Vaya, creo que la guionista de mi vida siempre se pasa de verga, pero esta vez se pasó.
Reí levemente a lo que Tom me miró confuso, sin entender.
-Bien-acomodé mis pantalones, tratando de regular mi respiración-, le diré a Ezra que terminé lo que tú empezaste-terminé de abrochar el botón de mi pantalón, con algo de resignación.
Tratando de ocultar mis ganas de abofetearlo hasta que le quede la cara roja como culo de un puto mandril.
-Claro que no harás eso-guardó lo que estaba fuera de sus pantalones, tratando de acercarse nuevamente a mí y yo me acerqué al espejo para acomodar mi cabello, ignorándolo-, te estoy hab-
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Cierra la boca-gruñí-. Ayñ pecas eres jodidamente mía-lo imité con burla, sonriendo al ver su expresión de enfado. Al parecer esperaba otra reacción-. Iré a buscar a Bill, tu mientras...-susurré viéndolo por el espejo, bajando mi mirada lentamente a su entrepierna-. Mientras puedes masturbarte pensando en mi cara-me volteé acercándome a su rostro.
-Lo haré-afirmó sin expresión, yo mientras tanto daba pasos cortos hacia él, quien retrocedía lentamente.
-Déjame decirte algo...-murmuré acorralándolo en la puerta de uno de los cubículos, tomándolo de la nuca. Él esbozó una sonrisa coqueta y me agarró del trasero con fuerza, pegándome a su torso-. Jamás...-rocé nuestras narices-, pero jamás...-me acerqué a sus labios que estaban entreabiertos, buscándome. Su agarre se hacia mas fuerte-. Podrás provocarme lo que yo logro en ti, Tom-lo empujé cuando esperaba el impacto de un brusco beso.