Educación Exorbital

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Temía comer junto con Jeremy. Pensé que en cualquier momento podría decirme algo. Pero su seriedad era lo que más me espantaba. El no saber cuándo puede o no ocurrir alguna situación, es de lo más desesperante. 

Nadie se atrevió a decir ninguna palabra hasta la llegada de Eric a la mesa. Se había aseado y vestido de manera correcta. Amablemente pidió los alimentos correspondientes para su desayuno, los cuales Rosa coloco frente a él y luego le dio un plato con contenido similar a Jeremy. 

Hasta para comer Eric era vigilado por Jeremy. Usaba un cubierto para cierto tipo de alimentos, y si se equivocaba en uno, solo miraba de reojo a su tutor para no ser regañado. Mientras que su hermano menor comía hasta con los dedos. 

Del miedo comí despacio y con educación. Sé que Eric es el blanco principal de Jeremy, pero aun así, quise mostrar buenos modales delante de él. Termine de comer, Rosa levanto mi plato y me retire despidiéndome del segundo hermano Arcos y su tutor. Poco después Javier termino de comer y me acompaño a su habitación.

No aguantaba más y lo primero que le pregunte a  Javier, era quien era ese personaje tan extraño llamado Jeremy. "Es el tutor de comportamiento de Eric". Me dijo a secas. Pero yo quería saber más, el contexto. ¿Para qué un tutor de eso?

Así fue como me enteré la historia de Eric y Jeremy. Resulta que hace casi dos años, atrás de esa fecha. La familia Arcos Vázquez recibió una llamada de la escuela. Habían encontrado droga en la mochila de Eric. Carlos fue quien se encargo de asistir al llamado escolar, ya que los señores Arcos se encontraban fuera de la ciudad. Al enterarse de esto, Raul Arcos, voló rápidamente a la ciudad para encargarse del asunto. Era un tema sumamente delicado por parte de su familia. Nadie debía de enterarse, ya que el apellido Arcos es de los apellidos más limpios en la historia del país. Nunca se ha escuchado de un caso así.

Eric dijo que se lo guardaba a un amigo. No dio nombres, ni nada. La escuela decidió creerle. Y su padre pago una cantidad para que ese tema no saliera de la dirección. Su apellido estaba salvado. Hasta que dos meses después, reciben otra llamada, esta vez de un hospital. Nuevamente su hijo estaba involucrado en un asunto de drogas. Ahora por una sobredosis que tuvo. Una dosis de heroína hizo que Eric casi perdiera la vida. Lograron salvarlo, pero haciendo un análisis médico, se determino que no era la única cosa que Eric había consumido. Dentro de su cuerpo habían más sustancias ilícitas y su sangre llevaba cierto grado de alcohol. 

La familia estaba consternada ¿Cómo era posible que uno de los hijos de Raul Arcos estuviese pasando por algo así? De nueva cuenta, se dio una buena cantidad a médicos, enfermeros, un reportero que se entero de la noticia y el asunto de Eric se mantuvo privado, solo los miembros de la familia Arcos y los que vivían en la casa se enteraron de lo sucedido.

Había que reprender a Eric. Pero en la familia Arcos, hay una regla de oro. "Jamás agredas físicamente a otro Arcos". Y si uno de los padres llega a disciplinar aunque sea con una bofetada a uno de sus hijos. Era un pecado mortal en sus mandamientos. Temían que Eric volviera a hacer lo mismo. Tenía tantas cosas por corregir, y sus padres no eran capaz. O más bien no sabían como hacerlo.

Su padre investigó por Internet de manera anónima un método para ayudar a su hijo. No podían anexarlo, ya que si alguien llegase a enterarse de eso. Sería la perdición para la reputación de los Arcos. Así que en un blog, de padres millonarios, o algo así entendí de las palabras de Javier. Su padre vio un método muy popular al otro lado del charco. Muchas familias importantes europeas, tenían un tutor para sus hijos más rebeldes. Estos se encargaban de la disciplina y corrección de sus hijos. 

Fue así como una persona le recomendó a un joven ruso que fue entrenado para ser un tutor disciplinario. Anteriormente se encargaba de la educación de uno de los hijos del presidente de una ciudad en su país. Al tener tantas referencias de él. Raul Arcos ofreció una cantidad más grande del sueldo que le daba la familia presidencial. Y lo mando a traer a México, exclusivamente para que se encargue de su hijo. 

