Capitulo 2

153 17 0
                                        

Llego a mi casa con kiky aun saltando, creo que no la deje disfrutar de su paseo.

-Lo siento preciosa, para la próxima.

Digo mientras muevo mi cabeza para aliviar el dolor de cuello que traigo.

De repente me siento cansada, voy directo a la cocina y tomo una botella de agua de la nevera.

"Tengo que tomar el medicamento, no debo olvidarlo, tengo que tomar el medicamento, no debo olvidarlo"

Hago un mantra en mi cabeza y me tiro en el sillón de mi enorme sala.

En dos semanas debo de ir al médico, creo que está funcionando este tratamiento. Me canso mucho, pero ya no sufro de estreñimiento, casi no siento náuseas y las indigestiones están cediendo.

¿Eso es bueno, no?

Hecho mi cabeza atrás, mi sillón en verdad es cómodo – ¡Con lo que me costó debe de serlo! –cierro mis ojos y en el momento justo antes de dejarme ir un recuerdo me llega a la cabeza, uno de unos brazos fuertes y cálidos que rodeaban mi cuerpo con ternura y me hacía sentir protegida.

***

Despierto desconcertada, miro a mí alrededor.

¿Qué hago en el hospital?

Trato de levantarme pero unas suaves manos me vuelven a colocar donde estaba, no tengo fuerzas y cedo a lo que esas tiernas manos me dicen que haga. Cuando tengo la oportunidad miro bien de quien se trata.

"¡Cecy!, pero que..."

Cecy es mi ama de llaves y madre sustituta. Desde que me mude a nueva york es la que siempre ha estado ahí conmigo. Al principio no confiaba mucho en ella, se me hacía demasiado misteriosa, pero luego cuando me tomo confianza y empezó a hablar tanto como ella solo sabe hacer de esos temas tan ocurrentes que solo ella saca a relucir le tome cariño.

-Ya, mi niña. Todo va a estar bien.

Miro confundida a Cecy. No entiendo nada.

-¿Qué paso? ¿Por qué estoy aquí?

Cecy me mira con tristeza, toma mi mano y le da un beso.

-Llegue ayer en la mañana a tu casa como siempre.

Hizo una pausa, y sus cejas se juntaron.

-Te llame un par de veces cuando te vi acostada en el sillón pero no me contestabas. Luego caí en cuenta de que estabas desmayada y de inmediato llame al 911.

Asustada por lo que me contaba Cecy, baje la cabeza.

¿Cómo perdí la razón de un momento a otro?

Pensé que estaba mejor.

He trabajado tan duro para que estas cosas no me pasen.

Sigo mi tratamiento al pie de la letra, no hago desarreglo...

Dios, Dios... ¿por qué?

Calma, concéntrate Savannah.

Pienso, mientras centro mi vista en mi cuidadora y amiga.

-Cecy, ¿Dónde está el doctor Richard?

En ese momento la puerta del cuarto se abre y veo al hombre moreno, alto e imponente que se supone que debe de estar evitando que este acostada aquí.

-Señorita Torres...

***

Llego a mi casa después de una semana en el hospital cruzo el marco de la puerta y camino hasta terminar en el interior de una casa vacía – Cecy ha sido de gran ayuda durante estos días, pero no puede quedarse conmigo todo el tiempo, tiene una familia. Al menos me hizo un gran favor quedándose con Kiky durante unos días hasta que me sienta un poco mejor y pueda recibirla. Amo a esa yorkie como a nada en este mundo pero no puedo tenerla por ahora, no así. Sé que Cecy cuidara bien de ella... estoy segura – Sin previo aviso llegó a la habitación y me tumbo sobre la cama. Extrañaba mi corchon, dormir en el hospital no me agrada, a parte cuando tenía la necesidad de arroparme con una sabana sentía que una capa de sucio me cubría

Simplemente complicado [En corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora