un segundo a la hora de disparar

Aiko Mori era una máquina para matar.

Pero aunque realmente fuese una chica tranquila, tenía sus momentos como este.

Solía escabullirse de él

La primera semana la tuvo difícil, la chica en el más mínimo descuido desaparecía, aunque no le despegará los ojos de encima, no sabía cómo lo hacía, si era producto de alguna habilidad, era complicado encontrarla, mientras intentaba no toparse con su jefe, lo mataría si supiera que la niña se le perdía cada par de horas al día.

La segunda semana, está se veía frustrada, por el simple hecho de que no se separaba de ella ni para ir al baño, el miércoles por la tarde intento dispararle, pero pudo verlo con su habilidad antes de tiempo, cosa que eso mantuvo a la castaña consternada y malhumorada el resto del día, desquitando su frustración con algunos prisioneros cautivos en las mazmorras.

La tercera semana, empezó a darse cuenta que la chica se despejaba cuando llegaba a escaparse, no sabía que hacía pero al parecer eso la estabilizaba; dejó de vigilarla continuamente para seguirla a la mínima oportunidad, pero esta no intento nada.

Y así llegamos a la cuarta, era jueves y hasta ahora la ejecutiva no había querido escaparse otra vez, o sabía si estaba jugando con él o no se había dado cuenta de su liger durante la semana anterior con respecto a la vigilancia; aunque no dejo que pensara mucho en ello, cuando el reloj dio las tres de la tarde la chica logro escabullirse y Oda empezó a seguirla.

Salieron del edificio de la Port Mafia y pasaron por diversos locales, a esa hora no había mucha gente por las calles al ser día de semana y aparte hora laboral, todo estaba tranquilo, y Oda reconoció a dónde se dirigían, el puente de Yokohama.

No sabía cómo (aún no lo descifra) la niña volvió a perderse de su vista, hasta que su habilidad lo golpeó. Lo emboscaria con arma blanca, estaba arriba del árbol. Con un rápido movimiento, la desarmo y cargo como un costal de papas.

- bajame ya.- la chica le parecía demasiado rara, no pataleaba o gritaba, era un peso muerto en su hombro, su voz sonó igual de monótona que el resto del mes de lleva cuidándola, la bajo frente a él, mientras lo miraba con cara de pocos amigos.

-¿Por qué me estabas siguiendo?.- pregunto firme mientras lo veía a los ojos, bueno está lo veía con un solo ojo, puesto que el otro lo tenía tapado con un vendaje, al igual que pudo notar en las semanas, tenía en cuellos, brazos y piernas, le recordaba a una momia

-Por si no lo sabías no puedo dejarte sola ni un momento, ese es el trabajo de un guardaespaldas señorita.- contestó, la misma no se veía contenta.

- ¡no te atrevas a volver a llamarme señorita!.- sonó más molesta ahora, la primera emoción que conocía de ella.

-Esta bien, ¿como quiere que la llame entonces?.- pregunto el más viejo, tratar con adolescentes no era lo suyo.

- Dazai, solo... dime Dazai.-

- bueno Dazai, ¿A donde querías ir?.- este no respondió.- no necesitas escaparte para ir a algún lado, si no quieres, no le diré al jefe a donde vamos.-ella se sorprendió, al parecer era la primera vez que le decían que no le contarían nada al superior.

- ¿Harías eso?.- pregunto incrédula, el mayor solo asintió.- bueno está bien, aunque ni siquiera recuerdo tu nombre.- y su voz monótona volvió, bueno había visto más expresiones de ella en esos, al parecer, 10min de conversación que en todo el mes que llevaban juntos era un comienzo.

-Sakunosuke Oda.-respondió

-te diré Odasaku.- ingenioso apodo, no le molestaba, asintió y la niña hizo lo mismo.

Publicado: 5/nov/23
Edición:13/oct/24