-Nos retiramos hokage-sama -el anciano asintió, giró su mirada al rubio -ve, no tengas miedo -Naruto soltó su túnica, debía obedecer si no quería regresar a esa maldita cárcel llamada orfanato, caminó con precaución tras el chico frente a él, kakashi avanzó saliendo de la oficina, giró su ojo observando cómo el pequeño lo seguía sin verlo -¿dónde están tus cosas? -Naruto parpadeó al escucharlo, mordió sus labios con vergüenza, negó dando a entender que no tenía -Kakashi mordió su mejilla sintiéndose mal -ya es tarde, mañana arreglaremos eso -el pequeño asintió caminando con velocidad para alcanzar al mayor, por cada paso que el peliplata daba, Naruto debía dar tres o cuatro, era bastante pequeño, el anbu lo revisaba con cuidado siendo discreto, además de su pequeña estatura, podía ver signos de maltrato en sus brazos, había cicatrices, su cabello y piel eran opacas, estaba desnutrido, su ropa estaba vieja y desgastada, apenas si le entraba, podía ver que ya no le quedaba, pudo observar con duda que caminaba queriéndose ocultar tras sus pies, negó con fastidio viendo que había trauma psicológico, después de caminar al menos quince minutos llegaron a un complejo de departamentos, subieron por las escaleras. Naruto veía todo con cuidado, era un gran edificio, pararon de subir en el tercero piso, al llegar al departamento Kakashi abrió la puerta con una llave bajo el tapete frente a su puerta, ambos entraron, el mayor prendió la luz, el rubio veía el ordenado lugar con especial atención -bien, te mostraré, creo -el pequeño asintió -aquí la sala, la cocina del lado izquierdo, la primera puerta es un baño y las siguientes dos son habitaciones, la mía es la de la derecha, tomarás esa de la izquierda -apuntó, caminó hacia el lugar esperando que lo siguiera, pero no fue así, giró su mirada viendo al rubio -puedes pasar, este será tu cuarto temporal mientras te encuentran un hogar.
Naruto asintió levemente, avanzó observando todo a su paso, al pasar junto al mayor se puso un poco a la defensiva tomando distancia, en cuanto entró a la habitación caminó con velocidad colocándose junto a la ventana por si tenía que huir, no conocía al sujeto, la aldea lo odiaba, no sabía si el peliplata también, Kakashi lo observó con duda -el futón está en el armario junto a algunas mantas, puedes tomar una ducha, te traeré una toalla y una playera para que puedas dormir, la ropa métela a la lavadora, está junto a la ducha.
El rubio asintió aún con precaución, no se movió del lugar esperando a que Kakashi saliera, el peliplata veía con duda su comportamiento, había llegado sin dudar detrás suyo y ahora se veía temeroso, recordó que había sido agredido y que la aldea no lo quería, tal vez creía que iba en la misma sincronía con ellos, se dió la vuelta saliendo del cuarto para entrar a su habitación, debía darle espacio, el pequeño al ver que se había ido giró con duda observando el lugar con cuidado, era un cuarto pequeño, pero para el rubio, era gigante, abrió con timidez el clóset, sólo había mantas y un futón, siempre había dormido con una manta en el suelo, sonrió ligero al ver que por primera vez dormiría en un suave lugar, con sus pequeñas manos tomó el enorme futón, lo jaló una y otra vez, usaba fuerza, sus piecitos se movían haciendo palanca, pero no salía, cerró sus ojos usando todas sus fuerzas, unas manos grandes tomaron el futón, lo sacaron del clóset con todo y su cuerpo, rodó un poco, levantó el rostro asustado gateando hacia atrás, pegándose a la pared, Kakashi acomodó el futón sacundiéndolo un poco, colocó una manta y una pequeña almohada, salió del lugar bajo la mirada del menor que tragó pesado, su corazón latía con fuerza por el miedo.
Naruto soltó el aire que contenía en sus pulmones, observó el futón, aún no creyendo que alguien podía ser bueno con él, recordó las palabras del anciano, le entregó dinero para cuidarlo y para sus gastos, bajó su mirada, era verdad, suponía debía mantenerlo a salvo, observó la toalla y la playera sobre el futón, las tomó con cuidado, caminó hacia el pasillo observando que no estuviera el peliplata por ahí, corrió con velocidad entrando al baño, levantó sus piecitos, cerró la puerta con seguro a sus espaldas, vió la ducha, giró su mirada viendo la lavadora, quitó su ropa y dudó en meterla en el aparato, lo observó sin entender cómo funcionaba, en el orfanato lavaba su ropa en los lavaderos, observó nuevamente la ducha, entró con todo y la ropa sucia en sus manos, abrió las llaves del agua recibiendo el agua fría a la que estaba acostumbrada, tomó el jabón , comenzó a tallar su ropa con velocidad, levantó el rostro asustado al sentir agua calientita caer sobre su cuerpo, hizo un puchero, nunca le había tocado algo así, sonrió con lágrimas en los ojos, se dejó mojar por completo, talló su ropa con velocidad sin querer desperdiciar, no sabía si se enojarían con él, cuando terminó se levantó tallando con el jabón su cuerpo y cabello, al terminar cerró la llave del agua con renuencia, quería un poco más, pero ya había tomado mucho tiempo, exprimió su ropa, secó su cuerpo, se subió sobre el retrete y colgó su ropa en el cable para la ropa que atravesaba el baño, bajó del lugar, se colocó la playera que el sujeto le había dado, con algo de velocidad abrió la puerta y salió del lugar caminando de manera rápida hasta llegar a la habitación, al llegar se lanzó sobre el futón rodando sobre él con emoción, entró en la manta y se acomodó, sonrió ligero feliz, tenía un futón calientito y suave para dormir, tal vez era un sueño, tal vez había muerto en ese bosque y sólo estaba en otro mundo, rió ligero, lo que fuera estaba feliz en ese momento, deseaba que nunca terminara, recordó, “sólo será por un tiempo”, su sonrisa se terminó, levantó un puchero temblorosos, se hizo bolitas cerrando sus ojitos con miedo a no saber qué pasaría con él en un futuro, suspiró conteniendo sus lágrimas.
Kakashi por su lado observaba la ropa del menor mal lavada en el tendedero del baño, era obvio que no sabía usar la lavadora, suspiró con cansancio, la tomó y la lanzó con la suya en la lavadora, se metió a la ducha, aún no sabía cómo demonios iban a ser esos meses, sólo esperaba que pronto le encontraran hogar a Naruto porque en verdad no tenía ni puta idea de cómo criar o hablar con un niño, aún recordaba la mirada llena de miedo que le daba el pequeño cada que se acercaba, era obvio que tenía traumas, eran unos malditos hijos de puta, ¿cómo era que se enseñaban con un pequeño?, negó con fastidio saliendo de la ducha.
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Visiones (Itanaru)
Romance-Quiere que lo cuide mientras encuentra un hogar para él?... -el hokage asintió soltando el aire que contenía, no era una petición sencilla... -necesito buscar un hogar adecuado, si alguien con resentimiento lo tiene en su poder, hará de su vida un...