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Multimedia: Itoshi Sae de incógnito.

Escenario: Mientras que algunas Strikas estaban pasándola bien con los jóvenes, Rhaenyra se encontraba ocupada con algunos pendientes antes de tener que volver a dejar Japón. Una salida familiar no le hace daño a nadie.

Basado en los capítulos del manga #150: Día Libre y #152: Reinicio.

Personajes: Itoshi Sae, Itoshi Rin, Rhaenyra Luck, señor Itoshi, Giraud Dabadie.

°Hoy presentamos: Día Libre (parte 2).°

⚠️ADVERTENCIA: Capítulo largo.⚠️

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RHAENYRA's POV:

Para muchos, el tener a ambos padres vivos era más que una bendición.

Para otros les resultaba muy molesto porque eran regañados, pero en el fondo sabía que era por que los amaban.

Gracias a los padres existimos, gracias a sus sacrificios podemos tener una buena vida, gracias a ellos tenemos amor.

Pero a veces ese amor puede llegar a ser algo enfermizo e incluso asfixiante. Retorcido y doloroso. Estricto y cortante.

Y vaya que en el sentido estricto cumplió con toda la extensión de la palabra.

Mi madre fue la encargada de emplear bien esa palabra en mi vida, haciendo que en mi espalda cayera una responsabilidad que en aquel entonces no sabía que me costaría llevar. No la culpo de nada, solo de no atenderse a tiempo.

Por otro lado, mi padre fue mi salvación y mi refugio cuando más lo necesitaba. Aunque había veces en que no podía serlo siempre. No era un mal hombre, es solo que el carácter de mi madre podía con el cuando menos se lo esperaba.

Mis hermanos menores, Sae y Rin, aquellos dulces niños que siempre me alegraban mis tardes cuando llegaba a la casa toda exhausta todavía seguían conmigo, aunque no como antes.

Suspiré un poco mientras tomaba mi aún caliente té de manzanilla que había pedido en aquella cafetería.

Miré mi reloj de mano y marcaban las doce con cuarenta y tres de la tarde, creo que llegué un poco antes de lo acordado.

Habia citado a mi padre el día de hoy para ponernos un poco al día. A veces las cartas no eran suficientes para comunicarse y expresar todo lo que sentía en esos momentos.

Al marcar las doce con cincuenta vi a lo lejos una figura de mediana estatura con un saco de color marrón y pantalones negros que se acercaba con un poco de prisa y pasar por aquellas puertas de vidrio para mirar hacia los lados.

Me levanté de mi asiento y levanté la mano para que pudiera ubicarme, una vez que me miró se dirigió hacia mi con una sonrisa en el rostro.

Yo le correspondí y antes de darme cuenta ya me estaba abrazando.

—Te extrañé tanto. —seguía abrazándome fuerte y yo le correspondía de igual forma.

—Y yo a ti, papá.

Nos tuvimos que separar y tomamos asiento. Una mesera vino hacia nosotros y tomó la orden de mi papá que solamente pidió un café con leche y yo aproveché para pedirle una rebanada de pastel de fresa.

—¿Cómo has estado, hija? —se acomodó mejor en su asiento mientras me sonreía paternalmente.

Sabía que esa pregunta no era solamente por preguntar, después de todo el desastre que se realizó aquel día papá me ha estado informando de como ha estado mamá sin que se dé cuenta.

𝓢𝓣𝓡𝓘𝓚𝓐𝓢 𝓕𝓒||×𝓑𝓛𝓤𝓔 𝓛𝓞𝓒𝓚×||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora