Visiones (Itanaru)

Capítulo 30

Sintió el cuerpo caer a su lado, tragó pesado, el aroma a bosque que tanto disfrutaba inundó sus sentidos -¿Cómo has estado?  -trató de preguntar, disimulaba cómo podía sus sentimientos, aunque la voz tímida lo traicionaba y esa estúpida reacción lo había dejado expuesto, podía sentir la mirada ónix sobre él, respiró hondo tratando de calmarse , tratando de regresar en sí -no lo sé -Naruto bajó lentamente su brazo ya más tranquilo, observó el perfil del Uchiha ver la aldea con cuidado, su rostro no mostraba nada, antes era exageradamente serio, pero en ocasiones podía ver su sonrisa, angustia, tristeza, felicidad, ahora no había nada, su mirada era fría -¿no estás agusto en konoha?,¿no querías regresar? -Itachi seguía manteniendo su mirada al frente -regresé hace unos meses, no esperaba que padre quisiera convertirme en líder tan pronto, en algunos meses obtendré el cargo, para eso debo desposar a una chica que eligieron para mí-

Naruto abrió sus ojos bastante, su corazón dolía, sabía de antemano que eso podía suceder, aún así, dolía demasiado -te molesta el cargo? ¿o -guardó silencio un momento -¿Te molesta que te hayan elegido a la chica?, ¿tal vez querías a otra mujer? -preguntó con dolor disimulado -Itachi suspiró con fastidio -me molesta todo -Naruto abrió sus gemas bastante…) -me molesta todo -los ónix giraron hacia él viéndolo intensamente, el pelíplata vió con sorpresa su mirada, regresaron su vista a la aldea, habló con seriedad sin necesidad de gritar -me molesta que no me dejen tomar un maldito respiro después de años de misión, me molesta que hayan elegido una mujer para mí, soy su maldito hijo, debería poder elegir como él hizo a la persona que quiero a mi lado, me molesta regresar y enterarme que tengo filas y filas de trabajo y que en pocos meses tomaré el cargo, duré años en ese maldito lugar con esa maldita bola de psicópatas, sólo quería un maldito respiro-

Naruto veía con cuidado al Uchiha -¿quieres que caminemos un poco? -Itachi sonrió ligero con algo de cansancio, giró sus ónix observando las enormes gemas verlo, podía ver ese brillo en ellas que siempre le había gustado, cuando llegó al monte hokage al sentir su chakra, sintió emoción al volverlo a ver, corrió con velocidad a su encuentro, lo vió acostado en el suelo disfrutar la lluvia, se había quedado perdido observándolo disfrutar el momento -no es necesario, aquí es bastante agradable, te agradezco-

Naruto sonrió algo tímido ante la mirada del mayor, con velocidad giró su mirada a la aldea evitando esa sensación, Itachi no dejaba de verlo, no podía evitarlo, no quería verlo a los ojos y perderse nuevamente en algún tipo de ilusión, aún así, ahí estaba -escuché en la aldea que tuviste un conflicto con la heredera Hyuga -el Hatake apretó sus manos en el suelo, pensaba que eran unos malditos chismosos, no quería que el Uchiha se enterara de ello -bueno, sí -bajó su mirada con vergüenza -la loca aseguraba que era mi novia -Itachi levantó una ceja con sorpresa, apretó el ceño ligeramente -¿no es así? -Naruto no levantaba su rostro, negó ligero -no, de hecho, tengo novia, Temari, la hija del kazekage -el Uchiha giró su mirada oscura hacia la aldea -al parecer todos siguieron con su vida -el Hatake levantó su mirada con duda al escuchar sarcasmo y molestia en su voz, vió al azabache levantarse -bien, debo irme, sólo quise saludar-

Naruto abrió sus gemas sintiendo dolor en sus palabras, ¿qué sucedía?, se levantó con velocidad al verlo darle la espalda, detuvo su mano de la muñeca, Itachi apretó el ceño -¿sucede algo? -las gemas se hicieron grandes y aguadas -¿Estás molesto? -Itachi apretó aún más el ceño -¿por qué lo estaría? -el Hatake abrió su mano lentamente al escucharlo, bajó su rostro con dolor en su mirada al reaccionar, era un idiota por pensar que tal vez Itachi se había enojado porque tenía pareja, él no lo veía de esa forma -Es verdad, ¿por qué lo estarías? -se dejó caer en su lugar, su mirada perdida se hizo un poco gris, la dirigía a la nada.