Cómo su nombre real era tan difícil de pronunciar. Simplemente lo llamaron Jeremy. Especializado en tareas de supervivencia. Entrenado para saber cinco distintos deportes, los cuales dominaba a la perfección. Fútbol, basquetball, natación, tiro con arco y beísbol. Dominaba seis lenguas aparte de su natal. Español, inglés, alemán, mandarín, portugués e italiano. Además de tener conocimiento psicológico el cual servía de apoyo en su labor. Jeremy era como una maquina que había sido criado para ser vendido al mejor postor. Y en este caso eran los Arcos.  

Al llegar a casa se le presentó a Eric, apenas Eric emitió un comportamiento rebelde, Jeremy pidió autorización para disciplinarlo y corregir sus actitudes. Con la luz verde del patriarca de la familia. Eric recibió el famoso varazo de Jeremy. Así se le llama al objeto que siempre lleva consigo Jeremy y aplicarle castigo corporal a Eric cuándo lo merezca. 

El resultado de aquel golpe fue la prueba total de que la decisión de tener un tutor de disciplina era la correcta. Eric no pudo hacer nada para defenderse, ni sus padres, ni familiares, ni los miembros de la casa, dijeron nada al respecto. Todos estuvieron de acuerdo.

Desde entonces, Jeremy ha sido como la sombra de Eric. Él se encarga de su salud, desarrollo personal, educación, alimentación, disciplina. Prácticamente de todo. La tarea de Jeremy es estar siempre con Eric vigilando que no haga nada negativo. Así que son como uno mismo.

Para mí, todo eso era algo intenso. Las palabras de Javier me decían lo contrario. Le daba igual que un extranjero estuviese encargándose de su hermano. La relación entre los dos, era muy nula. Parecían dos personas que viven en la misma casa, y no hermanos. Conmigo tenía una mejor relación que con Eric.

Quise dejar el tema a un lado al ver la poca importancia que tenía Javier y nos dispusimos a jugar vídeo juegos toda la tarde. Me quedaba una noche más para estar en casa de los Arcos y quería aprovechar esa consola a lo máximo. Cuándo decidí ir por un bocadillo, me encontré con Eric leyendo un libro sentado en un sillón de la sala. A otro extremo, se encontraba Jeremy de igual manera leyendo. Eric me observo y como si tuviera un radar, Jeremy se dio cuenta de la acción y le pidió que se concentrará en su lectura. Tal vez por impresionarme, Eric le respondió a su tutor de una manera vulgar. Lo que provoco que Jeremy le diera una bofetada inmensa a Eric. 

Puedo jurar que ha sido de los golpes más fuertes que he escuchado y presenciado en toda mi vida. Casi escuche la dentadura de Eric quebrarse en ese momento. No podía creer que manera más brutal de disciplinar a un menor. 

Enojado por su comportamiento Jeremy se levanto del sillón. Metió la mano en su bolsillo para sacar su famosa bastón de disciplina. Rápidamente, Eric se disculpo. Dijo que aquello había sido solo una broma. Lo miro al rostro asustado y Jeremy guardo su famoso objeto y le pidió que no volviera a ocurrir. 

El hermano de mi mejor amigo. Solo se cubría la boca intentado recuperarse del inmenso dolor que sentía en aquellos momentos. Nos miramos a la cara, y sus ojos estaban a punto de soltar lagrimas, pero las resistió por mi presencia. Volviendo su mirada a aquellas hojas de lectura. 

Me sentí muy mal por él. ¿Cómo unos padres podían permitir eso? ¿Por qué nadie hacía nada al respecto? Todos en la casa, habían presenciado como Jeremy disciplinada a Eric, pero parecían no importarles. ¿Tan mala persona era Eric para merecer eso?

Tome los alimentos que me indico Javier del refrigerador. Me dirigí a la habitación, no sin antes dar otro vistazo a aquel pobre chico sentado obligadamente leyendo algo que de seguro le impuso aquel tutor. 

Nada podía hacer por él. Solo volví a la habitación de su hermano menor, recordando aquella escena que acababa de presenciar. Le dije a Javier lo que había sucedido. Y solamente me respondió: "Pues también Eric ¿Para que habla así? Se lo merece". 

A simple vista pareciera que Javier odiaba a su hermano. Solo consumió drogas, no era un pecado tan grande. ¿O es que acaso Eric había hecho algo peor? Imposible. Un chico de quince años no podía cometer un acto tan brutal que conlleve a esa clase de corrección. Bueno, algunos sí. Por mi colonia habían chicos que desde los doce habían matado y violado, pero Eric no. Si hubiese algo que pudiera hacer por él, lo haría para salvarlo de esa educación tan infernal. 

La extraña Familia ArcosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora