Un Nuevo Aliado

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Tenía el control de juego en la mano, y en ese momento. Nada más importaba en el mundo. Solo que Javier y yo llegáramos a completar la misión para pasar al siguiente nivel. En ese momento me dí cuenta que acabando ese fin de semana, tendría que volver a mi vida simple en casa. En la cual, hay una consola vieja, la cuál compartía con mis hermanos y cada quien esperaba su turno, porque solo había un control. 

Me invadió un sentimiento de tristeza y coraje. Deje el juego para irme a la cama acostar. Javier se saco de onda y molesto por que estábamos a punto de perder, me ordeno que volviera a tomar el mando. Si seguía sentado frente a esa enorme pantalla jugando, me iba a acostumbrar y debía aceptar que esa no era la realidad para mí. Lo mejor en ese instante era desapegarme de la vida de los Arcos y volver a la mía.

Cerré los ojos y me quede dormido. Esperaba despertar el Domingo en la tarde ya para poder irme a casa. Para mi suerte, solo pasaron cuatro horas. Al abrir los ojos, Javier estaba dormido al otro extremo de la cama. Supuse se había enojado conmigo por perder el juego.

Me dio sed y me dirigí a la cocina para poder tomar algo. Elegí tomar simplemente agua, porque no quería tomar nada que me pueda llegar a gustar y luego no pudiera conseguir con mis propios méritos. Aunque unas botellas que parecían gaseosas importadas captaron mi atención. 

Agarre una de esas botellas para inspeccionarlas. Su presentación venía en otro idioma. Trataba de descifrar que decían, pero era ilógico que entendiera algo. Solo me gustó su color naranja, ya que era mi bebida favorita.

"Si la sigues teniendo así todo el tiempo, se va a poner al tiempo y perderá su sabor". Me dijo una voz, que me provoco un susto. Haciendo que tirara la botella al suelo y se rompiera en pedazos. 

Se trataba de Eric quien también había bajado a la cocina por algo de beber. Quería llorar por mi estupidez, pero él me dijo que no me preocupara. Tomo un recogedor y una escoba para recoger los vidrios y tirarlos a la basura. Y luego con varios rollos de servilleta, seco el piso para que no se impregnara el liquido. 

Una vez que tiro todo en la bolsa de basura. Me miro y me dijo. "¿Lo ves? No pasa nada. Algo tan sencillo lo vuelves complicado". Luego se acerco al refrigerador, saco otra de esas bebidas y me la ofreció. La rechace, pero el insistió. Así que la acepte. El también tomo una y la destapo para beberla.

Nuevamente me miro de pies a cabeza e hizo un comentario sarcástico sobre la pijama que traía puesta. Al contrario de mí, el solo vestía una playera negra con el nombre de una banda llamada Sex Pistols. Un calzoncillo blanco y un par de calcetas que hacían juego con su ropa interior. Ante mis ojos parecía un chico rebelde de esos que te vende la televisión europea. 

Indago un poco para saber más de mí. Le conté sobre como su hermano y yo nos habíamos vuelto amigos. Algunas cosas de mi vida personal y un poco de mi familia. Era bastante conversador. 

Cómo ya tenía información de mí, era mi turno de saber de él. Comenzó su historia usando sarcasmo, al parecer era su herramienta favorita. Contó del día que nació hasta llegar a la parte más relevante de su vida.

A tan solo dos semanas antes de cumplir trece años. Vio una película que cambió su vida. Trainspotting. La historia de un adicto a la heroína y alguna que otra droga. Cada imagen, le hizo sentir algo en su interior. A tal grado de querer saber que se sentía estar drogado.

Busco por sus propios medios a alguien que pudiera venderle algo. Y consiguió mariguana para probar por primera vez. Según él, no sintió gran cosa la primera vez. Solo estuvo relajado y le dio mucho sueño. Luego experimento con la cocaína. Aquello le dio una energía exuberante, en medio de una fiesta.  La calificó con un nueve punto dos. Y finalmente logro obtener la tan poderosa heroína. Uno de sus compañeros de clase, conocía a alguien que se la vendió. No aguantaban las ansias por probarlas. A tal grado de inyectarse en el baño de la escuela. 

La extraña Familia ArcosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora