Capítulo 21

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Draco cerró la puerta de la habitación. Levantó las piernas de Harry con firmeza, llevándolo hacia la cama con un gesto decidido. En el breve trayecto, no dejó de besar los labios de Harry con una pasión desbordante, manteniendo una conexión visual constante. 

Depositó con cuidado el cuerpo ligero de Harry en el colchón, situándose encima de él para continuar sus apasionados besos. Con manos diestras, exploró lentamente cada rincón de la piel de Harry, captando los sensuales gemidos que escapaban de los labios del León. Un calor sofocante empezó a brotar en Draco, mientras sus feromonas se mezclaban con las de Harry, creando una fusión de aromas que impregnaba todos los sentidos, con la embriagadora mezcla de menta y canela flotando en el aire.

 Un calor sofocante empezó a brotar en Draco, mientras sus feromonas se mezclaban con las de Harry, creando una fusión de aromas que impregnaba todos los sentidos, con la embriagadora mezcla de menta y canela flotando en el aire

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Se separó de esos labios con un suspiro, percibiendo la respiración agitada de Harry a corta distancia. -Te voy a demostrar cuanto significas para mi...- Murmuró Draco en un tono bajo. Descendió por el cuerpo de Harry con una lentitud que resultaba tortuosa, trazando su camino con besos y lamidas que generaban estremecimientos de placer en el León. Finalmente, alcanzó su destino deseado. El miembro de Harry clamaba por atención, y Draco estaba dispuesto a ofrecérsela. Una sutil caricia con su lengua en el tronco bastó para arrancar un delicioso gemido que cautivó sus oídos.

-¡¡Aaahh!!- Harry estaba perdiendo por completo la cabeza ante los besos y caricias que Draco le prodigaba. Su cuerpo ardía como si estuviera envuelto en llamas, y su corazón latía desbocado. Ya no podía articular una sola frase coherente; en cambio, sus labios solo dejaban escapar gemidos profundos y cargados de placer. Lo que predominaba, sobre todo, era una inmensa felicidad. El hecho de que Draco lo hubiera rescatado de Oliver ya significaba todo para él, pero lo que no se esperaba era recibir disculpas sinceras y una confesión por parte de Draco. Esto llenó su corazón y su alma de una profunda paz, creando un vínculo más allá de lo físico entre ambos.

El rubio observaba cada movimiento de Harry con intensidad, capturando cada reacción del moreno. Volvió a deslizar su lengua desde la base hasta la punta, provocando que Harry alzara las caderas en busca de un contacto más profundo. Sus ojos se deslizaron hacia abajo, admirando la entrada de Harry, ahora completamente dilatada y húmeda. Sin previo aviso, envolvió aquel miembro con su boca, mientras que uno de sus dedos exploraba y penetraba el orificio palpitante. Movía su cabeza en un vaivén lento y sensual, degustando como si fuera una exquisitez aquella parte del León. Amaba escuchar cada sonido que salía de su garganta. Era música para sus oídos. 

Harry dejó caer sus manos, aferrándose al cabello rubio de Draco con fuerza mientras experimentaba las acometidas de aquel dedo. Sin embargo, ya no era suficiente. La necesidad de más se manifestaba en su expresión y gestos. -D-Detente...- Pudo decir a duras penas, tratando de hacer entender a Draco que estaba más que preparado.

El rubio asimiló las palabras, y con una última lamida, liberó el miembro de Harry de su boca, dejándolo aún más húmedo y ansioso. Retiró con delicadeza el dedo que había utilizado para prepararlo y ascendió nuevamente por su cuerpo, besando y acariciando cada centímetro en su trayecto. Selló su recorrido con un último beso en los labios de Harry antes de comenzar a desnudarse. 

Aroma a Canela y Menta. (Drarry Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora