Capítulo 8

74 11 2
                                    

—¿Estás molesto?

—Realmente estoy acostumbrado a que me hija duerma con esas historias, así que no, no estoy molesto—Erik sonrió de forma tranquilizadora en dirección a Charles, quien avergonzado por la atención desvió la mirada—A menos que me digas que no te gustó lo que te he narrado.

—No, no es eso. La historia es bastante interesante ¿Dónde la oíste?

—Bueno, a nuestro reino le encanta contar historias para dar lecciones. Me sorprende que Raven solo te haya contado una.

—No hemos tenido mucho tiempo para conversar. El caos que provocó su título me mantuvo bastante ocupado.

—A ella siempre le gustó contar historias, decía que algún día, ella escribiría algo que nadie nunca hubiese leído.

—Siento que mi familia te la arrebatara.

—Mi familia aceptó el trato de intercambiar esclavos por alimentos y oro, así que no, no tienes culpa— aseguró— Mis padres iniciaron las desgracias al no medirse al momento de pedir impuestos, después, se dedicaron a organizar fiestas con grandes banquetes y adornos de oro, lo que les llevó a ganar el odio de la gente. Lo que ocurrió después, fueron las consecuencias de sus decisiones.

—No merecías ver a tus padres morir de esa manera.

—Quizá, pero era mejor que ellos murieran a qué toda la familia real fuera destituida de su cargo por los rebeldes. Lo único que sí lamento, es que gracias a aquel ataque, la familia Mässajad tiene el poder suficiente para orquestar todo este desastre.

—Tienes un plan.

—Si, pero aún tengo que pensar en los detalles. Espero que Azazel también tenga una idea de lo que podemos hacer.

—Confías mucho en él.

—Si, él es quien me ha dado informes de todas las batallas que hemos ganado. En recompensa le he dado una gran cantidad de tierras. Un buen hombre que tiene una adorable familia. Su madre cada que puede me manda alimentos y su padre adora los jardines del castillo. Lo he visto llevarse rosas— comentó con una risa apenas contenida.

Charles meditó en silencio las palabras de Erik antes de removerse incómodo sobre su caballo.

—¿Él sabe qué pasó con Sebastián?

—Perdió la pista cuando llegó a las afueras de tu reino ¿Puedo cuestionarte por qué es de tu interés ese hombre?

—Ese día, la mujer que él intentó tomar me pidió una reunión, aunque no acepté verla hasta unas semanas después— Charles parecía perdido en sus recuerdos, pero no por ello dejaba de prestar atención a los gestos de Erik— Dijo que vería mi futuro y después de hablar en una lengua extraña, cayó sobre mis pies.

—No me fío de esas artes, pueden ser peligrosas.

—Lo sé, por ello me asusté y traté de despertarla pero la mujer me alejó, diciendo que no podía hablar mucho, pero que debía recordar sus palabras porque las iba a necesitar— Charles apretó los labios— "Y hasta que la última estrella en el cielo se apague, estaré seguro de que entregarte mi corazón nunca fue un error"

—Nunca me han gustado las despedidas— Erik tomó la mano de Charles— Pero eso no explica porque quieres saber sobre él.

—Es que yo tampoco sé porque quiero saber sobre Sebastián. Es como si tuviera un mal presentimiento, me causa incomodidad en el estómago al igual que cuando veo a tu esposa.

—¿Ella te ha hecho algo?

El rey de Dashuria negó.

—Mejor, sígueme contando la historia del Rey Arturo.

La sombra del corazón | CherikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora