Capítulo 3

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Naruto abrió sus ojos al sentir la luz entrar por su ventana, parpadeó con cuidado observando que estaba en el mismo lugar de ayer en la noche, no había sido un sueño, observó el techo de la habitación por algún tiempo, abrió sus ojos más al escuchar ruidos fuera de su habitación, de inmediato se levantó temiendo que lo golpearan por seguir en cama, tomó la manta y con ella sacudió el futón, la dobló con dificultad estirandola en el suelo, al final dobló el futón y lo empujó a la esquina de la habitación, no sabía si entrar o salir de la habitación, levantó sus piecitos, alcanzó la perilla de la puerta, asomó sus azules sin ver a nadie, corrió al baño con velocidad, al entrar subió a la taza para alcanzar su ropa del tendedero, se cambió y dobló la playera que le habían prestado, lavó su rostro, tomó pasta con el cepillo de dientes que estaba en el lavabo, talló sus dientes con dificultad, escupió, limpió con su manita su cara y secó con una toalla su tiradero, mordió sus labios al ver que no podía limpiar bien, trató de hacerlo mejor, bajó de la taza y salió del baño, abrió sus ojos bastante, caminó hacia atrás cayendo al suelo, levantó sus manitas evitando que lo golpearan, Kakashi abrió su ónix con sorpresa por su reacción, cerró su ojo con tristeza al ver su reacción, negó ligero, se agachó a su altura y tomó la mano del pequeño ayudando a levantarlo del suelo -¿estás bien?-

Naruto veía hacia abajo no sabiendo qué hacer, asintió ligero, kakashi lo observó un momento, giró su mirada hacia el baño viendo que estaba algo sucio el lavabo y que había usado su cepillo de dientes, suspiró con cansancio, el rubio lo vió sacar un cepillo para lavar, talló el lavabo con un jabón líquido, lo veía con cuidado, observó el paño húmedo que usó para limpiar el jabón, lo vió secar con un papel seco, veía cómo acomodaba los instrumentos, lo vió tomar la playera y llevarla a la habitación donde se quedaba -está el almuerzo, siéntate en la mesa, ahora sirvo -el pequeño lo vió con sorpresa, asintió, caminó a sus espaldas, vió la mesa, tomó asiento en una silla, kakashi colocó manteles para cada uno, al centro un platón con arroz y otro con tamagoyaki, Naruto lamió sus labios, tragó pesado, tenía hambre, el peliplata le colocó un plato y palillos, el pequeño vió los instrumentos, apretó el ceño, los tomó tratando de acomodarlos en sus dedos, kakashi lo observaba, puso comida en el plato del menor viendo como era difícil para él comer, se acercó a su lado, el rubio abrió bastante sus ojos, estaba por huir cuando el peliplata tomó su mano -es así, toma con estos dedos los palillos y con estos los mantienes en paralelo.

El rubio vió que no había peligro, observó cómo le acomodaba la mano el mayor, parpadeó con duda, abrió y cerró los palillos, sonrió ligerito, Kakashi lo soltó, el pequeño trató de agarrar un rollo de huevo, lo sostuvo, pero cayó, nuevamente lo hizo insistentemente sin rendirse una, dos, tres, hasta la sexta vez lo logró, sonrió quedito bañando un poco el huevo en soya que había colocado Kakashi en un platillo pequeño a su lado, lo metió a su boca, sus ojos se abrieron bastante, era delicioso, comenzó a comer con más confianza, aunque a veces tiraba la comida, insistía hasta obtener el alimento, el peliplata lo veía atentamente, el menor tenía un increíble parecido con su sensei, por un momento recordó algo, giró su cabeza con duda -¿hablas? -no recordaba que el hokage le hubiera hablado sobre alguna condición especial, el pequeño levantó su mirada azul viéndolo con seriedad, bajó su mirada con vergüenza -asintió -potito -kakashi lo vió con cuidado -¿cómo escapaste del orfanato? -Naruto levantó su mirada, negó -no ecape, la matona me aventó fueda -el peliplata apretó el ceño con coraje, ¿de dónde había obtenido la información el hokage?, el pequeño tal vez no había querido hablar con el anciano, entendía, se veía asustado, lo más seguro es que algún shinobi lo haya llevado hasta el anciano, investigando la matrona debió defenderse diciendo que escapó, negó con fastidio -¿Quién te enseñó a hablar? -el rubio negó -nade -el peliplata mordió su mejilla, tenía cinco años, ya debería empezar con letras para escribir, tenía entendido que tenían estudios dentro del orfanato, maldita vieja hija de puta, lo tenía aislado pensaba con agudeza -¿no hablabas con otros niños? -el pequeño negó bajando su mirada, levantó un puchero -no me queden -kakashi apretó el ceño -cuéntame un poco del lugar-

Naruto apretó sus manitas en sus piernas -etá feo, domía en el tuelo con una manta, me ba… baña… bañaba con agua fia, no me dejan gugar, pegan feo -el Hatake sintió un nudo en su estómago por primera vez desde que el hokage lo llamó, giró su mirada con tristeza -¿en la aldea? -el rubio abrió sus ojos con terror, negó con miedo bajando su rostro -no quiedo ir, pegan feo -Kakashi suspiró con tristeza, apretó el ceño bastante, afiló su mirada mordiendo su mejilla -necesito comprarte ropa y cosas personales de limpieza, hay que hacer las compras, necesito que me acompañes -Naruto abrió sus ojos con miedo, negó con un puchero -me poto bien, no quiedo, es de día -el Hatake lo vió con cuidado, pensaba en ¿qué hacer?, talló su nuca con algo de tensión, cuando su mano bajó sintió su máscara, mordió su mejilla un poco, se levantó de la mesa recogiendo los platos, los lavó con calma bajo la mirada del rubio que veía cómo hacía todo y dónde guardaba las cosas, el Hatake observó que lo analizaba con cuidado, podía ver la mirada seria de su sensei en el pequeño, esa mirada que usaba cuando aprendía algo nuevo o analizaba la información, sonrió ligero entendiendo, si había aprendido a hablar solo, había sobrevivido en el bosque solo y por lo que veía se atendía solo, era obvio que era inteligente, tan solo en ese momento aprendió a usar los palillos con velocidad, eso lo hacía pensar y concluir que su comida era en base a cosas que no necesitaran palillos, negó con fastidio, al terminar entró en su habitación y salió con una máscara en sus manos y un gorro para la nieve, hacía algo de frío, debían aprovechar un poco las circunstancias, se acercó al pequeño quién dió un paso atrás, pero al no ver amenaza se dejó hacer, el peliplata colocó la máscara en su rostro cubriendo su naríz y mejillas -al principio puede desesperarte un poco, con el tiempo estoy seguro que te sentirás cómodo, yo la usaba a tu edad, no creo haya problema, de esta forma no verán tu rostro -el pequeño sonrió ligerito bajo la máscara, asintió más tranquilo, se dejó colocar el gorro -sé que te queda grande, te compraré otro, hace frío y es una manera en que no ubicarán tu cabello, ¿así te sientes más seguro en salir? -Naruto tocó su cabello y cara, asintió con una sonrisa de ojos, Kakashi sonrió de ojos levemente también -vamos -ambos salieron del lugar, el pequeño caminaba con velocidad tras el chico de veintiún años, estuvo por tropezar algunas veces, el peliplata sonrió al parecerle agradable el pequeño, entraron a una tienda de ropa, de inmediato el Hatake escogió tres juegos de ropa para diario y dos para el frío, se veía un poco grandes, pero así le durarían, tomó dos gorros y siete máscaras para cubrir su rostro, una para cada día de la semana, dos juegos de botas, una chamarra, ropa interior y pijama, el pequeño veía todo con sorpresa, de inmediato Kakashi lo metió al cambiador y le pasó su ropa, Naruto sonreía contento, se colocó la ropa nueva, la ropa vieja la tiró en el bote del lugar, al salir de la tienda la gente veía con cuidado al pequeño y al hatake, era extraño ver al chico solitario con un pequeño a su lado, no hicieron conclusiones, tal vez era una misión, pasaron por las compras, caminaban con calma.

Naruto veía al Hatake leer un libro con atención, él quería aprender también, los demás niños lo hacían, se paró al ver al mayor detenerse, giró su mirada viendo un local, vió con duda al mayor -me da un cuaderno, lápiz, goma y de esos libros de primeras letras y palabras -el del local colocó todo en una bolsa y se lo dió, Naruto lo veía con bastante sorpresa, comenzaron a regresar al departamento -no soy un maestro definitivamente, te daré las herramientas y tú debes apañartelas, si tienes dudas puedo ayudar, al llegar te enseñaré una única vez las letras y sus sonidos, este cuaderno te ayudará y este otro lo usarás para practicar, no necesitas mucho, cuando lo acabes, te conseguiré otro con pequeñas palabras y supongo de vocales, de esta manera avanzarás -Naruto asintió, tenía una oportunidad en sus manos, no debía desperdiciarla, no sabía cuánto iba a durar junto al peliplata, no sabía si ese hogar nuevo sería como el orfanato, no tenía seguridad alguna de nada con su vida, debía aprovechar lo poco que tenía, asintió decidido, él sabía que no era tonto a pesar de siempre escuchar de la matrona que lo llamaba demonio o idiota.

Visiones (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora