Capitulo 6

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Capítulo 6

Continuo mi camino hacia el asesor, pensaba que iba a tener un día perfecto, pero no... tenía que aparecer la fastidiosa de Ashley a arruinar mi buen humor.

Entro a mi apartamento en silencio. Busco por los alrededores y cuando me introduzco en la sala ahí está. Con su largo pelo rubio y su vestido de diseñador sosteniendo una copa de Martini y observando la ciudad desde mis cristales.

Creo que no sabe que he llegado.

-¿Qué haces aquí Ashley? Creí haberte dicho que no puedes venir a mi casa así por así. Mi voz es ruda. En verdad esta mujer me enoja mucho.

Se da la vuelta en sus costosos tacones y me deja ver su perfecto rostro.

-Y yo creí haberte dicho que no me gusta que me digas que hacer y que no – toma un sorbo de su Martini – llevo más de media hora esperándote, ¿Dónde estabas? Cariño.

La última palabra... ¿es ese un tono posesivo? Alzo una ceja.

-Eso no te importa ¿Por qué estás aquí?

Ashley sonríe de forma maliciosa y camina hacia mí con el glamur de la diva que es.

-Recuerda, amor, que la semana que viene inicia nuestra gira. Te recomiendo que comiences a tratarme como a un princesa. – Se detiene enfrente de mí y pone sus brazos sobre mis hombros mientras toca mi pelo – ¿sigues enojado conmigo por lo que hice?

Muevo mis hombros y hago caer sus brazos.

-Acostúmbrate, esta será la manera en la que te voy a tratar de ahora en adelante – me alejo unos centímetros – deberías de estar en L.A.

-Quería venir a ver cómo te trata la gran manzana.

Trata de volver a poner sus brazos y me alejo para evitarlo.

-Quiero que te vayas de mi casa – mi voz es de verdadero enojo y siento como mis ojos echan fuego - ¡ahora!

-¡Por favor Ethan! Deja de comportarte como un niño. No es para tanto.

Un enorme bufido sale de mi boca, ¡Dios! Quisiera ser mujer ahora mismo para poder golpear a Ashley con todas mis fuerzas.

-¿Te parece poco dejarme en ridículo en frente de todos siéndome infiel públicamente? Y luego para arreglar las cosas convertir a mi padre en tu manager, sabiendo que significaría eso para mí.

Ya para cuando termino de hablar estoy gritando y mis manos se hacen en puños.

-Si lo pones así...

-¿Si lo pongo cómo? Eres la perra más grande que he conocido en mi vida y te quiero fuera de mi apartamento – avanzo mientras la señalo – y muy fuera de mi vida, eres una egoísta – Ashley retrocede y tropieza, pero no cae al suelo – y una persona en la que nadie ¡nadie!, ni siquiera su  propia madre podría confiar.

Tomo su brazo con poca delicadeza.

-Así que si me disculpas... –la llevo como un remolque al ascensor –  tengo cosas por hacer hoy.

Ashley trata de hablar, pero no la dejo. Para cuando puede reaccionar el ascensor está en el piso, la empujo dentro y observo su puchero.

-Si tienes algo más  que decirme dile a tu manager que se contacte con el mío, no vengas a mi casa.

Las puertas del ascensor se juntan y el rostro frio de Ashley es lo último que puedo ver.

Paso mis manos por mi pelo, camino de un lado a otro. Voy a mi minibar, tomo un vaso y le vierto whisky. Intento calmarme, pero no puedo. Cada vez que recuerdo a Ashley me altero – Esa es la razón por la que no estoy en A.L – me siento enfurecido, pero me obligo a ser fuerte y no dejarme llevar de la frustración, estrello el vaso que tengo en la mano contra una de las perfectas paredes blancas de mi apartamento.

"Calma Ethan, calma. No puedes dejar que esa mujer venga y te derrumbe"

Me digo a mi mismo, mientras doy vueltas con las manos en la cintura, cierro los ojos y antes de darme cuenta estoy buscando mi ropa para hacer ejercicio. Ahora mismo no necesito sentirme miserable mientras recuerdo todo lo que estoy intentando alejar de mi vida, lo que necesito es sentirme útil, quemar la energía rábica que se apodero de mí y esta es la mejor manera.

***

Para cuando regreso del gimnasio estoy más relajado, tomo una gran bocanada de aire y voy directo a mi cuarto, me meto en el baño y preparo todo para darme una ducha. Busco mi iPhone y llamo a Ellen, mi asistente personal, para que prepare una cita perfecta en la azotea del edificio – así como estoy no considero que deba de salir – La recogeré a Savannah en una limosina y luego la traeré aquí. Le pediré a Ellen que ponga luces, velas, música, una linda mesa y que prepare el mejor menú, sin incluir caviar, nunca me ha gustado mucho. Deberá de parecerse a parís.

Sí, eso quiero.

Horas más tarde salgo del baño y tomo el control remoto de mi closet. Presiono un botón y los trajes comienzan a bailar para mí. Tomo uno de chaqueta gris Dior y un perfume Armani de una de las cómodas – Hoy usare los gemelos que me regalo mi madre y no llevare corbata, me daría un toque demasiado serio – Son las 6:30, ya la limosina debe de estar en la entrada del edificio y para entonces me siento más relajado. Pensar en Savannah me tranquiliza.

Camino por el lobby, esta vez sin gafas de sol ni gorra, saludo a Braum como de costumbre. Estoy consciente de que llamo la atención, sin embargo no me preocupo, este lugar tiene una política de celulares fuera en el lobby puesta en vigencia solo para cuando estoy.

Hago una ovación mental para mí mismo.

"Esta es una de las razones por las cuales disfruto de quien soy a pesar de lo malo que haya pasado antes"

Me paro en frente del edificio a esperar por la limosina, llega y me deslizo en su interior con serenidad. Pareciera que no es la primera vez salgo con esta chica, la calma con la que me muevo no es propia de una primera cita.

Me digo mientras miro mi reloj esperando llegar justo a tiempo a casa de la bella morena.

Ya quiero ver los hermosos ojos de Savannah.

Simplemente complicado [En corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora