𝙾𝚗𝚎 𝚂𝚑𝚘𝚝'𝚜 | 𝐒𝐚𝐬𝐡𝐚𝐧𝐧𝐞

𓈀 Beso nocturno. 𓏭 ១

La noche era fría, al tener tantas cosas en su mente era difícil el poder conciliar el sueño. Suspiró ahora sus orbes azulados miraba hacía el techo improvisado de tierra y alguna que otra roca. Definitivamente para la comandante conciliar el sueño era imposible, sin más tomó asiento en la cama (también) improvisa llevando sus manos hacía sus rubios y largos cabellos, un largo suspiro se dejó ir de sus labios.

Sintió el suave movimiento de un cuerpo en la cama, al voltear se habia encontrado con su compañera de mando una sonrisa se mostró en su rostro, era lo más hermoso que había visto nunca: Su mejor amiga dormida plácidamente sin ningún problema que carcomiera su mente, su respiración era tranquila y se notaba que dormía bien, algo más llamó su atención, aquellos labios... Aquellos labios que desde tiempo atrás deseaba besar o hasta en casos extremos, morderlos... Esos labios que pedía a gritos la junta con los suyos mismos, se sonrojó ante tales pensamientos.

Ladeó su cabeza para sacar aquellos pensamientos de su mente pero era imposible y  peor aún teniendo su mirada sobre sus apetitosos labio, su cuerpo andaba inquieto... ¡Quería probar sus labios!.

── ¿y si...? ── se preguntó para si misma. En un abrir y cerrar de ojos ya estaba su cara muy cercana a aquél precioso rostro adormilado. Cerro sus ojos ante el taco leve de sus labios con los de la castaña. Era una textura suave y no ayudaban para nada al intento de no besarlos. Por otro lado, Anne no estaba del todo dormida como Sasha creía además había sentido tal atrevido acercamiento que no pudo evitar sonreír, moría ella también por besarla... Las dos deseaban juntas sus labios en un suave y tierno beso, atesorando así aquél deseado momento.

── ¡No! No debo besar...

No pudo terminar la oración ya que, sorpresivamente la castaña había dado el primer paso: sus labios se unieron en un tierno y avergonzado beso, tanto las mejillas de Sasha cómo de Anne eran adornadas en un adorable carmín, los movimientos por parte de Anne eran torpes y los de Sasha eran una extraña mezcla entre torpes y experimentados. Por la falta de aire tuvieron que separarse.

── yo...

── shh...  ── la rubia había tapado aquello suaves y dulces labios con su uno de sus dedos, Anne la miraba con un ligero brillo en sus ojos.

Sus labios volvieron a conectarse dejando que las palabras sean selladas con las mismas. Nuevamente una sincronización tierna se apresuraba en la escena. El cuerpo de la rubia se dejó caer encima del cuerpo de la castaña quién sin titubear paso ambas manos por la espalda ajena dejando pequeñas y cariñosas caricias por el "pijama" de la comandante, quedando atrapada entre la suavidad de las colchas improvisadas y el cálido cuerpo ajeno. El beso se volvió fogoso con una pizca de deseo en ello, sus lenguas no tardaron en aparecer en una sincronizada guerra en busca del ganador: Sasha. Sus rostros enrojecidos por el carmín de sus mejillas se habían separado, dejando consigo un pequeño hilo de saliva.

¿El frío? El frío habia sido controlado gracias al calor que comenzaba a enmendar del cuerpo de la rubia. Sasha se sentía avergonzada ¿Enserio se había calentado por tal deseoso beso? La respuesta era si, no era novedad que la rubia deseara a su subcomandante pero gracias a su radical cambio, le costaba admitirlo y menos enfrente de la castaña, por lo qué... De manera rápida había desaparecido de la habitación dejando a una sonriente y soñolienta Anne en la cama que ambas compartían.

Aquella noche... Fue una de las mejores para Sasha, sin importar que sentía una ligera calentura y que debía dormir en otra habitación.

── ¡Buenos días, Comandante! ── una animada Anne se dejó entrar en la habitación o más bien oficina de los líderes, se estiraba. Sasha estaba sentada en aquél tronco mirando un mapa.

── Buenos días~ te veo muy animada. ── le respondió la rubia con una ligera sonrisa en sus labios.

── es que... Dormí bien y todo gracias a cierta rubia~ ── respondió ante las palabras de la rubia con un ligero coqueteo, ambas al recordar el beso fogoso de la noche anterior no pudieron evitar sonrojarse.

Después de eso... Sasha había reconciliado el sueño, Anne con mucho gusto la ayudó con ese pequeño problema: le daba abrazos y mimos para que pudiera dormir bien cosa que funcionaba al máximo, había descubierto que el punto más cariñoso en Sasha era su sedoso cabello rubio. Además... Uno que otro beso tierno o deseoso aparecía en sus noches juntas.

Estas dos chicas si que se gustaban y mucho.