―Mierda...―Me recargué en la silla de la habitación donde me arreglaba para salir a bailar en el tubo.
Traté de cubrir los moretones y golpes que mi padre se encargó de dejar en todo mi puto cuerpo, pero algunos eran imposibles.
Mi cuerpo dolía demasiado, no puedo hacer esto hoy.
―Sharon...― Me levanté y me dirigí con la encargada de nosotras. ―No puedo hacer esto hoy.
―Lola, no puedes seguir faltando, te despedirán. ― Negó con su cabeza al escucharme.
―Solo por hoy, de verdad no me siento bien...― Comencé a tomar mis cosas, pero me faltaba mi sudadera.
―Solo por hoy, doll. ― Sharon me habló. Pero yo seguía buscando mi puta sudadera.
―¡¡Muévete!! ― Corrí a una nueva, todavía buscando mi puta sudadera. Estaba entrando en desesperación. ―¡¡Puta mierda!!
Las chicas del lugar me miraban con... miedo. No las culpo, perdón. Quizá ebria o drogada las había atacado y yo ni enterada de eso.
― ¿¡Dónde está mi sudadera?! ― Grité.
Lola Dahmer, esa soy yop.
―E-eh...― Una de las nuevas habló. ― Creo que Aixa la tomó...
― ¿¡Qué?! ― Apreté mis puños, esa puta arrastrada.
Tomé mis lentes de sol y salí del puto camerino, golpeando a más de una persona.
"Lola" Golpe.
"Muñeca" Golpe.
"¿Cuánto cobras?" Golpe.
Es divertido.
― ¡Mierda! ― Susurré chocando con... ¿Una de las nuevas? No podía ver una mierda por los lentes, no me culpen tengo moretones ahí. ―Joder, que alta.
―¡¡Muévete bruja!! ― Una de ellas llevaba a una chica en brazos.
― ¿¡Bruja?! ― Amagué con tomarla del cabello, pero... se le salió. ― Uy. ― Sonreí viendo la peluca rubia, hasta que sus rastas se soltaron. ― ¿¡TOM?! ― Mi sonrisa se borró.