Recluta

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      Después de su pequeño escape, en donde pudo empatizar con la niña, su dinámica había mejorado considerablemente y su trabajo cada vez se volvía más ameno, resulta que la chica se escabulle para ir a la biblioteca, pide prestado un libro, va al parque de Yokohama y se sienta en alguna rama de un árbol frondoso para no ser vista y leer en calma; era algo que simplemente no imaginaba, esperaba cualquier cosa, incluso que tuviera un romance o algo por el estilo, le pregunto el por qué lo hacía, y ella simplemente respondió que Morí no la dejaba leer cualquier otra cosa que no sean libros que no hallan sido examinado por su persona antes.

       Sinceramente eso le pareció demasiado extraño, bueno, todo en la chica era extraño, era muy reservada, es verdad que desde esa escapada al puente había entablado una especie de camaradería, si podía decirle así, aún está era muy poco sociable y habladora, solo había demostrado una gran convicción con querer suicidarse, incluso la castaña decía que lo encontraba divertido y había estado frecuentando mucho un libro llamado "el completo manual del suicidio", ya realmente no le tomaba importancia, Mori-san de alguna manera siempre arruinar sus planes y terminaban en un bar del puerto llamado Lupín hablando de tonterias.

     La verdad le agradaba la niña, sin contar que era una asesina serial, próxima heredera de la Port Mafia y una suicida, era agradable y siempre tenía algo que decir, o algún autor que comentar, como ahora que estaba en la cima del árbol mientras él se encontraba sentado a los pies del mismo, solo mirando a los niños jugar, mientras la castaña le contaba sobre lo cliché que puede llegar a ser William Shakespeare. Su celular sonó.

—habla Oda.— la chica se quedó callada, atenta a lo que su guardespaldas decía, este solo asentía a lo que sea que le estuvieran diciendo.— vamos para allá jefe.— sin más tranco.— debemos ir al cuartel. La chica bajo de un salto, bastante gracial, apesar de la falda plisada hasta la rodilla que llevaba y una camisa de hombros descubiertos color crema, que dejaba ver todas la vendas que cubrían su cuello y clavícula.

- que quiere Morí-san.- dijo notando su fastidio, esos meses con ella se había dado cuenta del desprecio hacia el pelinegro, aunque no lo entendía, ¿Era su padre no?

- tenemos una misión, nos espera en el cuartel con instrucciones.- sin más partieron hacia la cede principal de la Port Mafia.

~.~

—Los llame por que tengo una misión para ti preciosa.— hablo el mayor, ahora llegaba a notar lo incómoda que estaba la castaña, aún si su superior estaba a más de un metro de ella, el solo podía quedar al margen.— por cierto te ves preciosa, el color crema te queda muy bien.— sonrió

— De que trata la misión maestro.— hablo firme, dando a entender su molestia.

— que dura querida, pero bueno hablaremos de eso más tarde.— Oda sintió como la castaña se tensaba justo a su lado.— te llamé para una misión de suma importancia, una pequeña organización que se está saliendo de control en los barrios bajos, se hacen llamar las ovejas y al parecer tienen un usuario de habilidad muy poderoso.— Mori les extendió un expediente que Oda se acercó a tomar dejando en manos de  Dazai. Al abrirlo varias fotografías de adolescentes, resaltando un chico con chaqueta de mezclilla. Interesante.

— Su misión. Qué el usuario de habilidad se una a nosotros, si no lo hace. Aniquilarlos.— aveces era espantosa esa sonrisa que pintaba de forma tan simple, como si estuviera hablando  de cachorros y no de matar a unos adolescentes.

-Entendido jefe.- hablaron al unísono sin más. Dos robots entrenados para matar.

~.~

—¡Oye tú! ¡Momia!, ¡Me estás estorbando!.— grito un chico de baja estatura, pelirrojo, el que buscaban. Bueno, él los encontró a ellos, se encontraban caminando por los barrios bajos cuando la castaña fue literalmente tacleada por un rayo, echo que ninguno de los dos pudo evitar.

—¡Tu eres el que está encima mío estúpido!.— le respondió Dazai que se encontraba a los pies del chico que brillaba con un aura de color rojo, bastante tenue.

— si no te hubieras atravesado con tu tonto libro no te hubiese tacleado.— rezongo el pelirrojo de manera despectiva. La chica se levantó, solo para que el portador de la gravedad, se sorprendiera por darse cuenta que era una chica.

—si no fueras una bestia, enano te hubieras dado cuenta que estaba pasando.— intentaba limpiarse la tierra de su falda, después de entregarle el libro previos que tenía en sus manos a Odasaku que se mantenía, como siempre, al margen de lo que decía o hacia la chica.

— Que hace una chica tan elegante en este lugar.— hablo con petulancia el chico pelirrojo, que calculaba, tenía la misma edad que su jefa. Lo que él chico no se esperaba era el arma que rápidamente apuntaba a su cabeza.

— No vuelvas a decirme así, o lo último que verás, es como tú cráneo es perforado por una bala.— el chico estaba sorprendido, pero no asustado, impresionado por la chica castaña.

—como quieras momia, no estoy para tus juegos.— el chico hizo ademán para irse pero la castaña lo detuvo mientras lo tomaba del brazo.

—Eres Nakahara Chuuya no es así?.— no sabía cómo está chica conocía su nombre, y le molestaba que lo dijera tan segura y con una sonrisa de autosuficiencia y altanería

Le borraría esa sonrisita de la cara

Hola hola solecitos, soy la escritora de esta historia, espero les esté gustando. Ya Dazai se encontró con Chuuya pero no tengo imaginación para escribir todos los sucesos de las ovejas.

Me quiero centrar más en otras cosas, así que abra un salto en el tiempo, pero ocurrieron todo lo sucedido con las ovejas y Rimbaud, como en el anime y manga.

También recientemente me enteré de una novela en donde narra el como se conocieron Dazai y Oda, si alguien sabe donde puedo leerla y las demás novelas ligeras es que no las encuentro y si se pueden descargar mejor todavía

Diganme que les parece me gustaría saber que opinan de la historia

Hasta la próxima

Publicado:
Edición: 15/oct/24

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