Itachi veía esa mirada atentamente, no había brillo, bajó su rostro sin saber qué pensar, ¿qué decir?, estaba cabreado, dijo que lo esperaría, siempre creyó que él le gustaba y ahora se entera que dos chicas se pelean por él y tiene una maldita novia, ¿era él único estúpido que tal vez imaginó un futuro con el rubio?, hace años era un niño, se sentía un maldito asaltacunas por verlo de forma especial, por eso tomaba su distancia, por eso siempre se limitó en estar a su lado como un amigo, ese último día, cuando el rubio le dijo que lo estaría esperando, él pensó, pensó estupideces, levantó su mirada con dolor, sentía su corazón roto, pensó que lo esperaría ilusamente, también era un niño, tal vez confundió todo, talló su cuello con frustración, ¿por qué demonios no podía irse de ahí?, se dejó caer a su lado nuevamente, era un idiota.

Naruto giró con seriedad, viendo desesperación en la mirada oscura, lo vió con duda bajar su barrera -ese último día, cuando dijiste -el Hatake abrió sus azules con curiosidad, vió cuando Itachi levantó su mano y apretó un collar en su cuello, sus ojos se aguaron al ubicar su regalo, lo vió bajar su mirada y soltar el collar; los onix vieron sus azules con frustración y dolor -olvídalo -se levantó, salió del lugar en cuervos, el corazón de Naruto latía como nunca antes lo había hecho, bajó su mirada pensando, negó con desesperación, se levantó, comenzó a correr sin importarle nada, paró de golpe buscando su chakra, peinó su cabello con angustia al no sentirlo, abrió sus azules con las rendijas del zorro, quería escuchar, quería saber qué le iba a decir, quería escuchar, quería… lo ubicó lejos del área central de la aldea, en el bosque, corrió ocultando su chakra a una velocidad increíble brincando de árbol en árbol, podía verlo a la distancia correr y respirar agitado igual que él, lo vió pararse a la orilla de un enorme barranco. Itachi levantó el rostro al escuchar un ruido, apretó el ceño, giró su rostro viendo al peliplata frente a él, ¿lo había seguido?, su corazón latía con fuerza también, se sintió nervioso.

El menor se acercó lentamente, estaba temeroso, pero su corazón lo guiaba -dime -Itachi lo vió con seriedad -¿Qué? -Naruto lo vió con desesperación -dime, quiero escuchar lo que ibas a preguntar, sólo quiero escucharlo -el Uchiha lo vió con duda -¿para qué quieres escucharlo?, ¿en qué cambiaría las cosas? -Naruto negó acercándose más a él, sus ojos se aguaron, bajó su máscara buscando más oxígeno, sentía que se asfixiaba, Itachi lo vió con cuidado, observó sus hermosos rasgos, sus labios gorditos, el Hatake lo vió con dolor, levantó sus manos con los puños cerrados, los colocó en su fuerte pecho, su frente la dejó caer en él -sólo dime, quiero escucharte, por favor -el azabache ablandó su mirada al verlo de esa forma, simplemente las palabras salieron de su boca -dijiste que me estarías esperando, yo creí que -Naruto levantó su rostro con dolor -¿creíste qué? -susurró quedito con la voz quebrada, veía los onix del Uchiha esperando su respuesta, Itachi lo veía de la misma manera, con un enorme cariño y anhelo, sacudió su mente al recordar a la dichosa novia -creí que te gustaba, creí que podíamos -tapó su rostro con frustración usando una mano -fuí un idiota, sólo ignora lo que dije-