Capitulo 18

57 5 2
                                    


                  

Savannah:

Abro los ojos y volteo mi cuerpo buscando a Ethan pero me sorprendo encontrando el lado de la cama en el que se ha dormido vacío.

"Quizás se fue"

Pienso con tristeza y siento como la decepción se apodera de mi humor hasta que niego rápidamente con la cabeza para alejar la nube gris que se esta posando sobre mí.

¡Si se fue mejor todavía!

Eso va a evitar las preguntas incomodas y mi bipolaridad repentina – Mierda Savannah, ¿Qué pasa contigo? Se supone que lo estabas echando de la casa, ¡no que ibas a tener el mejor sexo de tu vida con el! – Golpeo mi frente con una mano y me arrastro por la cama, deseando que se me quite lo idiota de una buena vez. Voy a mi closet y busco algo de ropa con desánimos. Cada uno de mis músculos arden, definitivamente estoy fuera de forma.

Si tan solo pudiera hacer ejercicio como hacía antes.

Exhalo sonoramente y ya cuando tengo mi ropa puesta abro la puerta del cuarto. Peino mi pelo con la mano como de costumbre mientras voy caminando por el pasillo para llegar a la cocina y tomar un poco de agua, pero el peculiar olor del huevos y tocino que emana de alguna parte de mi casa hace que me detenga en seco.

No puede ser lo que estoy pensando.

Me digo a mi misma mientras avanzo aún más y hecho un vistazo a la sala, notando que no hay nadie ahí, escucho voces desde la cocina y confundida digo el camino hasta llegar a mi destino.

En el momento n que mis pies pisan el lugar mis ojos no pueden creer lo que están viendo.

¡Válgame Dios!

La imagen de un Ethan Sloan semidesnudo de la cintura para arriba con delantal, salten en mano, sonriendo y haciendo malabares con panqueques se extiende por toda mi vista  dejándome atónita. M-I-E-R-D-A... Me adentro en el lugar y cuando miro un poco más a la izquierda puedo ver a mi hermanita sentada en la isla de la cocina babeando como toda una enajenada mental por mi bello apolíneo con las manos en la barbilla disfrutando de la vista.

Carraspeo alto y fuerte para llamar la atención de ambos y lo logro. El para de hablar y ella me mira con los ojos de gatito acorralado.

-¡Hola S!

Las mejillas de Hannah se tiñen de un lindo color rosa y sus ojos me miran con culpabilidad.

-Parece que hay una fiesta y no me invitaron.

Ethan deja el salten, se acerca a una silla, la hala y me hace un ademan para que me siente justo al lado de mi hermana, camino hasta la silla con inseguridad y me siento con nerviosismo.

Por Dios... ponte una camisa – pienso, mientras intento mantener mis ojos fuera de su esculpido pecho.

-Estaba preparando algo de comer para ti.

-Aja...

Miro a Hannah y ella parece tener el mismo problema que yo con su punto de enfoque. La verdad se ve muy graciosa. La miro de arriba abajo y, ¡espera un segundo!

-¿Qué haces levantada y cambiada a esta hora?

-Vamos Savi, son las 8:00am – Se mueve incomoda en su silla – No me avergüences.

La última parte lo dice como un susurro, que obvio, Ethan escucho.

-¿Estas de broma? ¿No? – La miro sorprendida – La semana pasada te pedí que fueras conmigo a dar una vuelta al parque y me lanzaste tu cargado portátil del celular a la cara.

Simplemente complicado [En corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora