Sofía
Desde que nací, todo apuntaba a mí. Era la mayor, la que debía cargar con el legado de los Reboredo. Me enseñaron que sería la cara de la familia, la que continuaría el nombre con orgullo. Hasta que ella nació.
Maia.
Desde el primer día, con ese cabello rojizo y esos malditos ojos azules que parecían hipnotizar a todos, se lo llevó todo. No podía caminar dos pasos sin que la llamaran la "princesa de papá", sin que las miradas llenas de admiración cayeran sobre ella. Yo, en cambio, me convertí en una sombra, la mayor, la que era "fuerte" pero nunca lo suficientemente brillante.
Y Christian... Éramos inseparables. Cuando éramos niños, lo era todo para mí, mi cómplice, mi hermano. Pero cuando ella apareció, él se perdió en su adoración. Siempre defendiendo a Maia, siempre protegiéndola, como si no fuera capaz de valerse por sí misma. Me dejó sola, por esa "princesa", como si yo ya no fuera suficiente para él.
Cada vez que los veía juntos, cada vez que él se interponía entre nosotras, sentía cómo algo dentro de mí se rompía un poco más. Yo, con mis ojos oscuros, fuerte y calculadora, hecha para las sombras, mientras ella brillaba en el centro de atención, querida y admirada. Ella era la cara de los Reboredo, la hija perfecta, la que todos deseaban. ¿Y yo? Yo era la hermana mayor olvidada, desplazada, condenada a observar desde un rincón.
Maia me robó todo. Lo que debía ser mío.
Ahora yo le robaré todo, y la destrozaré por completo. Maia no tiene idea de lo que le espera. Siempre fue tan perfecta, tan querida... incluso por Seth Vatz, el hombre que juró destruirla. Lo vi, justo en el momento en que mi hermano estuvo a punto de volarle la cabeza. Algo en él captó mi atención, algo oscuro, poderoso, roto. Y supe en ese instante que lo quería. No solo porque él me interesaba, sino porque fue de ella. Maia vio algo en Seth, y él en ella. Pero lo que Maia no sabe es que ahora él será mío.
No se trata solo de venganza, se trata de hacerle entender que todo lo que ella toca, todo lo que ella ama, no le corresponde. Seth será la llave para su destrucción. ¿Cómo se sentirá cuando vea que el hombre en quien confió, el hombre que alguna vez pudo haberla amado, se convierte en su verdugo? La persona en la que ella depositó su confianza en su momento de fragilidad, será la misma que la destruirá, él será su perdición.
Cuando Seth, bajo mi control, la mire con esos ojos vacíos, desprovistos de cualquier rastro de humanidad, la dulce Maia finalmente entenderá. Y ahí, en ese momento, cuando vea que su final vino de las manos de quien menos esperaba, será cuando yo gane.
Seth Vatz será su mayor caída... y mi mayor victoria.
Lo observé mientras le inyectaban el suero. Su cuerpo, hasta ahora tenso por la resistencia, comenzó a relajarse lentamente, como si cada gota de ese líquido mortal fuera liberándolo de las cadenas invisibles que lo ataban a su humanidad. Seth siempre había sido fuerte, pero incluso el más fuerte cae cuando le quitas lo que lo hace humano: su mente.
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La Princesa de Papá (En edición)
Romansa"La Princesa de Papá" (Primer libro de la biología Estragos de una Venganza) Maia Reboredo, la hija de un poderoso y peligroso multimillonario, vive bajo la sombra de su padre, protegida por su dinero y su control. Pero su mundo perfecto se desmoron...